Liderando la mesa ‘Tecnología, clave para la soberanía industrial y el desarrollo del talento en Europa’ en la Sala Accenture, Mozas analizó como la “industria europea no ha estado a la altura”, tal y como se demostró en la pasada crisis sanitaria, ya que “no fue capaz de forma autónoma de ofrecer los servicios requeridos”. En el actual contexto geopolítico, “además de subida de precios energéticos, ha habido falta de suministro de componentes clave para la industria”. Hay que añadir “las guerras comerciales con Estados Unidos y con China, que están poniendo en entredicho la hegemonía europea, por ejemplo, en automoción”.
Hemos de poner el punto de atención, por tanto, en “cómo reflotar la industria europea”, incide Mozas, “necesitamos una industria fuerte y localizada en Europa”. Pero para ello hemos de superar la barrera de la competitividad en la que impactan varios factores.
En primer lugar, la inversión en tecnología, ya que contamos con un importante déficit con respecto a Estados Unidos.
El segundo elemento es el coste de la energía, “dos o tres veces más alto que nuestros competidores”, destaca el directivo de Accenture, “y no por la capacidad de generación de energía, el problema radica en su distribución y almacenamiento y, sobre todo, por la política fiscal”.
El tercer factor es la soberanía en materias primas: “Otras regiones han tratado de generar acuerdos de larga duración con África y América Latina, en Europa ha sido más laxo, por ello no podemos aprovechar economías de escala y nos encontramos con una dependencia muy grande de estados sumidos en problemas territoriales”.
Otro punto es la financiación, tras la pandemia por el Covid-19, “la UE sí hizo los deberes para reactivar la industria afectada, pero la ejecución de esos fondos ha dejado mucho que desear” sobre todo de cara a las pymes.
Finalmente, Mozas reflexiona en relación a los profesionales: “Hay déficit de talento técnico en todo el mundo y deriva de que se generan pocos ingenieros y suele suceder que haya pelea por el talento. Por tanto, hemos de definir marco laboral atractivo”.
Con todo, Accenture defiende que la tecnología puede ser un elemento diferencial: “Los recursos son limitados y desde Accenture recomendamos cuatro líneas tecnológicas: modernización del producto, digitalización de los procesos, transformación del equipo humano y transición energética de las empresas”.
Las nuevas tecnologías digitales (robótica, IA, Gen AI) pueden resolver parte del déficit de productividad existente en Europa, pero además ser clave para dar respuesta responsable a la carencia de talento técnico de ingeniería que Europa presenta. Los entornos colaborativos de datos, la trazabilidad de los materiales y fuentes de suministro, los productos conectados y la inteligencia artificial son palancas de valor aplicadas a las necesidades industriales de corto y medio plazo.