En el mes de febrero por destino económico de los bienes, la repercusión mensual “es positiva”, en “energía y bienes de consumo no duradero”. En cuanto al primero, la tasa mensual es del 6,0%, lo que explica que repercute 1,880 como consecuencia de “la subida de los precios de la producción, transporte y distribución de energía eléctrica”. Asimismo, exponen que en este sector incluye, en sentido contrario, la bajada de precios de la producción de gas; distribución por tubería de combustible gaseosos y, en menor medida, del refino de petróleo.
En cuanto a los bienes de consumo no duradero, la variación mensual es del 0,8%, como causa del aumento de los precios del “procesado y conservación de carne”, así como la elaboración de productos cárnicos y la fabricación de otros productos de alimentación. En el índice general, la repercusión de este sector es del 0,217. Por el contrario, “bienes intermedios” tiene una repercusión mensual negativa, con una tasa del 0,0% y una repercusión del -0,011, causa del descenso de los precios de: fabricación de pasta papelera, papel y cartón, y la fabricación de productos básicos de hierro, acero y ferroaleaciones.
Si se analiza por comunidades autónomas, en el mes de febrero la tasa anual aumenta en 10 de estas regiones y disminuye en las siete restantes. Los “mayores incrementos” se producen en Canarias (10), Illes Balears (9,3) y Principado de Asturias (8,7). Los “mayores descensos” se producen en País Vasco (4,7), Cantabria (4,4) y Región de Murcia (1,8).
En el análisis por destino económico de los bienes en la tasa anual, entre sectores industriales con influencia positiva han destacado la energía, ya que presenta una variación anual 4,5%, “casi dos puntos por encima de la de enero” como causa del “incremento de los precios de la Producción, transporte y distribución” de la energía eléctrica, la cual es mayor que la del mismo mes de 2022. Por el contrario, señalan un “descenso de los precios de la Producción de gas; distribución por tubería de combustibles gaseosos y el Refino de petróleo”, en comparación con el aumento que se produjo el pasado año en el mismo mes.
Con respecto a los sectores industriales “con influencia negativa”, de carácter anual, han destacado los bienes intermedios y los bienes de equipo. En cuanto al primero, la variación “desciende más de dos puntos, hasta el 6,6%”, esto explican que se debe a las bajadas de la “producción de metales preciosos y de otros metales no férreos”, así como a la “fabricación de productos químicos básicos, compuestos nitrogenados, fertilizantes, plásticos y caucho sintético en formas primarias”, los cuales aumentaron en el mismo mes del pasado año. En cambio, la tasa anual de bienes de equipo es del 4,6%, “cuatro décimas por debajo de la de enero”, como consecuencia de los precios de la “fabricación de elementos metálicos para la construcción”, además de la “fabricación de vehículos de motor”, los cuales han subido este mes en menor medida de lo que lo hicieron en febrero de 2022.
