Una vez cerrado el plazo de admisión de solicitudes, el Ejecutivo autonómico inicia el procedimiento de revisión de todas las candidaturas para, posteriormente, remitirlas a la Agencia para la Calidad Científica y Universitaria de Andalucía (ACCUA), que será la encargada de evaluarlas, con el fin de poder resolver esta línea de subvenciones en los próximos meses.
Del conjunto de candidaturas, el sistema público universitario andaluz es responsable de casi el 84% de ellas, con un total de 1.113 solicitudes, mientras que las restantes 214 (16%) han sido formalizadas por otros agentes del conocimiento de la comunidad.
Atendiendo a las instituciones académicas, la Universidad de Almería ha presentado 74 solicitudes, la de Cádiz, 88; la de Córdoba, 113; la de Granada, 294; la de Huelva, 33; la de Jaén, 70; la de Málaga, 149; la de Sevilla, 258; y la Pablo de Olavide; 34. Al margen del sistema de educación superior, las fundaciones de salud han registrado un total de 72 inscripciones, los institutos y centros del CSIC, 83, y otros agentes del conocimiento, 59.
Estos incentivos se convocan en régimen de concurrencia competitiva. Los proyectos objeto de estas ayudas deberán circunscribirse a dos grandes modalidades de investigación: la investigación aplicada, que busca usar los nuevos conocimientos en la consecución de objetivos prácticos específicos, y el desarrollo experimental, que tiene como finalidad producir, a partir de la investigación o la experiencia práctica, nuevos productos o procesos o bien mejorar los ya existentes. La Consejería prevé lanzar en 2025 otra convocatoria de proyectos centrada, en esa ocasión, en investigación básica, que se financiará con fondos autonómicos y que a partir de entonces tendrá carácter anual.
Esta línea de incentivos, financiada con el Programa FEDER Andalucía 2021-2027, recoge que las iniciativas objeto de las subvenciones no podrán tener un presupuesto superior a los 300.000 euros y el plazo de ejecución para desarrollar las actividades aprobadas será como máximo de tres años. Asimismo, la asignación que se otorgue con esta línea de ayudas podrá llegar a alcanzar hasta el 100% del coste de la actividad.
Los proyectos deberán estar dirigidos, con carácter general, por una persona investigadora principal consolidada en posesión del título de doctor y el equipo podrá estar conformado por personal investigador predoctoral, posdoctoral y por perfiles técnicos de apoyo con titulación universitaria y de FP.
Además, las entidades interesadas podrán concurrir a la convocatoria presentando trabajos individualizados o coordinados mediante la cooperación de hasta un máximo de seis equipos de investigación. En estas iniciativas coordinadas primará la agregación de capacidades de las entidades y el intercambio de conocimiento entre disciplinas y entre sectores.