El talento es uno de los problemas a los que tiene que hacer frente la industria ¿cómo pueden abordar este reto el sector?
Actuando de forma decidida en diversas direcciones, no en una sola. Por ejemplo, el talento quiere poder vivir con dignidad, eso es lo primero que hay que garantizar, y que hay una percepción de que puedes ir progresando en la empresa. Y no en responsabilidades, cosa que puede ser un regalo envenenado, sino en capacidades, habilidades, conocimientos. El talento quieres, en muchas ocasiones, tener una carrera horizontal, no vertical: prefiere ser cada vez mejor profesional que subir la escalera de la responsabilidad en gestión. No hagas directivo a quien quiere ser un buen profesional de su tema. Esto implica proponer retos atractivos a los equipos, o, mejor, dejar que los propongan. Me quedaré en la empresa si es el mejor lugar en el que puedo desarrollarme en mi disciplina, y, sobre todo, si hay talento con el que pueda crecer. El talento “rebelde”, atrevido, con capacidades demostradas, que es el que quieren las empresas, pide un entorno “edger”, en la frontera de su disciplina, en el que puedan crecer.
¿El trabajo con nuevas tecnologías como la IA es un sistema de atracción de talento?
Lo que es atractor es que la empresa trabaje en retos significativos que busquen dar nuevas soluciones a los problemas. Sea con IA o con lo que sea. El talento exige significado, requiere que valga la pena lo que está haciendo. Clara está, dando por descontando, como hemos dicho antes, que la empresa me ofrece unas condiciones dignas con las que pueda progresar como profesional y como persona. La IA es hoy una de las “fronteras” de la tecnología, y, por tanto, es un lugar en el que muchos edgers quieren estar. Pero no es razón suficiente. ¿Dónde está el propósito, cuál es el sistema de valores? O sea, el talento reclama cada vez más el “por qué” de la empresa y no solo el “qué” y el “cómo”. La IA es un instrumento para repensar las cosas, y como tal, puede ser atractiva para el talento, que lo último que busca es rutinas sin sentido.
En cuanto a la retención de profesionales ¿qué acciones deben realizar las industrias?
Garantizar que los profesionales puedan progresar cada día. A través de proyectos atractivos que obliguen a aprender y desarrollar nuevos conocimientos. Y, en especial, evitar los egos mayúsculos, que destrozan a los mejores equipos. Déjame crecer como persona, y asegúrame un entorno no-tóxico en el que avancemos como profesionales, lejos de los individualismos limitantes y las “políticas” de grupos ávidos de cuotas de poder. Las empresas tienen que garantizar que su objetivo es dar soluciones mejores al mercado, aportando valor a través de la combinación de capacidades de sus profesionales.
Las nuevas generaciones quieren desarrollarse profesionalmente compatibilizando esto con otras actividades como estilos de vida saludables, ¿qué pueden hacer las plantas en este sentido?
Las empresas deben entender que para las generaciones jóvenes el sentido de la vida no es sólo el trabajo, como quizás sí lo fuera para generaciones anteriores. Hay que medir el resultado del trabajo con nuevas métricas, más relacionadas con la productividad, con la generación de valor, que con las horas trabajadas. Hay que trabajar, pues, por proyectos, y hay que medir la contribución de los profesionales desde el outcome (lo que se consigue) que desde el output (lo que se produce). Hay que generar espacios de tiempo de calidad, evitando malgastarlo con, por ejemplo, excesivas reuniones inútiles. Los profesionales son mejores cuando tienen tiempo de calidad para trabajar, y eso significa que se cuidan más, física y mentalmente, y psicológicamente, con una vida personal y social más equilibrada.
La industria es un sector que caracterizan de “tradicional”, ¿qué puede aportar la juventud?
Energía. En mi opinión, ninguna empresa puede sobrevivir en el próximo futuro sin poner en cuestión lo que hace y cómo lo hace. Tanto desde el punto de vista de su portafolio de productos o servicios, como desde la tecnología que aplica a hacerlo. En ese sentido se necesitarán nuevas ideas, más apertura a nuevos conceptos, a ideas que vienen de lugares insospechados. No es que eso requiera directamente juventud, porque la curiosidad y la inquietud la encontramos a todas las edades. Pero una parte importante de lo que necesitarán las empresas es profesionales “edger” que llevan a sus empresas a las “fronteras” de su negocio, al futuro, a explorar. Y en eso, la juventud de los equipos, mezclados con seniors con capacidad de tomar riesgos, puede ayudar.
¿Qué medidas puede implementar las compañías para incrementar el número de jóvenes en carreras industriales?
Estar en la frontera de sus disciplinas. El mundo está efervescente en nuevas tecnologías y en sus aplicaciones a la industria. Si la industria sigue estancada en procesos anticuados, con procesos obsoletos, no impulsará a los jóvenes a las carreras industriales. Hay que devolver a la industria su rol de liderazgo en conocimientos, su papel en la revolución del conocimiento. Las empresas industriales tienen que estar en su “frontera”, adaptándose a las innovaciones del mercado, para, con ello, hacerse atractivas al talento, e impulsar a los jóvenes a ver que hay un futuro en el sector. Yo estoy convencido que el futuro es de la manufactura, de una nueva industria que mezcla la fabricación de productos y la prestación de servicios, combinando las capacidades del hardware y del software. Hagamos de la industria un sector en los “edges” (en las fronteras del conocimiento) y atraerá a los “edgers” (profesionales que llevan a sus organizaciones a la frontera de su campo). ¿Quieres jóvenes en la industria? Hay de la industria un lugar en el que podamos reinventar el mundo. Un lugar donde crecer como “edger”.
Aspectos como sostenibilidad son importantes que estén introducidos en el conjunto de la estructura que conforma la empresa ¿cómo cree que se debe abordar desde los altos cargos de las compañías?
La sostenibilidad no es una anécdota, es absolutamente relevante. Y no sólo por un tema de imagen (clean washing), sino porque la productividad estará cada vez más ligada a producir con procesos muy eficientes, en los que se tengan en cuenta los costes hoy habituales (materias primas, factores de producción, distribución, etcétera) y también los relacionados con lo que hoy llamamos externalidades. Cuando tengamos que incorporar en nuestras cuentas de resultados los costes reales de lo que hoy vemos como recursos naturales, hoy gratuitos o baratos (el aire, el agua, el espacio donde estamos…), sólo podrán sobrevivir las empresas que sea extremadamente eficientes en la conversión de esos recursos en resultados. En otras palabras, quien no sea sostenible desde el punto de vista de los usos de los recursos naturales no podrá mantener sus costes bajo control, en un entorno en el que los insumos de la Naturaleza tendrán un precio más realista. No hay forma de planificar la supervivencia de la empresa en el largo plazo que funcionando de forma sostenible. Otra cosa es si la dirección de la empresa sigue pensando que su función se constriñe al corto plazo y serán los que les sucedan los que tendrán que lidiar con el problema. Pero para entonces puede que la empresa no haya podido sobrevivir.
