Para la asociación, este plan quinquenal-2026-2030- tiene que asegurar el liderazgo industrial de España en el contexto de la electrificación, anticipar la transformación tecnológica de toda la cadena de valor y consolidar la automoción como un pilar de crecimiento económico, innovación y empleo.
En conjunto, el Plan prevé 6.000 millones de inversión pública en cinco años, a los que se sumarían en torno a 40.000 millones de euros de inversión privada para el desarrollo integral de la cadena de valor del vehículo electrificado. El Plan España Auto 2030 se concibe como un proyecto integral que incorpora tanto medidas de oferta e industria, como actuaciones dirigidas al mercado y la distribución, para garantizar una transición equilibrada, competitiva y sostenible.
En este sentido, el presidente de Anfac, ha resaltado la importancia de poner en marcha el plan y la oportunidad que ha de aprovechar España, “Este plan aspira a aumentar el valor del sector de los 85.000 millones de euros a los 120.000 millones de euros, mantener el empleo en 1,9 millones e incrementar la producción a 2,7 millones de vehículos, con el objetivo de que sean 100% eléctricos en 2035. Por ello, no hacer nada no es opción. El Plan persigue defender la competitividad de la producción. Para eso, hemos considerado que el plan quinquenal para el sector debe ser capaz de movilizar en torno a 35.000-40.000 millones de euros en distintos campos de actuación”.
De igual modo, ha señalado la necesidad de transformar la industria hacia el vehículos eléctrico y seguir atrayendo inversión y proyectos: “El Valor Añadido Bruto que generamos ahora está en el motor de combustión con un valor residual en el eléctrico. Esto es un riesgo porque si el mercado está mirando hacia el vehículo eléctrico, es necesario que el ecosistema sea capaz de transicionar a la misma velocidad que lo hace el mercado”.
5 + 1 medidas estrella claves para avanzar en la transformación
El Plan articula 25 medidas prioritarias agrupadas en tres grandes ejes —industria, mercado e innovación— y define un marco estable para impulsar inversiones, modernizar la producción y facilitar que España mantenga su posición como segundo fabricante europeo de automóviles, y mantenga la relevancia de su parque nacional de proveedores de componentes. Estas medidas, que deberán desarrollarse a lo largo del cumplimiento del plan, aspiran a impulsar el valor añadido de la automoción en nuestro país desde los 85.000 millones de euros actuales hasta los 120.000 millones de euros en una década.
En el marco de este plan, el sector establece 5+1 medidas estrella claves para el sector. La primera de ellas, en el plano industrial, es un Programa de Crecimiento y Autonomía Estrátegica de Automoción para la transformación, innovación y circularidad de la cadena de suministro, dirigido a la atracción y desarrollo del vehículo electrificado; junto con la transformación y escalado de nuevos componentes en el ecosistema de proveedores y el desarrollo de la cadena de suministro de baterías. Aquí, el plan incluye el impulso de un marco regulatorio que prime el fomento de la industria, la competitividad y la autonomía estratégica y aboga por el mantenimiento de la figura de los pertes.
Otra de las palancas tractoras de este proyecto es un Plan Innovemos, que tiene como finalidad impulsar la I+D+i colaborativa y el emprendimiento, con el foco puesto en los vehículos de nueva generación y nueva movilidad (tecnologías con mayor viabilidad industrial como baterías, componentes eléctricos y electrónicos y vehículo autónomo y conectado), acompañado de la regulación habilitante pertinente. Asimismo, en el marco de estas 5+1 medidas estrella, el Plan aboga por la creación del sello “inversiones bien hechas en España”, para la atracción de capital extranjero con foco en favorecer que se integren en el ecosistema, aporten valor y colaboren con los agentes públicos y privados españoles.
En lo que respecta al mercado, el Plan España Auto 2030 apuesta por la continuidad y la actualización de los programas de ayudas a la compra de vehículos electrificados, con una mayor agilidad en las ayudas y simplificación administrativa. Del mismo modo, aboga por analizar la oportunidad y viabilidad de acometer nuevas medidas y reformas en el marco de la fiscalidad que fomenten la adopción del vehículo electrificado en sus diversas tipologías (ligero, pesado, flotas y flotas públicas).
Para contribuir a la electrificación del parque, el Plan España Auto 2030 apuesta también por un Plan Nacional de despliegue de infraestructura de recarga que sea coordinado y alineado entre CCAA y los agentes del ecosistema, con objetivos anuales a nivel nacional, autonómico y provincial y reforzando competencias del Grupo de Trabajo de Infraestructura de Recarga para el Vehículo Eléctrico (GTIRVE).
En el plano industrial y, dentro de esas 5+1 medidas estrella, se recogen asimismo propuestas de actuaciones para la mejora de la competitividad de la industria; como nuevos programas de talento centrados en el vehículo del futuro, mejora de la productividad laboral, y costes energéticos atractivos.
Por último, el Plan asigna gran relevancia a la puesta en marcha de un modelo de gobernanza y mecanismo de seguimiento del mismo, como garante de su continuidad y dinamismo con la colaboración de todos los agentes implicados públicos y privados. Para ello, el Plan incluye un detallado Comité de Ejecución; compuesto por un plenario, una comisión ejecutiva, la mesa territorial y diferentes grupos de trabajo.

