Este programa se ha estructurado en dos líneas de actuación principales. La primera de ellas, enfocada en proyectos integrados que combinan energías renovables y mejoras en la eficiencia energética, ha conllevado 130 iniciativas con una capacidad de generación renovable total de 22,46 MW, y con una inversión total de 22.8 millones de euros.
Por otro lado, la segunda línea del programa ha impulsado el desarrollo de comunidades energéticas en los polígonos industriales, permitiendo la ejecución de 43 proyectos con una capacidad de generación de 28,13 MW y una inversión de 40.59 millones de euros.
El consejero de Transición Ecológica y Energía, Mariano H. Zapata, explicó que gracias a estas concesiones “se va a facilitar el acceso a fuentes de energía renovables y se mejorará la capacidad de almacenamiento energético”, promoviendo la autosuficiencia de las empresas y “contribuyendo a la estabilidad del sistema eléctrico en Canarias, fortaleciendo así la transición hacia un modelo energético más eficiente y sostenible”.
Algo que, según destacó, “va a ser clave para reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la competitividad de las empresas canarias, consolidándose como un referente en la descarbonización del sector industrial y logrando combinar crecimiento económico y sostenibilidad ambiental”.
En cuanto a los proyectos por islas, los ubicados en Gran Canaria destacan por su enfoque en energías renovables y los polígonos industriales, apoyando también sectores tradicionales como la industria alimentaria y de bebidas. En el caso de Tenerife, abordan áreas fundamentales como el reciclaje y la sostenibilidad en la industria del embalaje, junto con la gestión de residuos; así como el sector automotriz, la distribución de productos sanitarios y el uso de energías renovables para abastecer la industria local.
Los proyectos de la isla de Fuerteventura se centran principalmente en la autosuficiencia alimentaria y en mejorar la infraestructura energética, así como en una mejora de la movilidad. En Lanzarote los proyectos apoyan tanto la industria alimentaria local como la vitivinícola, al igual que en La Palma, donde se enfocan en el desarrollo agrícola, especialmente en el sector de la uva, así como en la distribución de productos alimentarios.
“Esta importante inversión, diferencial según las necesidades insulares, reafirma el compromiso del Gobierno de Canarias con una transición energética que incluya a todos los sectores, demostrando cómo la industria puede liderar el camino hacia un futuro más verde”, explicó Zapata.
En cuanto a la gestión de los fondos, destacó el trabajo de los técnicos de la consejería para acelerar todos los procesos y ejecutar estas ayudas, todo ello con el objetivo de que el archipiélago “aumente su penetración de energías renovables y se adapte frente a los efectos del cambio climático».
Además, aseguró que se seguirá trabajando en nuevas líneas de subvenciones y recordó las últimas que se han lanzado, relacionadas con el aprovechamiento de espacios ya en uso (antropizados), la electrificación del sector náutico y el fomento de las comunidades energéticas.