Esta es, probablemente, la frase que resume el sentir de los expertos y ejecutivos que se dieron cita esta semana en la sede del Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS), en Paterna, a las afueras de Valencia, para poner sobre la mesa la circularidad de la industria del plástico, su marco jurídico y financiero.
Los plásticos son elementos esenciales en la transición hacia una economía circular y climáticamente neutra. Su durabilidad, eficiencia, así como su capacidad de ser reciclados, son características clave que favorecen la circularidad de estos productos en una sociedad comprometida con la reducción de emisiones de carbono. Los plásticos desempeñan un papel fundamental en la transición hacia un futuro sostenible y con emisiones netas cero, siendo utilizados en áreas como parques eólicos y viviendas energéticamente eficientes. De esta manera, ofrecen soluciones valiosas y sostenibles para la sociedad en su conjunto.
No obstante, para aprovechar plenamente el potencial de los plásticos, es necesario abordar los desafíos actuales relacionados con el diseño, la recolección, la clasificación y la gestión al final de su vida útil, incluyendo el reciclaje, la recuperación energética de cara a evitar y la deposición en vertederos. En la actualidad, debido a diversos factores, no se está logrando capturar el valor total de los residuos plásticos, lo que resulta en impactos inaceptables para el medioambiente cuando estos residuos no se desechan adecuadamente.
La industria de los plásticos está dedicando esfuerzos para transformar el modelo lineal tradicional, en el que los plásticos suelen ser desechados al final de su vida útil, hacia una economía circular. En este modelo, se mantienen en circulación durante más tiempo, siendo reutilizados y reciclados al final de su vida útil.
En esta línea, Funseam y Fundación Repsol han organizado la cuarta edición del Ciclo de Conferencias “Hacia una economía circular”, con la colaboración de AIMPLAS, poniendo el foco en las estrategias de prevención de la generación de residuos plásticos, así como en el aumento del reciclado de plásticos. Esta edición, compuesta por tres sesiones en tres semanas, tiene como objetivo estimular nuevos modelos de negocios, producción y consumo inteligentes y circulares, que abarquen toda la cadena de valor y consideren el ciclo de vida completo de los plásticos.
Funseam -Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental- es un foro de debate, análisis, investigación científica y asesoramiento en el campo de la energía y el medioambiente.
Desde una perspectiva regulatoria, en 2022 se produjo una revisión exhaustiva de la normativa española relativa a la gestión de residuos plásticos pues se aprobó la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular. El aspecto sobre el Impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables (título VII de la citada ley) entró en vigor el 1 de enero de este año y ha sido muy criticado por la industria.
Esta revisión se alineó con los objetivos de la Unión Europea, y tiene como propósito impulsar la implementación de la economía circular y alcanzar los nuevos objetivos de reciclaje de envases establecidos para 2025 y 2030.
Además, el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Economía Circular, aprobado por el Consejo de ministros el 8 de marzo de 2022, es un plan diseñado para acelerar la transición hacia un sistema productivo más eficiente y sostenible en el uso de materias. Este PERTE tiene como prioridad cumplir con los objetivos establecidos en la Estrategia Española de Economía Circular para el año 2030 (EEEC2030), de 2020, y también busca posicionar a España como líder internacional en la gestión, reciclaje y valorización de residuos.
En la primera jornada del IV Ciclo de Conferencias se abordó la ley 7/2022 como marco regulatorio y el PERTE de Economía Circular como instrumento financiero. El PERTE de Economía Circular contempla ayudas por valor de 492 millones de euros y podría movilizar recursos superiores a los 1.200 millones hasta el año 2026. Se ocupa en especial de tres sectores: plástico, textil y bienes de equipo para la industria de las energías renovables, pero también incluye medidas para impulsar la circularidad como son la reducción del consumo de materias primas, el desarrollo del ecodiseño, la gestión de residuos y la digitalización.
Con respecto a este PERTE, todos los intervinientes coincidieron en que la convocatoria es complicada y precisa de ir de la mano de una consultora especializada para evitar sorpresas desagradables de última hora.
Así se manifestó, por ejemplo, Sergio Giménez, director de negocio de AIMPLAS, quien ya habló en mayo a este diario digital de la industria de las oportunidades de generación de empleo que ofrece la gestión de los residuos plásticos. Este es el enlace a aquella entrevista.
Las bases de la convocatoria “son muy complejas” y los plazos, ajustados, declaró Pedro Martín Pérez, director general de Ilunion Reciclados y de la División de Economía Circular, quien ya fuera entrevistado por industry TALKS. Aquí puede leer sus declaraciones de entonces.
Cristina González Alonso, directora de Innovación, Estrategia y Advocacy de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE), declaró que, aunque el PERTE facilita certidumbre y respaldo a las inversiones, sus plazos de ejecución se quedan cortos, y las cantidades de financiación, insuficientes.
“El PERTE tiene que ser algo más tractor, algo más transformador. Hay que replantearse el proyecto inicial”, opinó Ángel Martínez-León, director de Reciclado de ACTECO, una empresa de economía circular que recicla las perchas de plástico de Zara. “Nada es circular sino económico”, zanjó Martínez-León en otro momento de la charla.
“Se demoniza al plástico, pero sin él 80 años de desarrollo habrían sido imposibles”, explicó Jorge Blanco, el director general de Calidad y Educación Medioambiental de la Consejería de Medioambiente de la Generalitat Valenciana. Y puso los ejemplos del gotero y de la jeringuilla, de la automoción y del juguete, donde se aplica una “circularidad avanzada”.
Tras reconocer que sí existen problemas de reciclado en el sector agrario -“porque los residuos están más dispersos”- y en el doméstico por la eficacia del contenedor amarillo “que debería ser más de plásticos que de envases”, Blanco enfatizó que “lo mejor es no generar residuos, pero a veces es inevitable” y entonces es preciso valoralizarlos, intentando que no terminen en el vertedero porque cada tonelada que llega allí cuesta 30 euros. “Los vertederos son finitos y costosos”, remarcó.
Al arrancar la jornada, la directora de Educación y Conocimiento de Fundación Repsol, Arantza Hernanz, reconoció que los plásticos tienen “cierta controversia”, pero que esta es “infundada”. Después de significar que no hay descarbonización sin economía ciruclar, Hernanz aseguró que las plataformas circulares reducen la huella de carbono.
Tanto Hernanz como el presidente de AIMPLAS, José Antonio Costa, subrayaron que tanto el ciudadano como la industria deben conocer, desde el rigor y la ciencia, los retos mayúsculos que plantea la transición hacia la economía circular para que la ansiada circularidad llegue a la sociedad, y trascienda.
En consonancia con esos discursos, el director general de Funseam, Joan Batalla, enfatizó que hay que “ser capaces de difundir los avances en I+D+i de la mano de los protagonistas” en este cambio de paradigma desde el modelo lineal al circular.
Consciente de la relevancia que ha tomado la circularidad, la consultora LLYC, cuyo fundador y presidente, José Antonio Llorente es iTALKER, acaba de lanzar un oficina especializada de economía circular desde donde, en un contexto regulatorio tan exigente y desafiante como el actual, buscan fortalecer el diálogo público-privado entre las administraciones y las empresas para acelerar la transición hacia una economía circular en España.
“Es necesaria la sinergia entre la Administración y la industria”, declaró a industry TALKS un miembro de esa oficina de economía circular. Cada uno tiene sus propios intereses y exigencias, pero hay que buscar el espacio común entre ambos “como una pareja”. La Administración puede legislar con objetivos ambiciosos medioambientales y las empresas se pueden adaptar, teniendo en cuenta que el tejido industrial está básicamente formado por pymes, dijo la fuente de LLYC.
Todos los participantes en el IV Ciclo de Economía Circular coincidieron en que la regulación es necesaria porque marca las reglas de juego y promueve los avances, pero insistieron en que los objetivos deben ser “realistas”, porque, en caso contrario, la ley deja de ser eficaz. Así se expresaron Ángela Osma, directora de Asuntos Técnicos y Sostenibilidad de la Asociación Española de Industriales de Plásticos (ANAIP) u Óscar Hernández Basanta, director general de la Asociación Nacional de Recicladores de Plástico (ANARPLA).
La directora general de la Región Ibérica de Plastics Europe, Alicia Martín, compartió la idea de que la ley contribuye a mejorar a la gestión de los residuos, pero criticó alguno de sus aspectos, especialmente el referido al impuesto sobre el envase de plástico de un solo uso, tachándolo de “discriminatorio” y “desproporcionado”. Además, dijo, “no es un impuesto finalista” porque no va a destinado a mejorar los procesos de reciclado o a fines formativos.
Ángela Osma, de ANAIP, en concreto, sostuvo que el impuesto es complejo de implementar y ambiguo en su definición. “Afecta a toda la industria”, insistió. “Las empresas necesitan plazos suficientes para conocer las obligaciones y poder adopatarlas”.
Martín también verbalizó su desacuerdo por los objetivos de reducción de la comercialización de productos de plástico de un solo uso de un 50% en 2026. “Son desproporcionados”, declaró y llevarán a que se emplee otro material alternativo sin que se produzca mejora medioambiental, añadió la representante de Plastics Europe, la asociación paneuropea de fabricantes de materias primas plásticas.
La legislación es un vehículo de homogeneización, pero esta ley es un “auténtico despropósito” porque es “poco técnica y muy emocional”, apostilló Sergio Giménez, director de negocio de AIMPLAS, para quien su aplicación supondrá un avance hacia los multimateriales o materiales mixtos.
Otra materia de consenso entre los participantes a la conferencia fue el relevante papel que desempeña el ecodiseño para la economía circular. “Estudiar los procesos productivos es fundamental”, consideró Laura Santos, directora de Competitividad e Innovación de ATEVAL, la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana, aunque Ángel Martínez-León, director de Reciclado de ACTECO, matizó que toda la cadena de valor tiene que colaborar en el ecodiseño.
PRINCIPIOS Y ASPECTOS CLAVES DE LA ECONOMÍA CIRCULAR
- Minimizar el uso de recursos primarios por unidad de producto
- Maximizar los ciclos de vida de los productos y los activos
- Mejorar la eficacia del sistema productivo en su conjunto minimizando la externalidad
Y sus aspectos claves son:
- Diseño orientado a la economía de materiales y energía, al uso de materiales reciclables y renovables y al desmontaje y sustitución fácil de componentes y materiales.
- Alargamiento de la vida útil de bienes y activos, es decir, la alargascencia
- Reutilización en segunda mano con garantías
- Reparación y mantenimiento
- Refabricación de componentes
- Reciclaje y valorización de materiales no reutilizables
- Simbiosis industrial y energética con sectores complementarios
- Restitución del impacto sobre los gases de efecto invernadero y la biodiversidad
Proyecto Economía Circular en España (PECE)
Entre los proyectos más sólidos sobre estrategia de circularidad que existe en nuestro país destaca el titulado “Proyecto Economía Circular en España (PECE)” impulsado por Funseam, la Cátedra UNESCO de Sostenibilidad de la Universitat Politécnica de Catalunya (UPC) y la Cátedra de Economía Circular y Sostenibilidad del TecnoCampus de Mataró – Universidad Pompeu Fabra, bajo la coordinación del empresario Jaime Ferrer, y con la colaboración de la consultora Accenture.
El proyecto persigue contribuir a la consecución de las medidas recogidas en la EEEC20230, poniendo el énfasis en la superación de barreras al cambio detectadas y en la identificación de recomendaciones prácticas a las administraciones, asociaciones sectoriales y empresas.
La iniciativa se desarrolló con el ánimo de contribuir a este necesario e ineludible proceso de transformación se ha analizado la realidad de distintos sectores. En total, participaron más 100 empresas y asociaciones sectoriales, pertenecientes a once ramas de actividad: energía, agroalimentación, automoción, logística, construcción, turismo, textil, ciclo del agua, ciudades, sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) y banca.
El proyecto publicó nueve informes. Uno de ellos se denomina “Identificación de oportunidades y plan de acción en Economía Circular en España”. A través de una comparativa con otros estados europeos, este estudio identificó carencias “en el alcance de la estrategia circular, en los ámbitos regulatorios y de estímulos, como pueden ser la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) o la falta de incentivos económicos, así como evidencias de insuficiente dinamismo en la adopción de prácticas circulares por parte del sector privado”. La Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) es una política medioambiental que responsabiliza a los productores de todo el ciclo de vida de los productos que introducen en el mercado, desde su diseño hasta el final de su vida útil (incluyendo la recogida y reciclaje de residuos).
Este análisis permitió identificar las barreras al cambio y las principales áreas clave.
Las áreas clave son las siguientes:
- Reindustrialización circular
- Cadenas logísticas circulares
- Gestión circular de residuos
- Desarrollo tecnológico y digitalización
- Marco de gobernanza público-privada
- Regulación, ayudas y fiscalidad
- Capital humano
- Compra pública y finanzas sostenibles
- Empoderamiento del consumidor
En cuanto a la reindustrialización circular, se constata que la agenda de la Economía Circular constituye un vector de reindustrialización de España, a través de nuevas actividades y de la reconversión de sectores hacia actividades de valorización de residuos y de extensión de vida útil de productos y activos y de relocalización facilitada por las tecnologías 4.0, por ejemplo, la impresión 3D o la robótica. Según el sector variarán los ejes de mejores prácticas circulares. Adicionalmente, el desarrollo de “clústeres” industriales y energéticos -que apoyen la simbiosis industrial y energética- es clave, opinan los expertos en el documento.
El informe señala una batería de recomendaciones. En concreto, subraya que serán necesarias intervenciones públicas y privadas a nivel de empresa, de sector y de cadena de valor respectivamente con el fin de lograr las metas de la EEEC2030. Y que esas intervenciones deberán apoyarse en ejes de actuación específicos en cada sector concreto…
AUTOMOCIÓN Y BIENES INDUSTRIALES
1) Descarbonización
2) Materiales circulares
3) Optimización del ciclo de vida
4) Mejora de utilización
LOGÍSTICA Y TRANSPORTE
1) Operaciones descarbonizadas “verdes”
2) Logística inversa
3) Logística de extensión de vida útil y reparación
4) Intermodalidad
ENERGÍA
1) Descarbonización
2) Eficiencia energética
3) Ecodiseño
4) Energía circular
5) Autoconsumo, cogeneración y simbiosis industrial
ELECTRÓNICA / TECNOLOGÍAS
1) Extensión ciclo de vida de productos y reparación
2) Eficiencia energética
3) Neutralización de emisiones
INDUSTRIA TEXTIL
1) Extensión de la vida útil de las prendas
2) Reciclado textil
3) Reducción de la huella ambiental
4) Compromiso RAP
SECTORES INTENSIVOS EN ENERGÍA
1) Descarbonización
2) Eficiencia energética
3) Consumo intensivo
4) Integración circular del ciclo de generación y distribución.
A las empresas, en general, les recomiendan tener estrategias de transición, planes de acción sujetos a estados de madurez con el fin de elegir la hoja de ruta adecuada para asegurar su paso a la economía circular.
A la Administración pública, regulaciones, incentivos y apoyos; y actuaciones a nivel de sector y en cadenas de valor intersectoriales.
En el análisis comparativo con Europa, el informe sostiene que la estrategia española tiene un alcance sectorial más reducido que las de Alemania y Francia (todos los sectores) además de incluir metas más modestas en materia de reciclaje de plásticos en general, de plásticos de un solo uso y de dispositivos electrónicos. La EEEC2030 tiene metas comparables en la reducción de pérdidas alimentarias y reducción de microplásticos, pero, por ejemplo, España no ha tipificado el residuo industrial recuperado, no impone cuotas obligatorias de incorporación de materiales recuperados a procesos productivos y no ha impuesto normas de reparabilidad obligada.
En comparación con países como Francia e Italia que destacan con una adopción extensa de la RAP, en España el número de sectores con acuerdos de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) es menor. Sin embargo, la citada ley de residuos supone la ampliación de la regulación a sectores que hasta ahora eran ajenos, mayor seguimiento y mecanismos de cumplimiento.
Según el estudio, las barreras al cambio que dificultan la adopción de las oportunidades de mejora y perpetúan las debilidades de la economía circular en España pueden ser externas e internas a la organización.
Las externas se refieren a la cadena de suministro, el entorno del mercado (la competencia), la Administración y la financiación; las internas atañen a las operaciones, la organización y las estrategias de negocio.
El proyecto evaluó cinco modelos de negocio que constituyen los motores de la economía circular (junto a la mejora en la eficiencia de procesos con el fin de minimizar el consumo de recursos):
Recursos renovables circulares / ahorro en recursos:
Ahorro energético y de recursos en producción, uso de fuentes renovables, bioderivados como materias primas, integración en redes energéticas inteligentes, ahorro de kilómetros en vacío, packaging biodegradable….
Producto como servicio:
Vehículo como servicio, modelos de leasing avanzados, componentes como servicio, maquinaria como servicio…
Plataformas de consumo colaborativo:
Modelos de movilidad compartida, de uso compartido de activos industriales, integración en redes inteligentes, TIC en la nube…
Extensión de la vida útil:
Prolongación del uso de los activos, logística de fin de vida, reutilización y remanufactura de componentes, normativas de garantías para una segunda vida…
Recuperación de recursos:
Recuperación de materiales usados o energía proveniente de residuos, por ejemplo, la reutilización, reparación, remanufactura de componentes y piezas, el reciclaje de plásticos, vidrio, metales, papel, biomasa, lixiviados y aguas residuales.