Mauricio García de Quevedo destacó que la producción real del sector alcanzó los 162.378 millones de euros, lo que supone un incremento del 0,7% respecto al año anterior. “Esta mejora de la producción ofrece un giro hacia la estabilidad frente a los precios industriales y la menor incidencia de los acontecimientos geopolíticos”, afirmó. Además, la industria aportó 47.418 millones de euros a los ingresos públicos y alcanzó un valor añadido bruto de 35.074 millones de euros, con un crecimiento del 4,5%.
El sector sigue consolidándose como el primero de la industria manufacturera, representando un 2,5% del PIB nacional y un 21% de toda la industria manufacturera. García de Quevedo subrayó la importancia del tejido empresarial: “El 96% de nuestras empresas son pymes, unas 28.000 compañías, presentes en el 70% de los municipios de la España vaciada”. No obstante, se registró una reducción del 1,2% en el número de empresas, con la desaparición de 350 compañías, aunque las empresas de más de 200 empleados aumentaron en nueve nuevas incorporaciones.
El comercio exterior también mostró un comportamiento positivo. Las exportaciones alcanzaron los 51.092 millones de euros, con un crecimiento del 7,2% en valor y del 1,5% en volumen. “Hemos conseguido este nivel de crecimiento en un contexto internacional de incertidumbre y volatilidad”, destacó García de Quevedo, apuntando a un superávit comercial de 16.090 millones de euros, un 17% de balanza comercial positiva. Francia, Italia y Portugal siguen siendo los principales destinos, mientras que Estados Unidos adelantó a Alemania, que cayó a la quinta posición con un descenso del 3%.
El consumo en los hogares se mantuvo estable con un valor total de 75.500 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 2,8%, aunque el volumen permaneció prácticamente plano (-0,1%). El gasto medio per cápita se situó en 1.610 euros (+1,4%), pero con una caída del 7,7% en volumen.
En cuanto a innovación, la industria invirtió 300 millones de euros en I+D+i, con un crecimiento medio anual del 6% desde 2015. “690 empresas innovan de manera regular, el 70% de ellas son pymes”, destacó García de Quevedo, que subrayó la importancia de plataformas como Food for Life y los premios Ingenia y Eugenia para fomentar la innovación.
Karina Pereira Bernal puso el foco en el empleo, que alcanzó los 474.600 afiliados, un 2,3% más que en 2023, superando el ritmo de crecimiento del conjunto de la industria manufacturera (1,6%). “Nuestra industria sigue siendo un referente para el empleo, especialmente en la España vaciada, donde uno de cada cinco empleos está vinculado al sector”, señaló. La tasa de empleo femenino alcanzó el 28,6%, con un 52% de presencia femenina en I+D, y más del 80% de los contratos son indefinidos.
José Miguel Herrero Velasco destacó la colaboración estrecha y duradera entre el ministerio y la FIAB, resaltando la importancia de la Estrategia Nacional de Alimentación. “Queremos consolidar a España como un referente mundial en excelencia alimentaria”, afirmó. Entre los desafíos que marca la estrategia están la seguridad alimentaria, la sostenibilidad, la dinamización de las áreas rurales, la innovación y la mejora de la salud pública a través de una alimentación más saludable.
Además, Herrero Velasco destacó la reciente Ley 1/2025 de prevención de pérdidas y desperdicio alimentario, que obliga a las empresas medianas y grandes a establecer planes de prevención y donación de excedentes alimentarios. También subrayó la importancia de la lucha contra las noticias falsas, destacando que “el 30% de las fake news están relacionadas con la alimentación”.
En conclusión, el informe económico 2024 refleja una industria sólida, innovadora y comprometida con la sostenibilidad y el desarrollo territorial, consolidando a España como potencia agroalimentaria mundial.