El marco temporal de la ETID 2020 coincidirá con el de la Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innovación para el periodo 2021-2027, así como con los Planes Estatales de Investigación Científica y Técnica y de Innovación, que materializarán los objetivos de la Estrategia en actuaciones e inversiones concretas.
El documento expresa la necesidad de atender, además de los clásicos dominios de tierra, mar y aire, el ciberespacio, “que es transversal al resto de dominios, constituye ya una realidad preocupante cuya importancia se ve favorecida por la creciente globalización e interconexión de sistemas y el bajo coste e importante impacto de atacar los sistemas de información de gobiernos, empresas, infraestructuras críticas o incluso a los propios sistemas de armas”.
Vinculado a lo anterior, la ETID igualmente destaca “el dominio cognitivo, ligado a los valores y creencias de las personas que, con creciente frecuencia, es objeto de manipulación o desinformación a través de campañas en las que noticias o contenidos multimedia falsos”. Y finalmente, “el espacio ultraterrestre, en donde confluye una creciente competencia por la hegemonía espacial entre las grandes potencias con la presencia de un mayor número de actores, debido esto último a la progresiva accesibilidad y abaratamiento de la tecnología”.
Las tendencias esgrimidas en el ETID 2020 y, por tanto, las oportunidades industriales apuntan a la creciente utilización de sistemas remotamente tripulados; crecimiento masivo del número de sensores desplegados interconectados en redes o el Internet of Things militar; la mayor dependencia de las plataformas, armamento y combatiente de la disponibilidad de medios de comunicaciones y de señal de posicionamiento, navegación y sincronismo (PNT) robustos y resilientes; un espectro electromagnético cada vez más complejo; la necesidad de proteger todos los sistemas frente a ciberataques; la protección y avituallamiento del soldado; soluciones contra nuevos tipos de armas de energía; amenazas NRBQ y de explosivos improvisados.
En relación a los futuros desarrollos, Defensa señala su interés por minimizar el impacto ambiental de las actuaciones de las Fuerzas Armadas y por la aplicación de nuevos avances tecnológicos desarrollados en otras áreas de la sociedad como la fabricación aditiva o los gemelos digitales. Sin olvidar aplicaciones de la inteligencia artificial, big data, tecnologías de navegación y posicionamiento, la robótica, las redes sociales, la biotecnología, la nanotecnología, nuevas formas de almacenamiento de energía, nuevos materiales o la computación y comunicaciones.
Grandes programas de sistemas de armamento
En relación a los programas más representativos, la ETID menciona expresamente el Sistema de Armas de la Siguiente Generación (NGWS), en el que España participa como socio desde 2019, cuyos pilares son el avión de combate futuro o NGF (Next Generation Fighter), una serie de operadores remotos no tripulados (Remote Carriers, RC) y nuevos sistemas avanzados de sensores, el cual se espera sustituya en el periodo 2035-2040 a distintos cazas europeos de combate actualmente en servicio bajo el concepto FCAS (Future Combat Air System).
En este mismo ámbito aeronáutico existen otras oportunidades relacionadas con el desarrollo de los futuros sistemas de ala rotatoria, que se suman a otros en el dominio terrestre (tecnologías para los futuros sistemas terrestres de combate, Brigada 2035, para los futuros sistemas de defensa antiaérea de baja cota, entre otros), en el naval (tecnologías para los futuros sistemas navales de combate) y en el espacial (tecnologías para los futuros sistemas satelitales).
Puede descargarse el documento completo en este enlace: ETID 2020.