¿Qué grado de digitalización podemos decir que tenemos en las empresas industriales españolas con respecto a Europa y otros países del mundo?
La integración de tecnologías digitales en nuestro país es uno de los aspectos en los que hemos visto avances más importantes desde que comenzamos a implementar nuestra Agenda España Digital 2026.
Hemos de tener en cuenta que casi el 99% de las empresas en nuestro país son pymes y autónomos, empresas que, dada sus características y recursos, poseen un nivel de intensidad digital por lo general inferior a las más grandes. Esa es la naturaleza de nuestro tejido empresarial y las condiciones de partida sobre las que sabemos que debemos trabajar.
En el último Digital Decade Report, España sigue creciendo por encima de Europa en indicadores clave como las pymes que venden online, que resalta diez puntos por encima de Europa, o las competencias digitales en las que España está por encima de la media europea, no sólo en las consideradas como básicas, si no también en las avanzadas.
¿Qué políticas han desarrollado para acompañar a la pyme en la necesaria transformación digital?
Hemos puesto en marcha el Plan de Digitalización de Pymes, dotado con hasta casi 5.000 millones de euros de los Fondos Europeos Next Generation UE. Un Plan ya en pleno despliegue dentro del que ha destacado el éxito de programas orientados a la digitalización del tejido empresarial de pequeñas y medianas empresas, como el del Programa Kit Digital.
Lo que propone el Kit Digital es ofrecer soluciones innovadoras y personalizadas a cada pyme y cada autónomo de nuestro país a través de los llamados agentes digitalizadores. Las empresas han realizado un test de autodiagnóstico para conocer en cada caso qué soluciones digitales se adaptaban a sus características y a partir de ahí comenzar a trabajar en procesos de integración de las mejores herramientas digitales de cara a hacer crecer y prosperar a cada negocio. Estas soluciones se han implementado a través de la concesión de bonos digitales que van de los 2.000 a los 12.000 euros para invertir en las herramientas que más se adapten a cada empresa.
El Kit ha tenido además una función que ver fundamentalmente con una toma de conciencia por parte de las pequeñas y medianas empresas de que su futuro, su progreso como negocio, pasa una necesaria reconversión digital que eleve la productividad, eficiencia y competitividad de su modelo. Es decir, es un cambio estructural, pero también cultural. Una sensibilización sobre cómo lo digital está marcando el paso del progreso económico que hemos querido también apoyar con nuestro programa Generación D Pymes, orientado a la capacitación digital.
¿Qué primer balance se puede extraer de Kit Digital?
El balance que extraemos es enormemente positivo. Hasta la fecha, el programa Kit Digital ha concedido cerca de 280.000 ayudas lo que supone que alrededor de 1.300 millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation EU han llegado a las pymes españolas para implantar soluciones básicas de digitalización. Hay un dato muy ilustrativo que lo dice todo, el Kit se ha convertido en el programa de ayudas a la digitalización de pymes más demandado de la historia de nuestro país.
Este éxito ha sido en gran parte gracias al catálogo de más de 10.700 agentes digitalizadores que han formado parte del programa. Pero también al uno de un sistema de tramitación muy innovador usando herramientas de robotización que ha reducido la carga burocrática, disminuido el número de documentos a presentar y acortado los plazos de concesión.
Hace tan solo unos días lanzamos una nueva convocatoria del Kit dirigida a comunidades de bienes, sociedades civiles con actividad mercantil, sociedades civiles profesionales y explotaciones agrarias de titularidad compartida, con la que queremos dar continuidad a este éxito que está transformando nuestro tejido empresarial para siempre.
¿Qué sectores industriales son los más digitalizados y aquellos en los que hay que incidir más?
En nuestro país existe una distancia importante en términos de digitalización entre aquellas empresas que por su naturaleza y el sector en el que se enmarcan cuentan con un mayor grado de madurez digital, es decir, las del sector TIC, y las que no. El objetivo de la estrategia de digitalización que desde el Gobierno llevamos tres años poniendo en marcha es centrarnos de forma especial en abordar una transformación digital que apueste por la transversalidad, por abordar de manera prioritaria la digitalización de aquellos sectores en los que aún la tecnología no ha pasado a ser un factor estructural y que presentan un mayor potencial de integración y crecimiento, como pueden ser la metalurgia, la alimentación, el textil, la madera, las artes gráficas o la construcción.
El informe del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), Tecnologías digitales en la empresa analiza la transformación digital de las empresas españolas en aspectos clave como el uso de tecnologías emergentes, la relación con la ciberseguridad o cómo se aborda el impacto medioambiental. Su principal conclusión es que la transformación digital de los procesos de negocio toma fuerza en el tejido empresarial español. Un 31,8% de empresas españolas hace uso del cloud computing, el 13,9% analiza big data y un 11,8% ha implementado inteligencia artificial. Además, un 7,8% de las empresas emplea robots en sus procesos de negocio y el 30% realiza ventas en línea.
¿Es la transformación digital una oportunidad de la llamada España vaciada?
Desde que comenzamos a diseñar la estrategia de digitalización que creíamos más necesaria para nuestro país tuvimos muy claro que todas las medidas que pusiéramos en marcha debían tener una vocación integradora y transformadora en lo social. Creemos que el desarrollo y la integración de la tecnología solo puede tener un camino: el de ponerse al servicio de las personas y su progreso económico y social. Enmarcada en esta premisa, la vertebración territorial y la dinamización de las zonas rurales y la llamada España vaciada es un objetivo clave.
En este sentido, hemos puesto en marcha proyectos como el programa RETECH, un plan que entiende lo digital como un elemento transversal, como una política de Estado capaz de permear a todo el territorio, a todos los sectores económicos y a todas las dimensiones sociales. El objetivo de esta iniciativa es el de articular diversos proyectos regionales orientados a la transformación y especialización digital partiendo como premisa del impulso a la colaboración y la cooperación entre los distintos territorios a través proyectos conjuntos y complementarios.
Lo que buscamos con RETECH es fomentar el liderazgo y la cogobernanza en el impulso de proyectos tractores de alto impacto territorial y económico, como por ejemplo los que se enmarcan dentro de la innovación en el sector de la IA (RETECH IA) en el que ya hemos aprobado 13 proyectos por valor de 258 millones de euros.
Si nos seguimos fijando, por ejemplo, en las pymes, existen más de 200 oficinas Acelera Pyme a lo largo y ancho del territorio, para acompañar a estas empresas en su transformación digital. De estas 200, muchas son oficinas Acelera Pyme en entornos rurales.
¿Cómo evalúa este comienzo de la generalización del uso de la inteligencia artificial y particularmente en las empresas?
La integración de la IA en nuestra forma de producir, de crear, de consumir, de gestionar recursos e incluso de relacionarnos socialmente es un fenómeno imparable que va a seguir creciendo de manera exponencial por un motivo evidente: está haciendo nuestra vida más fácil en muchos aspectos. Ejemplos como la popularización del Chat GPT es la muestra de la democratización de la IA y su incorporación a nuestro día a día en aplicaciones que mejoran la vida de las personas y aumenta la calidad en su labor profesional.
La IA es, ante todo, una herramienta que complementa y aumenta la productividad en nuestra labor como profesionales. Que nos ayuda a automatizar procesos, a mejorar nuestra eficiencia, nuestra toma de decisiones, a liberar tiempo de trabajos más repetitivos, etc. A nivel empresarial estos avances van a llevar a cambios de modelos y restructuraciones del trabajo que deben conducir a una mayor productividad a través de la integración de la IA en las cadenas de valor de nuestra economía, el principal objetivo con el que pusimos en marcha nuestra Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial.
Según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), solo el 8% de las empresas españolas usaba esta tecnología en 2022.
Nuestra labor como Gobierno está siendo el ofrecer a nuestras empresas todas las herramientas e información para integrar la IA de la forma más orgánica y holística posible dadas sus posibilidades, así como establecer los mecanismos regulatorios y las normativas adecuadas para que las posibles repercusiones negativas de estos avances sean las mínimas posibles. Un trabajo en el que hasta el momento estamos obteniendo resultados muy ilusionantes y positivos.
¿Cómo considera que será el impacto de la computación cuántica? ¿Estamos preparados en España?
Se trata de una tecnología que está todavía en fases iniciales, pero que sin duda presenta un potencial transformador enorme que puede cambiar para siempre la forma que tenemos de entender el mundo de la computación. Hablamos de ordenadores que van a tener capacidad para multiplicar la potencia de los actuales sistemas. Para hacernos una ligera idea, si un superordenador actual puede hacer millones de operaciones con bites, uno cuántico puede ejecutar trillones.
Hay estudios que ya estiman que la computación cuántica tendrá un valor de mercado global de un billón de dólares en 2035, e incluso hay entidades que prevén que se podría alcanzar esa cifra ya en 2028, y que podría haber entre 2.000 y 5.000 computadoras cuánticas en el mundo en 2030. Desde el Gobierno de España hemos identificado ese potencial y estamos desplegando una apuesta sin precedentes por una tecnología en auge y que consideramos que va a marcar el rumbo de la digitalización en la próxima década. Un rumbo que queremos liderar.
A través del programa Quantum Spain, hemos apostado por el desarrollo de un ecosistema nacional de computación cuántica avanzada para la IA y de algoritmos cuánticos para su aplicación a casos de uso reales. El objetivo es ambicioso e ilusionante: queremos convertir a España en el nodo cuántico del sur de Europa.
Esta iniciativa, basado en un modelo de cooperación público-privada, cuenta con una inversión inicial de 22 millones de euros y se prevé que alcance los 60 millones de euros de inversión a través de la participación en diferentes iniciativas europeas. Y contamos para su desarrollo con un centro público referencia a nivel internacional como es el Barcelona Supercomputing Center, que ha sido seleccionado para albergar y operar los primeros ordenadores cuánticos EuroHPC.4 desarrollado en el 100% por empresas europeas, con componentes europeos.
¿Cómo hay que abordar la necesidad de nuevos profesionales?
Volviendo a la primera pregunta, como os decía, España está superando a Europa ya en la adquisición de competencias básicas y avanzadas, según el Digital Decade Report.
El fomento de las competencias digitales, tanto básicas como avanzadas, sigue siendo uno de los aspectos en los más tenemos que seguir mejorando y realizando avances que nos posicionen a la altura de los países que nos queremos parecer y de las ambiciosas reformas e inversiones que estamos realizando. Aún seguimos arrastrando una importante brecha entre la demanda y la oferta de perfiles de especialistas TIC que nuestro país necesita para abordar estas profundas transformaciones en clave digital que estamos afrontando.
Contamos para ello con un ambicioso Plan Nacional de Competencias Digitales con una visión trasversal con el objetivo de elevar el nivel general de nuestras capacidades como sociedad, con el objetivo de alcanzar la meta del 80% de ciudadanos con competencias básicas.
Además, para la capacitación en concreto de trabajadores y directivos de pymes, hemos puesto en marcha dos iniciativas de upskilling y reskilling enmarcadas dentro del llamado Pacto por la Generación D. Por un lado, el plan Generación Digital Pymes, destinado a la formación y mentorización en transformación digital para personas de equipos directivos y cualificación de personas empleadas en pymes. Y por otro la iniciativa Generación Digital Agentes del Cambio, orientado a formar a jóvenes desempleados y a trabajadores de pymes para ser los expertos que contribuirán al proceso de digitalización de las pequeñas y medianas empresas.
