Este estudio académico recoge “el impacto económico y social de las inversiones realizadas con sus prestamos participativos”. En esta ocasión, informan que el universo analizado corresponde a 5.189 empresas entre 2005 y 2018.
En el análisis, se ha estudiado a la evolución desde la recepción del primer prestado hasta 2020 tanto “en términos agregados como con contrastes estadísticos de diferentes medidas”. En cuanto al segundo planteamiento, explican que se realiza a través de la comparación con el desempeño de empresas similares, que no recibieron financiación ENISA, analizando “la supervivencia y el éxito en el colectivo de empresas considerado”.
Un total de 4.288 empresas, 83% de la población, el efecto agregado hasta el tercer año de la recepción del préstamo, “confirma la creación de 13.827 puestos de trabajo”, una cifra que “amplía hasta 30.863 al extender al análisis hasta el año 2020”.
En cuanto al coste de los recursos, exponen que 478 millones de los 821,9 millones de euros prestados “ya habían sido recuperados” en forma de reembolso hasta julio de 2022. Aseguran que el resultado es “un efecto multiplicador del préstamo sobre la inversión en activos totales de 12,9 veces el importe prestado”. Una cifra que, en caso de los activos inmateriales, “es de tres veces el importe prestado”.
A través del seguimiento de la actividad generada, el informe incluye “una estimación del efecto indirecto” sobre la recaudación en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), en la Seguridad Social y en el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), entre 2012 y 2020. En esta línea, concluyen con que estos resultados “muestra valores, netos de los que hubiera generado el grupo de control, de 543 millones en el IRPF, 874 millones en Seguridad Social y 2.971 millones en IVA”.