De hecho, Lara, director general de la empresa ARANCO, consideró que la servitización es “un viaje de aventuras que no acaba nunca”. ¿Por qué viajar?, se preguntó. “En nuestro caso por pura supervivencia”, respondió con convición.
La metáfora del viaje le sirvió al conferenciante para explicar las dificultades de adaptación que atravesó su empresa. “Es muy diferente lo que te enseñan en las fotos de un viaje a vivirlo tú personalmente”, explicó. Como en cualquier viaje de aventuras aparecen cruces de caminos “que te obligan a pensar y a tomar decisiones”. En el caso de ARANCO, decidieron desarrollar tecnología propia y dejaron la venta tradicional, dos pasos cruciales. “Cruzamos el Rubicón, ya no había marcha atrás”, recordó Gaizka Lara.
El dato y su uso por la Inteligencia Artificial se convirtieron en una sorpresa inesperada en este viaje emprendido por esta pyme especializada en embalaje industrial pues entraron en una dinámica de crecimiento “de otra dimensión”, porque “cuando el cliente entra en tu creación de valor, el ritmo es otro”.
A modo de tres grandes reflexiones experimentadas durante el camino de esta pequeña historia, Lara citó la oportunidad (“la servitización y la industria 4.0 sirven para ganar peso específico en el PIB”), la adaptabilidad (“cambiar el modelo de negocio por completo”) y la flexibilidad (“cuando enganchas tu modelo de negocio a las necesidades, incluso las inquietudes, de tu cliente, no paras de cambiar. Vas donde van tus clientes”).