ENTREVISTA

Oriol Roig, TÜV SÜD: “España está dando un salto hacia delante con mucho impulso para implantar medidas sostenibles”

La Asociación sin ánimo de lucro Textile Exchange concedió hace unos meses a la empresa TÜV SÜD la acreditación para el ensayo y certificación de productos textiles reciclados. Oriol Roig, global key account manager de consumer products y retail de TÜV SÜD, explica en entrevista con industry TALKS que esa titulación "nos da la capacidad por una empresa reconocida internacionalmente de certificar que estas compañías cumplen con lo que publicitan. Al final estamos trabajando mucho para evitar el 'green whasing', aquellas que se van autodenominando sostenibles, pero no tienen detrás nada de verdad que les acredite".

¿En qué industrias en España desempeña su actividad TÜV SÜD?

Aquí en España tratamos empresas de muy diferente tipo. Desde grandes compañías que se dedican a energía, a química, procesos industriales… La verdad que tenemos mucha capacidad de ofrecer servicios a empresas muy diferentes incluso realizamos ITVs.

¿En qué consiste la concesión de acreditación en materia de economía circular por parte de la asociación Textile Exchange?

Textile Exchange es una organización sin animo de lucro cuya finalidad, entre otras cosas, es trabajar para que en el sector textil y calzado se reduzcan las emisiones y la contaminación. Textile Exchange ha elaborado a lo largo de los años procedimientos y entre los que tiene están los de certificación de contenido del reciclado y de manufactura de procesos. TÜV SÜD ayuda a mantener la cadena de custodia para poder asegurar que el producto final tiene ese contenido reciclado, que la marca está publicitándola porque al final el tema del contenido reciclado es un proceso largo y que se puede llegar a perder por el camino. Nos gusta comprar un producto que tiene un alto contenido en materia prima reciclada, pero como el proceso se realiza muchas veces en diferentes países, hay que asegurar que este contenido se mantiene a lo largo del tiempo, que no se produce ningún tipo de fraude. Esta certificación nos da la capacidad, por una empresa reconocida internacionalmente, de que estas empresas cumplen con lo que publicitan. Al final estamos trabajando mucho para evitar el ‘green whasing’, que empresas se vayan autodenominando sostenibles, pero no tengan detrás nada de verdad que les acredite eso.

¿Cómo se compatibiliza la implantación de la economía circular en la producción de la ‘fast fashion’ sin que afecte a la rentabilidad de la industria textil?

Últimamente, la Unión Europea se está enfocando mucho entre otras industrias en el tema de textil, porque es una de las que más contaminaba a nivel mundial. No es nada extraño que la materia prima como el algodón se fabrique en China, se acabe tejiendo en la India y se termine vendiendo en el país industrializado de turno. Esto se ha promovido mucho a través del ‘fast fashion’, el poder tener una colección diferente cada 15 días, produce productos de menos calidad y la Unión Europa está incidiendo en esto. Por ello, modelos de negocio como en ‘fast fashion’ están cambiando.

Las mayores empresas son conscientes de ello y están invirtiendo mucho en cambiar este modelo de negocio porque no va a ser viable. La compatibilidad en este momento es simplemente un periodo de transición desde el ‘fast fashion’ hasta algo que va a tener que cambiar. La Unión Europea nos está exigiendo que las prendas tengan mas durabilidad, que los productos sean reparables, que tengan una vida útil mayor. Lo de la obsolescencia programada, lo de consumir y destruir, esto realmente está cambiando ya actualmente.

Nosotros, la sociedad, estamos empezando a cambiar la mentalidad, los productos van a ser más caros pero ese cambio de la consciencia, la gente mas joven ya lo está demandando, tiene este concepto más arraigado de ecología. No es una época de cambio, sino que es un cambio de época.

¿Qué grado de implantación de medidas sostenibles tiene la industria española con respecto a la alemana, donde tienen su sede?

Alemania ha empezado antes a hacer esta transición. Este concepto está más arraigado en la sociedad alemana. Es un poco más consciente de que esto tiene que cambiar. Desde hace ya bastantes años, se invierte mucho en energías renovables, llevan más de tiempo, la sociedad es más madura, pero es cierto que nosotros venimos de más atrás, pero estamos dando un salto hacia adelante con muchas ganas, con mucho impulso.

Ustedes realizan también análisis de seguridad de procesos industriales, ¿es suficiente y clara la legislación española de cara al establecimiento procesos seguros en las factorías?

Al final nosotros trasponemos la legislación que viene de Europa. Igual en lo que tenemos que hacer más hincapié o tener mas fuerza es en esa inspección de que ésta legislación está implementada en las empresas. A veces la legislación suele ser compleja y, por el tipo de empresas españolas, pueden tener dificultades, pero al final es necesario que haya por parte del control interno, una supervisión de que esta legislación se está realizando correctamente. Para crear una competencia sana, el supervisar por parte del estado que las empresas apliquen correctamente la legislación vigente es una cosa que yo creo que se tiene que incrementar por el buen funcionamiento del sistema.

¿Están haciendo hincapié en fomentar entornos también ciberseguros?

Sí, la verdad que tenemos un departamento única y exclusivamente dedicado al tema de la ciberseguridad. Y esto es así porque cada vez tenemos más equipos conectados a internet. Hay una cantidad de datos nuestros que pueden estar expuestos de mil maneras que nos obliga a tener un departamento dedicado exclusivamente a la ciberseguridad. Al igual que tenemos un departamento de inteligencia artificial porque es lo que ya tenemos, el futuro que tenemos aquí.

En relación a la transición energética, ¿qué medidas pueden tomar las plantas industriales para reducir el coste energético?

Nosotros cuando vamos a visitar una empresa y explicamos las cosas que pueden hacer en el entorno de la sostenibilidad intentamos adaptarnos a la necesidad de cada empresa. Estamos hablando de implementar conceptos de sostenibilidad, cada empresa tiene sus idiosincrasia y entonces se pueden atacar unos temas más fáciles que otros. Un tema que nos preocupa es la producción energética. Hay una primera parte que realizamos en cuanto a la evaluación de cómo se está consumiendo esta energía y a partir de aquí intentamos ofrecer soluciones a través de paneles solares, generación por viento… Hay muchas soluciones, eso dependerá de cómo sean las empresas.

¿Cuándo podremos hablar en España de la generalización de las ‘smart factories’?

Las ‘smart factories’ es un campo amplio y desde luego venimos de la tradición manufacturera bastante manual. Y la transición la estamos cogiendo poco a poco pero con ganas. Es difícil aventurarse  a una fecha en concreto, pero desde luego en temas de competencia estamos avanzando rápidamente.

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