La obtención de este reconocimiento certifica que todos los formatos de Bezoya utilizan exclusivamente plástico con origen posconsumo, es decir, que todos los envases están fabricados a partir de otros envases ya utilizados y que se han recuperado del mercado. Esto supone la reintroducción en la cadena de valor de toneladas de residuos plásticos que de otro modo habrían acabado en el vertedero o siendo valorizados.
Asimismo, para emitir esta certificación, AENOR ha realizado auditorías en las instalaciones del proveedor de envases de Bezoya para garantizar el 100% de material reciclado declarado por la compañía.
Además, se ha comprobado que todas las botellas están fabricadas a partir de plástico ya utilizado, en este caso mediante la certificación de la Trazabilidad del Reciclado Plástico de la empresa suministradora del rPET, un proceso que se ha realizado bajo criterios de rigor e independencia acreditados.
Del mismo modo, la marca Pascual ha anunciado también la neutralidad en carbono para 2022. Bezoya y Pascual llevan potenciando sus compromisos medioambientales mediante soluciones innovadoras que permitan beber agua de mineralización muy débil de manera sostenible.
Este acontecimiento coincide con el lanzamiento de su nueva campaña ‘Vivir muy fuerte’, donde la marca resalta uno de sus atributos más diferenciales, la mineralización muy débil; así como su apuesta decidida por la sostenibilidad medioambiental, a través de las vidas de sus botellas de rPET (plástico reciclado).