El objetivo fundamental es culminar la transición hacia una economía climáticamente neutra, circular y resiliente. La ambición de la Unión Europea es ser digitalmente soberana en un mundo abierto e interconectado, y ejecutar políticas digitales que empoderen a las personas y a las empresas en pro de un futuro digital centrado en el ser humano, sostenible y más próspero, lo que comprende resolver los puntos vulnerables y agilizar la inversión.
La declaración de intenciones difundida por Bruselas es consecuencia del llamamiento de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, en favor de hacer de los próximos años la «Década Digital» de Europa, responde a la petición del Consejo Europeo de una Brújula Digital y se basa en la estrategia digital de la Comisión de febrero de 2020.
El Ejecutivo comunitario propone que se acuerde un conjunto de principios digitales, que se pongan en marcha rápidamente importantes proyectos plurinacionales y que se formule una propuesta legislativa que establezca un marco de gobernanza sólido, con el fin de hacer un seguimiento de los progresos registrados, es decir, la llamada Brújula Digital o Digital Compass en inglés.
La Brújula Digital de Europa
La Comisión Europea propone una Brújula Digital para hacer realidad las ambiciones digitales de la UE para 2030. Estas ambiciones giran en torno a cuatro puntos clave:
1) Ciudadanos con capacidades digitales y profesionales del sector digital altamente cualificados: Para 2030, al menos el 80 % de todos los adultos debería tener competencias digitales básicas y debería haber veinte millones de especialistas en TIC en la UE, con más mujeres adoptando este tipo de trabajo.
2) Infraestructuras digitales seguras, eficaces y sostenibles: Para 2030, todos los hogares de la UE deberían tener conectividad de un gigabit y todas las zonas pobladas deberían estar servidas por redes 5G; la producción de semiconductores de punta y sostenibles en Europa debería representar el 20 % de la producción mundial; deberían desplegarse en la UE 10.000 nodos externos muy seguros y climáticamente neutros; y Europa debería tener su primer ordenador cuántico.
3) Transformación digital de las empresas: Para 2030, tres de cada cuatro empresas deberían utilizar servicios de computación en nube, macrodatos e Inteligencia Artificial; más del 90 % de las pymes debería alcanzar al menos un nivel básico de intensidad digital; y el número de empresas unicornio de la UE debería duplicarse. Una empresa unicornio es una compañía de capital privado (no cotizada) cuya valoración ha superado los 1.000 millones de dólares. Este término se refiere sobre todo a startups y/o empresas tecnológicas que han conseguido aumentar su valor en poco tiempo tras un gran crecimiento.
4) Digitalización de los servicios públicos: Para 2030, todos los servicios públicos clave deberían estar disponibles en línea; todos los ciudadanos deberían tener acceso a su historial médico electrónico; y el 80 % de los ciudadanos deberían utilizar una solución de identificación electrónica.
La Brújula establece una sólida estructura de gobernanza conjunta con los Estados miembros basada en un sistema de seguimiento con informes anuales en forma de semáforos. Los objetivos se recogerán en un programa político que se acordará con el Parlamento Europeo y el Consejo.
Proyectos plurinacionales
Para hacer frente mejor a las carencias de la UE en materia de capacidades cruciales, la Comisión también facilitará la rápida puesta en marcha de proyectos plurinacionales que combinen inversiones con cargo al presupuesto de la UE, los Estados miembros y la industria, y aprovechen el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y otros fondos de la UE.
En sus planes de recuperación y resiliencia, los Estados miembros se han comprometido a dedicar al menos el 20 % a proyectos digitales. Entre los posibles proyectos plurinacionales cabe citar una infraestructura paneuropea interconectada de tratamiento de datos; el diseño y despliegue de la próxima generación de procesadores fiables de baja potencia; y administraciones públicas conectadas.
«Como continente, Europa tiene que velar por que sus ciudadanos y empresas tengan acceso a un surtido de tecnologías punteras que mejoren su vida y sean más seguras e incluso más ecológicas, siempre que también tengan las capacidades necesarias para utilizarlas. En el mundo posterior a la pandemia, es así como configuraremos juntos una Europa resiliente y digitalmente soberana. Esta es la Década Digital de Europa», declaró el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton.