La convocatoria de este año ha contado con una dotación inicial de 4,5 millones de euros, la más alta del programa hasta la fecha. En este sentido, el director general de Empresas, Javier Rosell, ha recordado que, en su primera convocatoria -la de 2015-, las ayudas fueron de 2,5 millones de euros y que, en la pasada edición -2021-, las ayudas ascendieron a 4,3 millones de euros, casi duplicándose.
En cuanto al programa Innova Adelante, como sucede con el resto de ayudas al impulso de la actividad empresarial que emanan del Plan Adelante del Gobierno de Castilla-La Mancha, mantiene abierto todo el año el plazo de presentación de solicitudes, para dar cobertura a los proyectos de innovación, inversión, comercialización o digitalización de las empresas de la región, independientemente del momento en que se produzcan, debiendo los solicitantes ratificar la solicitud durante el plazo previsto en la convocatoria que se publica en el Diario Oficial de la región.
Así, en este periodo, se han presentado o ratificado 127 solicitudes, por valor de más de 15,4 millones de euros. Por provincias, hay 29 solicitudes de la provincia de Albacete, con una inversión que supera los 3,1 millones de euros; 54 en la provincia de Ciudad Real, con una inversión prevista de 7,2 millones de euros; cuatro en la provincia de Cuenca, por valor de 278.000 euros; once en la provincia de Guadalajara, por cerca de 1,7 millones de euros; y 29 en la provincia de Toledo, con una inversión que supera los tres millones de euros.
Además, la cuantía final de la subvención del programa se establece en función del tipo de beneficiario, cubriendo hasta el 45% de la inversión total para microempresas y pequeñas empresas; el 35% en el caso de las medianas empresas; y el 25% de la inversión total prevista en el caso de las grandes empresas.
Finalmente, el programa cuenta con dos líneas de actuación subvencionables. La primera, la que recoge aquellos proyectos para el desarrollo, implementación o puesta en marcha de nuevos bienes o servicios, así como una mejora significativa de los ya fabricados o realizados; y una segunda, destinada a proyectos para el desarrollo e implantación de procesos nuevos o significativamente mejorados, mediante la incorporación de tecnologías emergentes, o la aplicación de nuevos métodos, normas, o técnicas en la producción, suministro, logística u organización.