En este escenario, es conveniente para la industria del plástico y, concretamente, para la del masterbacth, disponer de un sistema riguroso de control de calidad para garantizar un resultado óptimo del producto final. Todo el proceso de producción debe estar sujeto a un análisis a lo largo de toda la cadena, pasando por diferentes estados de bloqueo y reanudación que garanticen que las especificaciones sean las indicadas en cada momento.
La calidad como sinónimo de sostenibilidad a largo plazo
El control de calidad durante la producción de masterbatch es importante para la sostenibilidad por varias razones. En primer lugar, garantiza que los materiales utilizados en la producción de masterbatch son de alta calidad y no contienen sustancias dañinas para el medio ambiente.
En segundo lugar, el control de calidad asegura que el proceso de producción se realiza de manera eficiente y con el mínimo desperdicio de materiales y energía. Esto no solo reduce los costes de producción, sino que también disminuye la cantidad de residuos generados, lo que tiene un impacto positivo en el medio ambiente.
Por último, el control de calidad durante la producción de masterbatch ayuda a garantizar que los productos finales cumplen con las normas y regulaciones ambientales, lo que contribuye a la sostenibilidad a largo plazo. En resumen, es esencial para asegurar la sostenibilidad ambiental, económica y social de la industria del masterbatch y de la cadena de suministro en su conjunto.
Garantizando la sostenibilidad y la excelencia en la producción
Todo debe comenzar con la validación de la materia prima a su recepción. A partir de ahí, los componentes de la fórmula se pesan y verifican para conjugar la fórmula. Ya en el proceso de dispersión del pigmento se deben realizar nuevos controles de calidad y especificaciones, analizando diferentes parámetros como el color, el aspecto de la granza y su uniformidad, la regularidad de color, densidad y homogeneidad del producto.
También conviene prestar atención durante el control de calidad a la estabilidad térmica del PVC, la cual se logra mediante la adición de estabilizantes a la mezcla. Los estabilizantes son compuestos químicos que ayudan a prevenir la degradación térmica del PVC cuando se expone a altas temperaturas durante el proceso de extrusión o moldeo y también una vez se encuentra en el producto final.
Análisis de datos, trazabilidad y control preventivo
El control de producción y calidad es importante que esté digitalizado, con una comunicación directa con las extrusoras para analizar el producto en tiempo real. También importan los análisis realizados por técnicos y los resultados, y un historial de trazabilidad. El registro de datos permite verificar múltiples métricas de cada lote de producción y detectar posibles errores.
Esa información es idónea para el control preventivo, ya que se pueden contabilizar las incidencias y analizarlas con el objetivo de minimizar todo lo posible el margen de error. Por tanto, la digitalización del control de calidad permite que nuestra industria se anticipe mucho más y tomar decisiones estratégicas que multiplican la eficiencia de las líneas de producción.
En conclusión, la combinación de la sostenibilidad y la digitalización en la producción de masterbatch garantiza la excelencia y la calidad del producto final, lo que beneficia no solo a la industria del plástico, sino también al medio ambiente y a la sociedad en general.
