Por países, Alemania lideró la producción combinada de biometano y biogás en 2023 con 100 TWh, seguida por Italia (33 TWh), Reino Unido (29 TWh) y Francia (17 TWh). Asimismo, un número creciente de países produjo más biometano que biogás; entre ellos Francia, Dinamarca, Países Bajos, Suecia, Noruega y Estonia.
En total, la producción de biometano creció un 18% a nivel europeo, pasando de 4,2 bcm en 2022 a 4,9 bcm en 2023. Destacan especialmente los casos de Dinamarca y Suecia, ambos en camino de reemplazar su gas natural por biometano. En esta línea, el pasado mes de septiembre Dinamarca alcanzó un nivel de producción de biometano equivalente al 37,5% de su consumo de gas.
Las plantas basadas en la agricultura representan actualmente la mayor parte de la producción europea, generando el 69% tanto de biogás como de biometano seguidas del residuo sólido urbano orgánico (11%), mientras que para el biogás la principal fuente es el vertedero (13%).
Las conclusiones del informe de la EBA ponen de relieve que el despliegue de los gases renovables será clave para reforzar la competitividad y el liderazgo de la UE en tecnologías limpias en los próximos años, así como para fortalecer la resiliencia del sistema energético europeo dada la dependencia del continente de suministros energéticos externos. Según Eurostat, el 98% de la demanda de gas natural de la UE en 2022 fue cubierta por importaciones.
“El mayor recurso de Europa para reducir la dependencia de proveedores de energía externos es la combinación de todas las fuentes de energía renovable, incluidos los biogases”, ha señalado Harmen Dekker, CEO de la EBA, durante la presentación. “Los biogases son un contribuyente clave al suministro de energía renovable, no solo en términos de volumen. Gracias a su flexibilidad, capacidad de almacenamiento de energía y habilidad para generar energía gestionable, los biogases respaldan y facilitan el crecimiento de otras energías renovables”.