Moderada por José Luis López de Silanes, miembro del Consejo Asesor del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, la mesa contó con la participación de tres destacados profesionales: Ismael Gómez, Director de Estrategia Digital Global en la OEI, Guillermo Fernández de Peñaranda, CEO de Airtificial y Ana Gómez Galindo, Directora de Travel, Transport & Logistics en NTT Data.
Ismael Gómez destacó el papel de la IA en sectores como la educación, afirmando que “el potencial es… hacer una sociedad más libre y más informada”, pero advirtió sobre el riesgo de generar desigualdades si no se mejora la capacitación científica y técnica del personal. Subrayó la importancia de adaptar los proyectos a las realidades iberoamericanas: “Si confiamos en que la IA va a venir a salvarnos, no lo vamos a conseguir… tenemos que saber lo que queremos”.
Además, Gómez puntualizó que la IA podría ser clave para mejorar la productividad en Iberoamérica, región donde “la productividad lleva estancada 60 años”, pero subrayó que esto solo ocurrirá “si hacemos cambios en el modelo productivo”.
Guillermo Fernández de Peñaranda ofreció una visión industrial, destacando aplicaciones de IA en visión artificial, robótica inteligente y mantenimiento predictivo. “Somos capaces de detectar la curvatura exacta de un cristal en milisegundos”, ilustró. También enfatizó que el principal reto actual es el desarrollo de hardware más avanzado para soportar el crecimiento exponencial del análisis de datos.
Sobre los sectores más receptivos a la IA, fue enfático: “Todas las industrias están adoptando IA, pero la automoción ha sido pionera”. Añadió que la integración de Digital Twins e IA está revolucionando la eficiencia operativa y la seguridad.
Ana Gómez Galindo abordó la optimización de la movilidad y logística, destacando la IA como “clave en la predicción de la demanda y en la programación de rutas eficientes”. Afirmó que “los ahorros de tiempo pueden superar el 10%”, lo cual impacta directamente en emisiones y consumo energético.
Resaltó también la capacidad de la IA para “generar nuevo conocimiento” y anticipó una “normalización de su integración en la vida diaria”. Finalmente, llamó a formar a nuevas generaciones en el “buen uso de la tecnología”, asegurando que “seremos ya nativos digitales absolutamente”.
Los tres expertos coincidieron en que la regulación europea no está al ritmo de la innovación tecnológica. Sin embargo, reconocieron su valor como guía de referencia: “Nos ralentiza el desarrollo, pero es necesaria”, dijo Fernández de Peñaranda. Ana Gómez propuso revisar el modelo de elaboración normativa: “Podríamos pensar en una evolución en la forma de desarrollar y aprobar la normativa”.
La mesa redonda concluyó con un consenso claro: la inteligencia artificial tiene un potencial revolucionario, pero su eficacia depende de una implementación estratégica, regulada, contextualizada y orientada al bien común. Como resumió Gómez: “No hace falta irse a la IA de frontera para tener resultados educativos muy positivos”. La clave está en conocer las necesidades, formar capacidades locales y aplicar con propósito.