Entre los meses de julio y agosto se consumieron en España 2.370.615 toneladas de cemento, lo que supone 180.486 toneladas menos que en el mismo período del pasado año. El acumulado anual refleja un consumo de 9.878.397 toneladas, con un diferencial de tan solo 18.996 toneladas frente al alcanzado en los ocho primeros meses de 2021.
Según ha explicado el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, “los últimos datos de la estadística del cemento continúan apuntando a una desaceleración del sector constructor en nuestro país, que lleva fraguándose ya un cuatrimestre, y que viene avalada también por los análisis de otras instituciones como Eurostat, cuyos últimos datos, del mes de junio, reflejan una caída en la producción del sector de la construcción del 10,4%. En un contexto económico de inflación y escasa inversión, reforzar la colaboración público-privada podría paliar en parte el lastre que suponen actualmente los elevados volúmenes de obra sin ejecutar”.
Asimismo, las cifras del año móvil (sep’21-ago’22) avalan igualmente la ralentización ya que, aunque aún indican un crecimiento del 2,8%, reflejan un retroceso de dos puntos porcentuales respecto a los datos de junio. Además, esto ha provocado que, en valores absolutos, el consumo de los últimos 12 meses caiga, por primera vez en lo que va de año, por debajo de los 15 millones de toneladas.
En cuanto a la caída de las exportaciones en los dos primeros cuatrimestres del año se sitúa ya en el 21,4%, con un volumen exportado de 3.757.431 toneladas hasta agosto, lo que supone la pérdida de más de un millón de toneladas respecto al mismo período del pasado año. Este empeoramiento del acumulado se debe principalmente a la fuerte caída experimentada en julio, cuando las ventas en el exterior cayeron un 24,4%, aunque la evolución en agosto fue igualmente negativa, con un descenso del 5,7%.
Finalmente, por lo que respecta al acumulado de año móvil (sep’21-ago’22), las exportaciones en los últimos 12 meses continúan por debajo de los seis millones de toneladas.