¿Qué es FUYMA? ¿A qué actividad industrial se dedica?
FUYMA es una empresa familiar fundada hace 35 años que empezó su andadura en el mundo de la matricería, fabricando moldes de inyección para clientes y que poco después montó una fundición para poder producir todos esos moldes que fabricaba. En los últimos años ha potenciado sus procesos con un crecimiento vertical introduciendo el mecanizado de alta precisión, la soldadura por fricción y los montajes complejos. FUYMA, además, posee un departamento de ingeniería para dar soporte a todos estos procesos y a los clientes, así como al I+D que desarrollamos. Actualmente somos 250 empleados.
¿Cuáles son los principales proyectos de la empresa?
Nuestra empresa produce principalmente para 3 sectores: automoción, agricultura e iluminación exterior. En los últimos 2-3 años FUYMA se ha especializado en producir piezas para el coche eléctrico, con mucho valor añadido. Las multinacionales están confiando en nuestro desarrollo y nos están adjudicando proyectos de mucha importancia y pongo el mejor de los ejemplos donde produciremos 2 piezas para el famoso Hummer 100% eléctrico. Se trata de un intercambiador de calor, un cooling sistem que refrigera el bloque eléctrico. Trabajamos como Tier-2 para LEAR (que fabrica asientos y sistemas eléctricos para automóviles), quienes nos conocieron porque hacíamos piezas híbridas para Ferrari. Todos estos proyectos harán que FUYMA duplique su tamaño en 2-3 años. También trabajamos como Tier-1 para John Deere.
Son una empresa familiar. ¿Marca eso la diferencia a la hora de tomar decisiones?
Sí, el empuje, el emprendimiento, y la implicación van unidos en una empresa familiar dirigida por 3 hermanos que se han criado desde jóvenes en este sector. La empresa se creó en 1987 por tres personas, mi padre, su socio y un colaborador que era casi como un socio más, en una nave de 150 metros, lo que hoy es la matricería, trabajando los tres todas las horas del mundo. En 1990 empezamos con una máquina pequeñita para hacer zamak. Fue una sugerencia de un cliente. Nos propusieron que cada molde que hiciésemos también lo fundiéramos nosotros. Al principio, la máquina trabajaba medio día a la semana, venía un amigo fundidor que fundía las piezas y se iba, era como un recurso prestado. Poco a poco empezamos a tener más trabajo y en 1995, con un par de máquinas más, empezamos a hacer espadas para películas como Conan o El señor de los anillos. Pero este mercado, como otros, murió y nos tuvimos que reconvertir. En nuestra historia nos hemos reinventado muchas veces, nos hemos bajado y subido de distintos trenes; los primeros, porque iban a dejar de circular y los segundos, porque iniciaban un trayecto con un destino que nos parecería interesante.
Seguimos reinventándonos y en 2004 empezamos a trabajar con el que se convirtió en nuestro principal cliente: John Deere. Al principio, con su planta de Getafe, pero al cabo de pocos años comenzamos a trabajar también con sus dos plantas en Alemania y con la de Estados Unidos.
En 2011 nos certificamos según la norma ISO TS 16949, el referencial de calidad para el automóvil, para empezar a trabajar para el sector. En 2016 adquirimos una nueva nave y abrimos una nueva fundición totalmente independiente a la que teníamos. En 2017 uno de nuestros principales proveedores de moldes decidió jubilarse y nos propuso hacernos cargo de la empresa con su personal y volvimos a aceptar el reto. En 2018 iniciamos la actividad de mecanizado porque teníamos muchas piezas mecanizadas que subcontratábamos en distintos talleres y decidimos no sacar trabajos fuera y hacerlos en casa para tener el control total de todos los procesos de las piezas que fabricamos para nuestros clientes. En 2019 incorporamos la soldadura por fricción, proceso muy innovador y una nueva muestra de nuestra apuesta por avanzar.
¿Qué dificultades están encontrando para escalar el negocio?
Actualmente tenemos 3 dificultades bien claras y diferenciadas.
La primera es la situación energética. Nuestra actividad demanda un gasto elevado tanto de energía eléctrica como de gas y no todos los clientes han aceptado el incremento necesario, lo que hace que tengamos que ser aun más competitivos en estos momentos tan complicados. Como también sabemos, no hay ninguna ayuda al respecto por parte de los gobiernos.
Además, necesitamos atraer talento a nuestra empresa, gente con actitud y ganas de trabajar. También se está perdiendo la generación de profesionales en muchas de las actividades que hacemos como pueden ser matriceros y operarios de fundición.
Y, por último, la necesidad de financiación. FUYMA ha crecido durante los últimos 10 años a razón de un mínimo de 2 dígitos con crecimientos entre el 10 y 15 %. Ahora se encuentra en un crecimiento del 100% en los siguientes 2-3 años y evidentemente esto no se puede hacer con los bancos. Pedimos ayuda a los gobiernos y tampoco la hay, por lo que lo que nos queda es buscar financiación a través de fondos de inversión o socios industriales. Es una pena que podamos atraer proyectos, crear puestos de trabajo y que no podamos avanzar por no tener ayuda en financiación.
¿Qué lugar ocupa entre las prioridades de FUYMA la transformación digital?
Esa en una de sus prioridades y más con el crecimiento que viene. FUYMA tiene un departamento de automatizaciones muy importante, con informáticos en interno. Lamentablemente, en los últimos 3 años nos hemos centrado en poder conseguir el know how para poder producir piezas para el coche eléctrico y en el crecimiento necesario, y sinceramente hemos dejado un poco de lado el 4.0, pero para el año 2023 será uno de nuestros principales objetivos.
¿Y la formación? ¿Cómo captan y retienen el talento?
Captamos o potenciamos nuestros equipos de varias maneras. Por un lado, mediante la formación interna, con cursos específicos e intentando formar por niveles para motivar el crecimiento y la promoción internos. Por otra parte, estamos en contacto con varios centros de Formación Profesional y universidades, con sus bolsas de empleo y por su puesto sus alumnos cursan las prácticas en FUYMA. Hemos colaborado con la Universidad Rey Juan Carlos en el área de nuevos materiales. Sacamos una patente de un mix de aluminio y fibra que disipa más el calor.
Queremos retener el talento motivando a nuestro personal con la formación continua y con proyectos innovadores, sobre todo encaminados a las piezas con mucho valor añadido y encaminadas al vehículo eléctrico.
Al incluir su negocio la fundición a alta presión, ¿cómo están afrontando la crisis de precios de la energía? ¿Qué soluciones han encontrado?
Para nosotros, las soluciones son complicadas. Como casi todos, queremos introducir las placas solares que ayudarán a mitigar el problema, pero, en nuestro caso, dado el gran consumo que tenemos, no supondrán más del 5% de la energía que consumimos.
Entre nuestros objetivos para el año 2023 está implantar la ISO 50005 para ayudar a implementar los sistemas de gestión de la energía. Esta norma nos ayudará a gestionar nuestra energía y a ir implantando distintas herramientas para el ahorro energético. Esa norma está muy unida a la industria 4.0, pues te ayuda a monitorear el consumo y el control y con ello a implementar soluciones.
En su opinión, ¿hacia dónde va la industria?
En mi opinión, en nuestro país y en Europa en general tenemos que abrir los ojos y despertar pues hemos vivido muchos problemas bien sabidos como son los logísticos, la falta de suministros (chips) y ahora el problema energético y la dependencia del gas ruso. Para competir con los países asiáticos, e incluso con paises de menor coste más cercanos, tenemos que dar valor a lo que hacemos, principalmente mejorando los procesos, automatizando e introduciendo el mayor valor añadido que podamos a lo que producimos. En caso contrario no podremos competir.
¿Qué les pediría a las distintas administraciones públicas: nacional, autonómica y local?
Muchísima más implicación. Llevo más de 1 año buscando ayudas, financiación e implicación y sinceramente no lo encuentro. Sería una pena que FUYMA no pudiera acometer los proyectos que ya tiene adjudicados. Creo que falta concienciación de lo importante que es la industria y lo que aporta a la economía de un país. Sinceramente envidio a otros países, como puede ser Alemania, donde siempre se ha apostado por la industria de otra manera mucho más potente.
¿Participan en algún PERTE?
No participamos dada su dificultad. Para una empresa como FUYMA es muy difícil pensar en poder optar a ellos. Los requisitos son muy complicados. Creo que las instituciones deberían de adaptar estas ayudas a la distinta tipología de nuestras empresas, dicho de otra manera ‘facilitar’ el que podamos optar a ellas. Creo que esta opinión mía es compartida por muchas de las empresas que conocemos y donde la inmensa mayoría no participa en ellas por lo que comento.