¿Qué es Lobelia Earth?
En Lobelia Earth ofrecemos aplicaciones y servicios orientados a la acción climática. Nuestras soluciones combinan diversas áreas de conocimiento, como observación de la tierra vía satélite, ciencia del clima incluyendo modelos de riesgo climático, inteligencia artificial y sistemas de gestión y visualización de big data. El equipo de Lobelia está compuesto por físicos, oceanógrafos, ingenieros de datos, diseñadores gráficos e ingenieros de software.
Lobelia utiliza datos de satélites de observación de la Tierra en múltiples productos operacionales para aplicaciones ambientales y geoespaciales a escala global, que incluyen la monitorización de la calidad del aire en ciudades, la gestión de cultivos y el uso del agua en la agricultura, la monitorización del clima y su impacto a nivel de activos, así como la cuantificación y monitorización de la biodiversidad en entornos terrestres y marinos.
Lobelia trabaja tanto para el sector privado como para instituciones públicas, proporcionando servicios climáticos físicos de alta resolución y servicios de monitorización de la naturaleza. Desde nuestro inicios en 2018, Lobelia ha participado en diversas iniciativas pioneras en la evaluación del riesgo físico climático desde una perspectiva de toma de decisiones de inversión, participando en foros como la COP, la Semana del Clima de Nueva York, la Asamblea General de la ONU y el Foro Económico Mundial en Davos.
¿En qué proyectos específicos trabajan?
Lobelia pone su software y datos al servicio de cualquier organización que quiera evaluar el impacto del cambio climático en sus activos y cuantificar los beneficios que les aporta la protección de la naturaleza. Parte de nuestra actividad consiste en proyectos de consultoría climática. Por ejemplo, participamos en estudios de impacto del cambio climático en puertos, carreteras, centrales hidroeléctricas, etc para la toma de decisiones de inversión en adaptación climática para fondos de inversión e instituciones intergubernamentales.
Nuestros datos y plataformas los utilizan tambien fondos de inversión en agricultura y capital natural que necesitan saber cómo se va a adaptar una determinada especie productiva al clima futuro, la futura disponibilidad de agua o el impacto del proyecto en los ecosistemas circundantes.
Tenemos productos como Lobelia.Climate, utilizada por gestores de grandes portfolios de activos y compañías de seguros y reaseguros para analizar el riesgo físico climático de sus activos y el potencial impacto en dólares de los riesgos climáticos. Y en otro ámbito más local, tenemos Lobelia Air, un servicio operacional de monitorización y pronóstico de la calidad del aire, ha revolucionado los planes de acción contra la contaminación en en área metropolitana de Barcelona y en Madrid.
En lo que respecta a la medición de impacto en la naturaleza, hemos desarrollado plataformas como Lobelia.Nature, que permite monitorizar la extensión y condición de ecosistemas así como cuantificar biodiversidad a escala global. Esta herramienta es muy útil en reporting medioambiental donde se necesita una caracterización sistemática del impacto de los activos y de la cadena de suministro en la naturaleza.
La tecnología de Lobelia también se utiliza en los servicios Copernicus Climate Change Service (C3S) y Copernicus Air Monitoring System (CAMS) para proporcionar acceso instantáneo a series temporales y mapas climáticos, así como a los pronósticos de composición atmosférica de CAMS y a los reanálisis de calidad del aire en Europa. Además, hemos desarrollado y operamos el Marine Data Store, que gestiona la distribución del portfolio completo del Servicio de Monitorización del Medio Marino de Copernicus (CMEMS), actualmente utilizado por más de 75,000 usuarios en todo el mundo.
¿Quiénes son sus clientes?
Trabajamos con diversos tipos de clientes que utilizan nuestros datos y soluciones para la toma de decisiones informadas. Por ejemplo, en el sector privado, colaboramos con compañías de seguros y reaseguros, grandes ingenierías y consultoras, asset managers, fondos de inversión de impacto, compañías fintech y grandes corporaciones. En el sector público e institucional, trabajamos con ciudades, gestores de infraestructura pública y organizaciones intergubernamentales. También trabajamos con ONGs de impacto social y clima.
¿Cómo ha evolucionado la industria espacial en los últimos 20 años?
En los últimos 20 años, la industria espacial ha experimentado un cambio radical, impulsado por la entrada de nuevos actores como China e India, la irrupción del sector privado y avances en la tecnología. Tenemos ejemplos como SpaceX , Blue Origin en USA y más recientemente PLD Space en España que han reducido significativamente costes con tecnologías como los lanzadores reutilizables, democratizando el acceso al espacio.
Por otro lado, los avances en miniaturización han permitido el desarrollo de satélites más pequeños, como los CubeSats. Estos son más baratos de producir y lanzar, lo que ha facilitado la entrada de nuevos actores en el espacio y la aparición de nuevas constelaciones para múltiples aplicaciones. Todo esto marca un cambio hacia un uso más comercial y tecnológico del espacio.
Sin embargo, hay algunos desafíos que requieren atención urgente como es la congestión en órbitas LEO y la basura espacial. En resumen, el espacio se ha convertido en un lugar mucho menos exclusivo y mucho más asequible, creando nuevas oportunidades impensables hace unos años pero planteando retos regulatorios no desdeñables.
¿Cuáles son los retos y las oportunidades del New Space?
New Space supone una revolución y una oportunidad para la economía nacional española que no debe dejar escapar. Las barreras de entrada para el acceso al espacio se han reducido drásticamente tal como he explicado anteriormente.
Desde el punto de vista de las aplicaciones, este cambio permite expandir la capacidad de datos de monitorización, análisis y comunicación, así como el desarrollo de aplicaciones impensables hace muy pocos años en sectores como el agrícola, telecomunicaciones, meteorología, clima y vigilancia.
New Space está propiciando la aparición de muchas empresas de tecnología espacial a lo largo de toda la cadena de valor, desde el segmento de lanzadores hasta el de las aplicaciones, lo que está fomentando la creación de empleo y nuevas oportunidades de desarrollo tecnológico. Estas innovaciones no solo mejoran las capacidades espaciales, sino que también generan spillovers tecnológicos que benefician a otras industrias (telecomunicaciones, defensa, transporte, energía) brindando un gran potencial de creación empleo de calidad, vinculados al conocimiento.
Si pensamos en retos, quizás podríamos hablar de las consecuencias asociadas a la alta proliferación de satélites en la órbita LEO y la gestión de la basura espacial, pero también podemos pensar en la estabilidad y viabilidad de los múltiples servicios emergentes que van a competir en un mercado en crecimiento y donde todavía está por ver quiénes serán los ganadores que conseguirán casos de negocio viables que garanticen la continuidad de estos nuevos servicios. Esto tendrá a su vez un impacto en la cadena de valor aguas abajo.
El nuevo director de la Agencia Espacial Europea ha declarado que el espacio está saturado y que es necesario regularlo… ¿Está de acuerdo con eso? ¿Qué debe contener esa nueva regulación?
En Lobelia no operamos ni fabricamos satélites o equipos de vuelo, pero como empresa orientada a la acción climática y la sostenibilidad, nos parece muy importante que este nuevo paradigma tan útil, entre otros, para el desarrollo de aplicaciones y servicios climáticos, no repita los errores que hemos cometido en el ecosistema terrestre, convirtiendo el ecosistema espacial en un entorno insostenible a largo plazo. En este sentido, las nuevas tecnologías espaciales y de New Space complementan las capacidades EO del space tradicional, a nivel espacio temporal, de sensores para poder complementar la monitorización de variables de los grandes sistemas como Copernicus. Ambos mundos deben sumar colectivamente para hacer el uso mas eficiente de las tecnologías espaciales porque no son inocuas. Las consecuencias de no hacer una gestión y una regulación adecuadas, pueden impactar muy negativamente a la viabilidad de este sector emergente generando un espacio inaccesible y peligroso en el futuro.
En este sentido la declaración de Juan Carlos Cortés sobre la saturación del espacio refleja una preocupación lógica dentro de la comunidad espacial, y con toda la razón. Este problema es real y requiere una regulación internacional más estricta y coordinada. A nuestro modo de ver, esta nueva regulación debe enfocarse en la gestión del uso del espacio, la reducción de basura espacial, la asunción de responsabilidades de los actores y la equidad en el acceso.
¿Qué le pide Lobelia Earth a la administración pública tanto a nivel estatal como autonómico?
Pensamos que la administración pública tiene un papel crucial para asegurar el éxito del sector en general y de New Space en particular, no solamente a nivel autonómico y nacional, sino a nivel europeo.
En cuanto a los grandes servicios operacionales europeos tenemos misiones como SMOS, que ya hace tiempo que ha terminado su vida nominal y que todavía no tiene un sustituto con prestaciones parecidas. La capacidad de medir la humedad del suelo con la suficiente precisión y resolución es clave en aplicaciones como la agricultura en un contexto de cambio climático, y más aún en regiones como el sur de Europa. A nuestro modo de ver, España debe influir para garantizar la continuidad de este servicio.
En New Space, deberíamos asegurar el desarrollo de una infraestructura nacional, como puertos espaciales, y plataformas de lanzamiento, que faciliten el acceso al espacio por parte de los nuevos actores privados.
Y por encima de todo, el acceso a la financiación de la I+D y la innovación de nuevos productos, no solo en el segmento upstream, sino, más que nunca, en el segmento de aplicaciones y servicios que serán los que sustenten la viabilidad comercial de toda la cadena de valor en New Space. Estamos pasando de un sector con altas barreras de entrada e intensivo en capital para el desarrollo de tecnología a un paradigma donde el desarrollo de la aplicación final va a ser lo que justifique y condicione la inversión. Otro factor de gran importancia es que cualquier política o mecanismo de financiación, habrá de ser lo suficientemente ágil para garantizar que el time to market sea lo suficientemente corto. En algunas ocasiones, llegar el segundo será perder la partida o quedar relegado.