ENTREVISTA

Pedro Antonio Martín, director general de Ilunion Economía Circular: “Los materiales más sostenibles son los biodegradables, pero no siempre pueden utilizarse. Es donde entran en juego los materiales reciclados”

A pesar de que los materiales “más sostenibles” son los biodegradables, estos no siempre pueden ser empleados por la industria, por lo que son empleados los materiales reciclados. Entre estos últimos se encuentra el hierro, el acero, el cobre, el aluminio, el bronce o el latón, materiales de uso intensivo que pueden ser reciclados y reutilizados de manera ilimitada sin perder propiedades. Así lo explica a industry TALKS Pedro Antonio Martín, director general de Ilunion Economía Circular, empresa encargada de ofrecer servicios en línea con la sostenibilidad de los modelos de producción y consumo tradicionales.

El reciclaje de productos eléctricos y electrónicos es importante, pero también lo es el proceso de fabricación, ¿cómo pueden los fabricantes de estos productos ser sostenibles en este proceso?

La sostenibilidad tiene que estar presente en todas y cada una de las decisiones que se toman en una organización. Un fabricante de equipos eléctricos y electrónicos tiene que plantearse, al menos, dos cuestiones importantes: la primera, cuál es su huella de carbono como organización y, la segunda, cuál es la huella de carbono de cada uno de los productos que fabrica. En concreto, esta segunda cuestión debe tener en cuenta el ciclo de vida completo del producto, desde el origen de las materias primas hasta el momento en el que hay que deshacerse de él y reciclarlo.

Es muy habitual limitar el análisis de la sostenibilidad al entorno que se tiene más controlado, el primer nivel de proveedores, la propia fábrica y sus procesos, el primer eslabón de los canales de distribución… Pero hay que ampliar el foco y realizar algunas preguntas interesantes como: ¿se puede actualizar o reparar el dispositivo para que siga siendo útil?, ¿se puede reciclar correctamente?, ¿cómo de fácil es reciclarlo? ¿he utilizado materias primas recicladas, sostenibles o biodegradables en su fabricación? ¿utilizo proveedores de proximidad para reducir la huella de carbono y crear impacto positivo en mi entorno cercano? ¿diseño el producto para que dure lo máximo posible?

Son cuestiones clave, en mi opinión.

¿Qué materiales son los más sostenibles para la realización de productos eléctricos y electrónicos?

Los materiales más sostenibles son los biodegradables, pero no siempre pueden utilizarse en la industria. Entonces es donde entran en juego los materiales reciclados. Hay materiales de uso intensivo como por ejemplo el hierro, el acero, el cobre, el aluminio, el bronce o el latón, que pueden ser reciclados y reutilizados un número ilimitado de veces sin perder sus propiedades.

El plástico también se puede reciclar, pero con unos límites que dependen de su composición y tipología, porque no todos los plásticos se comportan igual y van perdiendo propiedades.

¿Cómo pueden las plantas de fabricación reutilizar estos productos?

El material reciclado que sacamos de nuestras plantas de tratamiento de RAEE llega a las fundiciones, que lo incorporan en su proceso de fabricación de nuevos lotes de producto. Estos nuevos lotes de cobre, hierro, aluminio o acero llegan a los fabricantes de aparatos eléctricos y electrónicos como materia prima para la fabricación de los nuevos equipos.

¿En qué consiste los métodos de reciclaje que aplican en sus fábricas?

El proceso de reciclaje comienza realmente con la retirada del residuo en el origen, porque nosotros tenemos que garantizar la correcta gestión integral del residuo y esa correcta gestión comienza, en primer lugar, al garantizar el correcto transporte del residuo desde el origen hasta nuestra planta, asegurando que el residuo no se deteriore en el camino. En segundo lugar, debemos realizar un correcto almacenaje que evite riesgos como por ejemplo de filtraciones contaminantes al terreno. Y, por último, realizar un correcto tratamiento del residuo, mediante el cual separamos y confinamos los materiales contaminantes que contienen del resto de los materiales que serán reaprovechados.

En esta última fase, cada residuo lleva un proceso de reciclaje específico, porque no es lo mismo descontaminar y reciclar un frigorífico que una TV de rayos catódicos. Por eso, en nuestras plantas contamos con varias líneas de tratamiento:

  • Línea de aparatos de frío, Frigoríficos y Congeladores.
  • Línea de TV de tubo de rayos catódicos y monitores.
  • Línea de TV planas.
  • Línea de Gran Aparato.
  • Línea de Pequeños Aparatos.
  • Línea de Informática.

En todas ellas se realiza un primer desmontaje manual, seguido de un proceso automatizado de trituración y clasificación mecánica de materiales, de manera que al final del proceso extraemos de forma separada los diferentes materiales de los que están compuestos los RAEE, principalmente hierro, cobre, aluminio, plásticos y pellets de PUR.

A cierre de 2022, hemos transportado más de 60.000 toneladas de RAEE y más del 40% de los kilómetros recorridos han sido realizados por vehículos sostenibles, lo que nos ha permitido reducir la huella de carbono, evitando la emisión de más de 160 toneladas de CO2 y posicionándonos como referente del transporte sostenible en el sector. Pero, además, hemos recuperado en nuestras plantas más de 14.800 toneladas de materiales procedentes de los RAEE y hemos dado empleo a 171 personas, 108 de ellas, con discapacidad.

Porque en ILUNION somos un referente en la creación de puestos de trabajo estables y de calidad para personas con discapacidad. Por ejemplo, en nuestra planta de La Bañeza, que es CEE, más del 85% de la plantilla tiene alguna discapacidad y trabajamos constantemente a través de nuestra unidad de apoyo para facilitar su integración laboral, generar entornos cada vez más accesibles y adaptados y potenciar su formación y polivalencia para aumentar su autonomía.

¿Qué implica la economía circular de la electrónica?

Se podría decir que la economía circular aplicada a la electrónica supone garantizar, por un lado, la extensión de la vida útil de cada dispositivo mejorando su diseño, fabricación y reutilización y, por otro lado, el reaprovechamiento de los materiales de los que están compuestos una vez que se desechan.

Para ello, el ecodiseño es un elemento fundamental. En la fase de diseño se toman decisiones tan importantes como, por ejemplo, si se van a usar materiales reciclados, cómo de sencillo es desmontar un equipo para facilitar su reutilización o reciclaje, el nivel de estandarización de los componentes para asegurar una mayor tasa de reutilización de los productos y de sus componentes, si se van a utilizar materiales de calidad para alargar la vida útil lo máximo posible y evitar la “obsolescencia programada” o si los productos van a permitir actualizaciones y reparaciones, en lugar de simples sustituciones.

En cuanto a la reutilización, que es dar una segunda y una tercera vida a cuantos más equipos mejor, es fundamental implantar procesos de reacondicionamiento que garanticen la calidad del producto final, porque no olvidemos que el usuario es quien toma la decisión de elegir un equipo reacondicionado en lugar de un equipo nuevo.

Y, por último, el reciclaje, un área que no puede desarrollarse sin inversión en nuevas tecnologías, que deben estar adaptadas al tratamiento de cada tipología de residuo para recuperar el máximo de material y con el mayor estándar de calidad y reducir a la mínima expresión la eliminación a vertedero.

Desde el punto de vista de I+D+i, ¿en qué se trabaja para la sostenibilidad de la electrónica?

En mi opinión, es necesario impulsar la I+D+i para conseguir solucionar algunos de los problemas que tenemos en el sector del reciclaje de RAEE actualmente, como por ejemplo los plásticos con retardadores de llama, muy presentes en muchos de nuestros equipos electrónicos.

Esta preocupación, ha llevado al área de Innovación de Ilunion a promover en las universidades y en colaboración con U4impact proyectos de innovación abierta en los procesos de reciclaje de residuos, específicamente en el tratamiento y reciclaje de dos materiales, los plásticos halogenados (retardantes de la llama) y el poliuretano. Ambos tienen una difícil vuelta al circuito productivo y se extraen de las más de 15.000 toneladas productos eléctricos y electrónicos que se reciclan en nuestras dos plantas, situadas en Campo Real (Madrid) y La Bañeza (León). Esperamos que esta colaboración con las universidades abra la puerta a nuevas soluciones de reciclaje de estos productos.

¿Cómo pueden las plantas industriales implementar su economía circular?

En términos generales, yo comenzaría por hacer un análisis de la situación de partida de la empresa y por fijar un objetivo de resultados cuantificables y un plazo para alcanzarlos. A partir de ahí, se puede definir un plan de acciones realista, que deberá contar con recursos económicos y de personal dedicados a la consecución de sus objetivos, para lo que es imprescindible el compromiso de la alta dirección. Si no se dedican los recursos necesarios, es difícil que un plan avance eso lo tenemos claro en muchas de las áreas de gestión, como operaciones o comercial, pero para la sostenibilidad y la economía circular también aplica.

Añadiría la búsqueda de alianzas en el sector, en la cadena de valor y entre los grupos de interés, para generar un ecosistema colaborativo que ayude a repensar partes de nuestro modelo de negocio. Algunos temas por evaluar podrían ser los siguientes:

  • Suministro circular: utilizar energías renovables e insumos totalmente reciclables o de base biológica.
  • Recuperación de recursos: recuperar recursos útiles de los materiales, subproductos o residuos.
  • Extensión del ciclo de vida de productos: extender los ciclos de vida de productos por medio de su reparación, actualización y venta, así como a través de la innovación y el diseño del producto.
  • Plataformas de intercambio: conectar a los usuarios del producto entre sí y fomentar el uso compartido, el acceso o la propiedad.
  • Productos como un servicio: alejarse de la propiedad del producto y ofrecer a los clientes acceso pagado a éstos permite a las empresas conservar los beneficios de la productividad de los recursos circulares.

¿La denominada ‘crisis de los chips’ ha dado lugar a nuevos sistemas de reutilización de los ya existentes?

La ‘crisis de los chips’ ha hecho que todos nos demos cuenta de que lo que algunas voces venían denunciando hace tiempo, el consumo desmedido y su impacto en la sobreexplotación de los recursos naturales del planeta se han hecho realidad. Los avances tecnológicos que estamos viviendo se sustentan en el consumo de materiales que, en muchos casos, son ya de por sí escasos en el planeta y, por tanto, si no nos preocupamos por asegurar su reutilización corremos un riesgo real de desabastecimiento.

Pero a esto tenemos que añadirle la variable geoestratégica, no sólo es cuestión de cantidad, sino también de dónde están esos materiales y quien tiene acceso a ellos. De todos es sabido que Europa es altamente dependiente de terceros países en cuanto a materias primas críticas se refiere y es por eso que cobra aún más relevancia que seamos capaces de reciclar y reutilizar lo máximo posible. Es la forma de mitigar nuestra dependencia de terceros países en un tema tan estratégico como éste.

¿Qué beneficios pueden las compañías obtener mediante el reciclaje de estos materiales?

Se pueden obtener infinidad de beneficios. Desde el punto de vista normativo, asegurar el perfecto cumplimiento de la normativa medioambiental vigente en materia de gestión de residuos eléctricos y electrónicos, de pilas y acumuladores y de envases y residuos de envases. Desde el punto de vista reputacional, asegurar un mayor alineamiento con los criterios ASG, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y con las agendas en materia de sostenibilidad y de reducción de huella de carbono. Y, desde el punto de vista estratégico y económico, como ya hemos comentado, evitar una sobre dependencia de terceros países en el acceso a materias primas críticas. Por no mencionar los efectos positivos en el medio ambiente de los que nos beneficiamos todos los que habitamos este planeta cuando aseguramos la correcta descontaminación y reciclaje de todos los residuos y en particular de los RAEE.

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