Hace unas semanas se anunciaba que la ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, sería candidata a la Alcaldía de Madrid. Un cambio de gran interés para partido socialista en el Gobierno, pero nada alentador para un Ministerio que representa un sector sustancial para el país, en plena transformación, en medio de una contundente crisis energética y con unos PERTE que no terminan de arrancar. Para más inri, el pasado viernes hemos sido testigos del descabale de la dirección de la columna del MINCOTUR al frente de la industria con la destitución fulminante de Raül Blanco, secretario General de Industria y de la PYME, y Galo Gutiérrez, al frente de la Dirección de Industria y de la PYME, con una clara señalización en la comunicación oficial a Blanco como responsable de los PERTE.
En este medio, voz de la comunidad industrial, no terminamos de entender cómo puede primar el interés de unas siglas políticas sobre el general. A la consabida marcha de Maroto (mala noticia para la industria, buena candidata para la ciudad de Madrid), ¿por qué descabezar la Secretaría de Estado de Industria sin posibilidad a un periodo de transición?
Diversas fuentes solventes, conocedoras de la preparación y negociaciones de los PERTE, han manifestado a industry TALKS que las desavenencias entre la ministra Maroto y Blanco eran de sobra conocidas y que este movimiento fulminante se debe al probable anuncio en el próximo Consejo de Ministros del cese de la ministra para centrarse en la preparación de la campaña electoral. Las fuentes oficiales del MINCOTUR consultadas han rehusado hacer declaraciones aludiendo a que las razones únicamente las conocen la ministra Maroto y Blanco.
Con todo, el estupor es extensible y patente en asociaciones y clústeres de la industria más importantes de España en la que, a preguntas de industry TALKS comentan que si la ministra es candidata a la Alcaldía de Madrid y fulminan a Raül Blanco y Galo Gutiérrez “no queda ni el apuntador”, lo que “es un ejemplo de la importancia que tiene la industria para la Administración”.
Los citados movimientos han repercutido de forma poco entendible en otra institución, la Escuela de Organización Industrial. Blanco, hasta ahora presidente de la EOI ha sido nombrado director general, destituyendo por tanto a Nieves Olivera. Hasta el momento, el cargo de dirección general de la EOI ha sido técnico y no político y en la sede nadie entiende por qué ahora se politiza y, más aún, cómo el propio Raül Blanco lo ha aceptado.
Durante los últimos años, la EOI ha desarrollado una importante labor de difusión de la cultura de la industria y se ha especializado en la formación de talento en campos como la transformación digital, el medio ambiente, la energía y la sostenibilidad, donde ha sido reconocida, nacional e internacionalmente, como una de las escuelas industriales más importantes de Europa. Con Nieves Olivera, la institución ha debido afrontar la conversión a una escuela digitalizada, integrando su alma pública y privada, aumentando su visibilidad y tejiendo una red de alianzas institucionales con el sector privado, algo que ha preservado su carácter apolítico y neutral, apostando siempre por una visión industrial de la economía española.
Sorpresa, desconocimiento y desagrado. Esas contundentes palabras empleó Juan Antonio Vázquez, secretario de Política Industrial de UGT-FICA, para valorar los ceses ministeriales.
Vázquez desveló que sabía desde el martes 20 de diciembre los cambios que se iban a producir y declaró que la explicación más plausible es que los PERTE no están yendo bien, pero “no por culpa de la Secretaría General o de la Dirección General”. “Igual habría que esperar un poco a ver los resultados” de los planes, enfatizó el dirigente sindical. En cualquier caso, subrayó, “todos tendrían que asumir responsabilidades”.
Para él, ahora es el momento de buscar la estabilidad y esta clase de decisiones no contribuyen a ello, precisamente. Habría que contar con la experiencia de los cesados. “Son buenas personas. Ambos han aportado valor”. Vázquez declaró que en marzo se abrirá la segunda ronda de negociaciones del proyecto de la Ley de Industria y probablemente el sustituto de Blanco tendrá que pasar por un periodo de aprendizaje. Vázquez subrayó, por último, la necesidad de crear un Ministerio de Industria independiente, que tuviera una vicepresidencia del Gobierno y mayores competencias.
Muchas veces se cita a Estanislao Figueras, presidente de Ia I República española, cuando en su dimisión, en 1873, espetó contundentemente: “Señores, voy a serles franco, estoy hasta los cojones de todos nosotros”. Y es que esta sentencia define de maravilla la desesperación de aquellos que trabajan de forma profesional para un progreso real que se da de bruces con las decisiones oportunistas, vacuas, cuya única lógica responde al interés político, sea cual sea su color. industry TALKS y todos los profesionales que alzan su voz a través de esta plataforma seguiremos demostrando que la Industria es capital para España. Señorías, tómenselo en serio.
