Blockchain es una base de datos descentralizada y segura que permite registrar transacciones de forma transparente y permanente. En la industria alimentaria, esta tecnología se utiliza para crear un registro digital inmutable de cada paso que un producto realiza desde su origen hasta su destino final. Cada vez que un producto cambia de manos —desde los agricultores, pasando por los distribuidores, hasta los minoristas— se genera una «bloque» que queda registrado en la cadena, lo que garantiza una trazabilidad total.
La trazabilidad se refiere a la capacidad de rastrear la historia completa de un producto: su origen, las condiciones en las que fue producido, su transporte y cualquier otro proceso por el que haya pasado. Esto no solo aumenta la confianza del consumidor, sino que también mejora la gestión de los productos en toda la cadena de suministro.
En este sentido, Andreu Cerdá, responsable de procesos logísticos en AECOC, ha comentado para industry TALKS que «el blockchain hace años que está llamado a ser una de las tecnologías disruptivas que van a transformar la cadena de suministro. Promete grandes avances en trazabilidad y seguridad en las transacciones, dada la alta seguridad de sus redes de datos».
Beneficios de blockchain en la industria alimentaria
Muchos son los beneficios que puede aportar el Blockchain en la industria alimentaria. Uno de ellos es la transparencia en el origen del producto. Gracias al uso de blockchain, los consumidores pueden conocer el origen exacto de lo que están comprando, así como las condiciones de producción de los alimentos. Este nivel de transparencia es especialmente importante en la lucha contra fraudes alimentarios, como el etiquetado incorrecto o la adulteración de productos.
Tal y como ha remarcado Andreu Cerdá, «sus aplicaciones en la cadena de suministro podrían ser, garantizar el origen de un producto alimentario, a través de una red descentralizada de validación, o la implementación de contratos “inteligentes” que permitan automatizar, por ejemplo, el pago a proveedores, una vez cumplidas y validadas por una red blockchain, las condiciones de entrega de una mercancía, en tiempo y forma».
Además, al ser un sistema descentralizado e inmutable, blockchain asegura que la información no pueda ser alterada ni manipulada. Esto proporciona una mayor confianza tanto a los consumidores como a los actores de la cadena de suministro, ya que todos los datos son accesibles y verificables en tiempo real.
Asimismo, Blockchain también facilita la optimización de los procesos logísticos. Al tener un registro detallado de cada movimiento de un producto, las empresas pueden mejorar la gestión de inventarios, reducir el desperdicio de alimentos y aumentar la eficiencia en las entregas.
Al mismo tiempo, en caso de que un producto sea retirado del mercado debido a problemas de seguridad, la trazabilidad proporcionada por blockchain permite identificar rápidamente el origen del problema y rastrear qué lotes o productos deben ser retirados, minimizando el riesgo para los consumidores.
El futuro del blockchain en la industria alimentaria
El uso de blockchain en la cadena de suministro de alimentos está en pleno crecimiento y, aunque todavía existen retos en cuanto a la estandarización y la adopción masiva de esta tecnología, los beneficios son claros. A medida que más empresas implementen soluciones basadas en blockchain, es probable que la trazabilidad y la transparencia se conviertan en un estándar de la industria, mejorando no solo la confianza del consumidor, sino también la eficiencia de las operaciones en toda la cadena de suministro.
Andreu Cerdá ha asegurado que «sin embargo, a día de hoy, su uso en la cadena de suministro sigue siendo muy residual a la espera, de que mejoren una serie de factores que frenan su uso, como; la lentitud de sus operaciones, la dificultad de comprensión sobre su funcionamiento, falta de regulación o los altos costes asociados a este tipo de cadenas”.
En definitiva, el blockchain está transformando la industria alimentaria, proporcionando una solución efectiva para mejorar la transparencia, la trazabilidad y la seguridad de los productos. A medida que más actores del sector adopten esta tecnología, la cadena de suministro alimentaria se volverá más fiable y sostenible, lo que generará un gran impacto tanto para las empresas como para los consumidores.