Organizada por el grupo de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, la intensa jornada de trabajo sobre el futuro del vehículo industrial se celebró el 1 de marzo en la quinta planta del Círculo de Bellas Artes de Madrid con el objetivo declarado de generar un documento que agrupe las ideas cocinadas durante dos horas de conversaciones francas y fluidas.
Ese documento, esa “conversación”, según manifestó la portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, será trasladada a las instituciones madrileñas y españolas para construir un marco de consenso que aborde la descarbonización de la economía.
En total se reunieron hasta 42 representantes de empresas de la cadena de suministro como Gestamp, de compañías fabricantes de vehículos industriales como MAN, Renault o Scania y de asociaciones patronales como ANFAC.
Tres coordinadores expusieron las conclusiones de la media docena de mesas de debate y discusión que se formaron. La de industria corrió a cargo de José López-Tafall, director general de ANFAC; la de energía le correspondió a Eugenia Sillero, secretaria general de Gasnam, la asociación de transporte sostenible que integra la cadena de valor del gas y el hidrógeno; y la de transición justa la comentó Jordi Carmona, responsable del sector automovilístico de UGT-FICA.
López-Tafall subrayó las principales iniciativas que aparecieron cuando se preguntó a cada representante sobre los retos que afronta el sector de la fabricación de vehículos para abordar la descarbonización y cómo puede la Administración ayudar a invertir.
Destacó que la transformación lleva objetivos muy exigentes y por tanto “hay que adaptar las fábricas”. Hay que avanzar en la escala de las nuevas tecnologías para que sean competitivas, añadió; “los concesionarios tienen muchos retos para conseguir transmitir a los clientes las ventajas de la electrificación”, enfatizó.
Otro reto sugerido por los convocados fu el “acceso a la energía verde a la hora de fabricar”, dijo López-Anfall. Tener igual de oportunidades, en referencia a que los países extracomunitarios tienen menos regulación que los de la Unión Europea, es otro desafío. También lo es “aterrizar la neutralidad tecnológica en las fábricas” o que el problema industrial no se vea encapsulado, es decir, que tenga el apoyo de la sociedad para favorecer el cambio. Y defender el empleo debe ser prioritario, así como la formación para la cualificación. También incluyó el director general de ANFAC entre las ideas surgidas en las mesas “conseguir que en los planes de ayuda entre el vehículo industrial”; “que haya demanda” de ellos; que las fábricas sean capaces de usar otros materiales, el hidrógeno y el I+D+i y que tengan planes de transición adecuados hacia las nuevas tecnologías.
En lo relativo a cómo puede contribuir la Administración, los asistentes sugirieron, según desveló López-Anfall, ayudas públicas, fiscalidad directa, fiscalidad I+D+i, infraestructuras públicas, ayuda a la capacitación, una ventanilla única y modificar el régimen de declaración responsable para agilizar la tramitación administrativa.
Otro invitado propuso la creación de un observatorio industrial para analizar la situación en el exterior o la convocatoria de un PERTE específico para la fabricación del vehículo industrial. “Tener un enfoque holístico en las políticas públicas” también formó del catálogo creado en este brainstorming aplaudido por todos.También citó López-Anfall tener en cuenta la ecuación tecnología-vehículo-recarga-usuario o “acompasar la presión normativa con el desarrollo tecnológico”. O montar el ecosistema del hidrógeno, dado que ese vector energético será una de las alternativas tecnológicas.
Eugenia Sillero, de Gasnam, desgranó las ideas clave relativas al capítulo de la energía que aparecieron en las diferentes mesas, donde se lanzaron dos preguntas. La primera decía: ¿Cuáles son las soluciones energéticas que serían más efectivas tanto para la descarbonización tanto en el vehículo industrial urbano como en el de largo recorrido? Sillero destacó, en primer lugar, el mensaje del fuerte compromiso de todos los eslabones de la cadena de valor por afrontar el desafío de la descarbonización.
“La voluntad es clara, pero el reto es muy complejo”, puntualizó Sillero, “pues es su sector de difícil descarbonización, sobre todo en larga distancia”. Lo que se percibe, señaló, es que el reto es de tal dimensión que requiere la participación de todas las tecnologías disponibles como son los biocombustibles, los combustibles renovables y los combustibles sintéticos especialmente en los vehículos que realizan grandes recorridos, siempre cumpliendo la normativa europea en materia de sostenibilidad y reducción de emisiones.
La segunda pregunta formulada tocó el papel de la colaboración público-privada para asegurar los objetivos y hubo muchas respuestas vinculadas al incentivo de la demanda, a que los operadores logísticos abracen la transformación hacia una tecnología cero emisiones sin perder competitividad. “Se habla fundamentalmente de ayudas fiscales”, declaró la secretaria general de Gasnam; “de ayudas efectivas que realmente lleguen al operador”, acompasando el desarrollo de la comercialización de vehículos con nuevas tecnologías con los incentivos.
Finalmente, en el apartado de la transición justa, tomó la palabra el representante sindical Jordi Carmona, de UGT-FICA, para resumir las ideas más coincidentes, aunque antes dio ciertas valoraciones: “Nosotros pensamos que, sin industria, no hay empleo, pero en equilibrio para transformarnos e ir al futuro”. La transición, opinó, debe ser no solo justa, es decir, que no afecte negativamente al empleo, sino también ordenada.
Una de las coincidencias, remarcó Carmona, es que no se debe hablar solo del vehículo industrial eléctrico sino también de potenciar cualquier tipo de tecnología alternativa como los biocombustibles o el hidrógeno, aunque esto implico “riesgos” pues “puede crear más dudas en el usuario”. La solución, propuso, es buscar un equilibrio en la transmisión del mensaje.
Otra idea común fue que las ayudas deben ir destinadas a toda la cadena de valor y no solo a una parte del sector del automóvil. Y la de la formación, aspecto fundamental para los trabajadores incluidos los que se van a incorporar, declaró Carmona, “pues ya existe una falta de técnicos para los puestos de trabajo” que precisa la descarbonización.
Carmona recordó que ellos demandan que los sindicatos estén presentes en la cogobernanza de los PERTE y en el seguimiento de las ayudas que otorguen estos planes. Y no se olvidó de mencionar la reclamación de una reducción de la jornada que sea ordenada y la potenciación de los convenios colectivos.