A la espera de cifras más recientes, 2022 fue un año récord. Se instalaron 5.641 MWp (4.701 MW) de plantas en suelo, superando en un 30% lo instalado el año anterior. Por su parte, el autoconsumo aumentó en un 108%, alcanzando los 3.008 MWp (2.507 MW). El sector de autoconsumo industrial es el que más creció en 2022 pasando de 591,9 MWp (493,23 MW) a 1.413,9 MWp (1.178,29 MW) lo que supone un 47% del autoconsumo instalado en 2022.
Los datos para 2023 en su conjunto ya apuntan hacia un crecimiento más contenido en el autoconsumo pues el ritmo de instalación de nuevos sistemas de paneles solares ha descendido, de acuerdo con la información suministrada en enero por la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA).
La instalación de renovables, aunque haya ralentizado su aumento, se ha beneficiado de incentivos y leyes favorables para la adopción de la energía fotovoltaica, como la bonificación por sistemas de almacenamiento o por rehabilitaciones de edificios. La aplicación del IVA reducido en algunos casos también ha supuesto un aliciente para un mercado que ha demostrado su resiliencia.
Pero ¿hacia dónde se dirige la industria de las renovables? ¿Cuáles son las tendencias?
Una visita a la feria GENERA 24 ofrece un buen panorama del rumbo que está tomando el sector. La Feria Internacional de Energía y Medioambiente celebró esta semana su 27ª edición en los pabellones 9 y 10 de IFEMA Madrid donde se dieron cita en una superficie expositiva de 24.000 metros cuadrados más de 500 compañías y asociaciones y se impartieron más de 90 conferencias y seminarios técnicos.
“El sector de las renovables está centrado en desarrollar tecnologías cada vez más flexibles en su implementación, más respetuosas con el medio ambiente y más económicas para hacerla accesibles a toda la ciudadanía”, subrayó el director de GENERA 24, Alberto Leal, antes de arrancar la feria. Los principales retos, estimó Leal, están en el almacenamiento detrás del contador y la hibridación con el hidrógeno verde, así como en las soluciones destinadas a lograr que el autoconsumo colectivo sea más sencillo, económico y eficiente.
Esas son las futuras líneas de actuación. Por un lado, la experimentación de nuevas tecnologías y de nuevos materiales no solo para la fabricación de celdas, placas, estructuras, palas eólicas, tubos, sino también para la optimización de los sistemas de distribución y para el complicado proceso de electrolisis que rompe la molécula de agua, separando el hidrógeno del oxígeno. En este sentido, destacan la electrolisis alcalina (AEL), la electrólisis polimérica (PEM), la electrólisis de membrana de intercambio aniónico (AEM) y la electrólisis de óxido sólido (SOEC); la primera es la más desarrollada; cada una tiene ventajas e inconvenientes. El objetivo es escalar la producción de hidrógeno verde, es decir, llevarla a niveles industriales.
Otra tendencia visible conduce a hibridar los parques fotovoltaicos y eólicos con los sistemas de almacenamiento por baterías, reformando los parques ya existentes que empiezan a estar caducos y necesitan ser reciclados y reformados tras superar su vida de uso.
La aplicación de tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial o el Big Data también está de moda entre las renovables. En GENERA 24 se presentaron baterías de almacenamiento eléctrico que se convierten en mecanismos “inteligentes” y “piensan” formas de mejorar su rendimiento, interactuando con la red de suministro. Ahí están los productos de empresas como Quantica Renovables o sonnenBatterie.
El sector está en estado de ebullición, pero se enfrenta a retos importantes, principalmente relacionados con la integración de esta nueva capacidad energética en la red nacional y la gestión de la intermitencia de la energía solar. También se precisa superar las barreras regulatorias y técnicas existentes para equilibrar la electricidad instalada con la generada pues el 18% de la posible generación se desaprovecha, según informa la citada asociación APPA.
El auge del autoconsumo individual, colectivo e industrial representa otra meta no solo para las empresas sino también para la Administración. El autoconsumo individual camina por “una senda muy saludable”, pero el autoconsumo colectivo “necesita avanzar”, admitió Carlos Montoya, jefe del Departamento Solar y Autoconsumo del IDEA, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía adscrito al Ministerio para la Transición Energética y Reto Demográfico (MINTERD). El IDEA ha sido uno de los principales colaboradores de la feria GENERA 24, donde participó Montoya para impulsar este tipo de instalaciones.
Prueba del alto interés institucional por el sector de las renovables fue la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la inauguración de GENERA 24. Sánchez estuvo acompañado de la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.
Sánchez aprovechó su intervención para dar a conocer que, en las próximas semanas, se aprobarán subvenciones a las empresas españolas para su participación en el Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI) de la industria del hidrógeno.
“Pretendemos hacer de España un referente global en la descarbonización a partir de hidrógeno verde”, dijo. “Estamos hablando de cerca de 900 millones de euros que van a financiar 10 grandes proyectos en Andalucía, Asturias, Castilla-La Mancha, Murcia, Aragón y País Vasco”, informó. La intención es “crear un gran ecosistema industrial que abarque la cadena de valor completa en nuestro país”, incluyendo la producción de electrolizadores. “Son proyectos de futuro y de presente”, concluyó Sánchez.
La producción emergente de electrolizadores está incluida en los Planes Complementarios que integran el capítulo de inversiones dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
Estos Planes son un instrumento dirigido a establecer colaboraciones entre las comunidades autónomas en acciones de I+D+i que tengan objetivos comunes basados en intereses estratégicos a nivel estatal y regional. Nacieron para crear sinergias, alinear la ejecución de fondos y establecer prioridades comunes. También sirven para favorecer la cohesión interterritorial.
La energía y el hidrógeno renovable forman parte de las ocho de interés científico-técnicas incluidas en los Planes junto con la biotecnología aplicada a la salud, las ciencias marinas, la comunicación cuántica, la agroalimentación, la astrofísica y física de altas energías, los materiales avanzados y la biodiversidad.
Los Planes Complementarios contemplan la participación de varias CCAA en un programa, con la posibilidad de participar en varios de ellos. Se logra así el aprovechamiento de capacidades e infraestructuras singulares, junto con la posible participación de empresas. Los programas tienen una duración de 2 ó 3 años, con compromisos de cofinanciación y mecanismos de cogobernanza, potenciando la transformación económica territorial.
En total, está previsto que se movilicen 466 millones de euros hasta 2025, de los cuales serán financiados 299 millones de euros por parte del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y el resto cofinanciado por las comunidades autónomas suscritas.
El objetivo del Plan Complementario de Energía e Hidrógeno Renovable es establecer, incorporar y afianzar este tipo de hidrógeno como una solución sostenible en el sistema energético español, así como avanzar en la descarbonización del transporte y la industria. El programa dispone de 92 millones de euros, aportando el Ministerio 71 millones; está integrado por 10 CCAA: Asturias, Aragón, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad de Madrid, Extremadura, Navarra y País Vasco.
Dentro del programa existen 13 líneas de actuación que afectan directa o indirectamente al mundo de la industria: la generación de hidrógeno verde a baja temperatura a partir de energía renovable o a partir de energía eólica off-shore, la generación de hidrógeno a alta temperatura a partir de energía renovable y mediante el aprovechamiento de calores residuales, la generación de hidrógeno y biometano a partir de biomasa, la generación de biocombustibles a partir de hidrógeno y CO2, el desarrollo de sistemas para el almacenamiento a presión y suministro de hidrógeno verde, usos de hidrógeno en el transporte pesado, sector aéreo y marítimo, en el sector industrial de combustión, en el sector industrial y doméstico empleando pilas de combustible, en el sector industrial para la reducción de emisiones de CO2 y como agente químico. El abanico se muestra bien amplio.
“Esa la primera vez que se dedican fondos para I+D+i entre comunidades autónomas de un mismo país. Al ser la primera vez no ha sido sencillo”, reconoció Emilio Nieto, director del Centro Nacional del Hidrógeno (CNH2), el organismo que coordina una de las líneas estratégicas de actuación.
El CNH2 fue el encargado de presentar a los ponentes de una jornada técnica encuadradas en las actividades de GENERA 24 dedicada a explicar proyectos concretos que se han acogido a estas sinergias interrregionales. La tarea primordial, explicó Nieto, ha consistido en cubrir toda la cadena de valor, potenciando las capacidades destacables que tengan más opciones de aplicación real/industrial.
La ausencia de algunas comunidades autónomas en estos Planes Complementarios se explica, según manifestó Nieto, por el “caballo de batalla” de la financiación necesaria que debían aportar las regiones.
Alfredo Ortiz, profesor en el Departamento de Ingeniería Química y Molecular de la Universidad de Cantabria (UniCan), declaró que están diseñando plantas para la implementación directa del hidrógeno verde. Hay una planta de generación de hidrógeno verde ya instalada en la UniCan que fundamentalmente suministra combustible renovable a una fábrica de caucho sintético.
Adriana García representaba a la Plataforma Oceánica de Canarias y su proyecto de una planta de producción de hidrógeno verde off shore con un presupuesto de 6 millones de euros. También instalarán una pila de combustible para dar uso a ese combustible verde. Y una estación de suministro. Todo será modulable, explicó.
Por su lado, Gonzalo Salazar, vicerrector de Relaciones con la Empresa en la Universidad de Burgos (UBU), explicó el caso castellanoleonés donde también colaboran otras tres entidades universitarias públicas junto a dos centros tecnológicos, la Fundación Centro de Automatización, Robótica, Tecnologías de la Información y de la Fabricación (CARTIF) y la Fundación para la Investigación y Desarrollo en Transporte (CIDAUT) y más de 50 empresas. Su proyecto, denominado h2metamo, se focaliza en la producción a pequeña escala de carriers o portadores de hidrógeno renovable, es decir, metano y amoniaco.
Fernando Sáez, consejero delegado de Atox Sistemas de Almacenaje, vino del Principado de Asturias y contó el proyecto que lidera su empresa, primando la generación de hidrógeno verde a través de plantas modulares y escalables mediante hidrólisis alcalina, electrolizadores que producirán combustible para hornos de secado, rebajando así el uso del gas natural. Están en la fase de demostración.
A Xabier Sevillano, técnico de Innovación del Área de Hidrógeno del Centro Nacional de Energías Renovables (CENER), le tocó el turno porque CENER coordina en Navarra una línea de actuación en materia de generación de hidrógeno a alta temperatura.
También intervino José Antonio Villajos, quien trabaja como investigador en el Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético (CIIAE), una nueva entidad asentada en Extremadura y financiada por los fondos Next Generation EU. Villajos habló del potencial de los almacenamientos subterráneos, pero teniendo en cuenta que sus condiciones y su uso pues recordó que “el hidrógeno es un gas de efecto invernadero de tipo secundario”.
Esperanza Ruiz, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), contó algunos detalles del plan GREENH2 de la Comunidad de Madrid, cuyo objetivo fundamental es vertebrar y coordinar las capacidades de I+D+i entorno a la cadena de valor del hidrógeno verde y su aplicación mediante la optimización de la conexión entre generadores de electricidad renovable y electrolizadores, técnicas innovadoras de producción de hidrógeno a alta temperatura con capacidad de operación reversible, optimización en la integración de la pila de combustible y técnicas de combustión segura de hidrógeno y sus mezclas para su uso en el sector industrial, residencial y de transporte.
Todos los participantes aplaudieron la oportunidad y las ventajas de los Planes Complementarios, así como su esfuerzo conjunto a nivel autonómico, identificando diferentes necesidades, transformando la cadena de valor y buscando medidas que tengan impacto a corto plazo. “La verdad es que ha sido un acierto”, opinó el representante de Atox. “En el caso de Asturias nos ha permitido crear consorcios donde participan tanto industria e ingenierías como investigación”, subrayó Sáez.
Precisamente Cristina Lausin, investigadora en ArcelorMittal, explicó el proyecto de otro consorcio asturiano donde la empresa multinacional siderúrgica participa como líder. El consorcio llamado Hydrogen Hub Asturias, formado por nueve empresas, centros de investigación y universidades, contempla la creación de una planta piloto para probar la aplicación del hidrógeno a procesos industriales. “No se trata de apagar el gas natural y encender el hidrógeno. Es algo más complicado porque estamos cambiando las condiciones del proceso y esto puede afectar a los rendimientos”, señaló Lausin.
Pedro Casero, de la Fundación Hidrógeno Aragón, indicó que están ampliando una de las primeras hidrogeneras montadas en España, en uso desde hace 10 años. “La estamos actualizando para poder suministrar a 700 bares a vehículos ligeros”, declaró.
La investigación sobre nuevos materiales para pilas de combustible y electrolizadores supuso el objeto de otra mesa de expertos técnicos compuesta por Catalina Biglione, de IMDEA Energía; Teresa Pérez Prior, profesora de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), Sandra Herrero, de la empresa H2GREEM; Berta Moreno, investigadora del Repsol Technology Lab; y Javier Dufour, catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).
Herrero, por ejemplo, representaba a H2GREEM, una startup nacida en 2020 que fabrica electrolizadores PEM a medida, de manera modular, de hasta 1 MW de potencia, integrando innovación, diseño e ingeniería.
Moreno dijo que Repsol es el mayor productor y consumidor de hidrógeno (gris) de la Península Ibérica. “Las tecnologías que consideramos más maduras para la producción de hidrógeno renovable siguen presentando todavía retos importantes sobre todo cuando intentamos llevarlas a instalaciones a gran escala”, recalcó. Para ellos es importante aumentar la eficiencia y la durabilidad de los electrolizadores.
Finalmente, Dufour, quien investiga para el IMDEA, aportó una visión holística, subrayando las dos amenazas a las que se enfrenta, en su opinión, el “despertar de la economía del hidrógeno”: una es la posible prohibición de las sustancias perifluoradas y polifluoradas; la otra, la dependencia de materiales críticos o estratégicos.
Las jornadas técnicas, en general, abordaron, en tres intensos días de feria, prácticamente todos los temas imaginables vinculados al sector: gases renovables, simbiosis energética, descarbonización industrial, baterías inteligentes, futuras crisis del autoconsumo, integración de la energía renovable, presente y futuro de la energía de concentración solar, autoconsumo eólico, biomasa y gases renovables, energías marinas, redes eléctricas, infraestructuras de carga de vehículos eléctricos…
Además de IDEA, contribuyeron en GENERA 24 las principales entidades y asociaciones del sector de la energía y las renovables como las asociaciones de cogeneración ACOGEN y COGEN España, la Asociación Empresarial Eólica (AEE), la Asociación de Empresas de Redes de Calor y Frío (ADHAC), la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2), la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (AELEC), la Asociación Española de Baterías y el Almacenamiento Energético (AEPIBAL), la Asociación de Empresas de Mantenimiento Integral y Servicios Energéticos (AMI), la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos (ANESE), la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), la Asociación Española de Almacenamiento de Energía (ASEALEN), la Asociación de Empresas Eléctricas (ASEME), la Asociación Solar de la Industria Térmica (ASIT), la Asociación Técnica Española de Climatización y Refrigeración (ATECYR), la Asociación Técnica Española de Galvanización (ATEG), la Asociación de Empresas de Eficiencia Energética (A3e), el Centro Nacional de Energías Renovables (CENER), la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica (CIDE), el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), la Asociación de los Agentes y Empresas Eléctricas y de Servicios Energéticos (ENTRA), la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Eléctricas, Telecomunicaciones y Climatización (FENIE), el Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA), la Oficina Española del Cambio Climático (OECC), la Asociación Española del Gas (SEDIGAS), el Clúster de la Energía Solar (Solartys) y la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), entre otras.
En resumen, una formidable plataforma de negocios e industria, pero también de transferencia de conocimiento entre empresas y universidades.
Una de las secciones de GENERA 24 más interesantes era la denominada Galería de Innovación que reunió, un año más, una selección de proyectos novedosos con un claro componente de innovación tecnológica, llevados a cabo por empresas expositoras y organismos públicos y privados.
Algunos de los proyectos y diseños más llamativos expuestos eran la marquesina fotovoltaica para autoconsumo de la firma Circutor, el sistema de placas solares para terrenos en pendientes desarrollado por la empresa de montajes mecánicos Cameto, el invernadero solar de Oso Polar, el generador solar móvil sin necesidad de construcción de Lone Lighthouse o una tecnología innovadora de energía solar térmica para descarbonizar los procesos industriales de alta temperatura creada por la firma Odqa España y que va a ser testada en las instalaciones singulares de IMDEA.