Después de ensalzar la sociabilización que se produce a través del consumo de cerveza, Petrossi enfatizó que uno de los pilares de su gestión es “poner el foco en las personas”; de ahí, que durante los peores momentos de la pandemia no hicieran ningún PERTE pese a que la actividad hostelera estaba completamente parada. “Hicimos una apuesta arriesgada, ayudando a la gente”, porque, en su opinión, “las empresas son como seres humanos”.
Algunas de las claves que citó eran las siguientes:
- Crear entornos de diversidad y de matices (razas, ideologías, opiniones), pues “eso es enriquecedor”.
- Programa de empoderamiento y liderazgo de todos los profesionales.
- Crear espacios de confianza, con un gerente de felicidad y con talleres de salud mental y mindfulness. Se trata de “trabajar con alegría”.
- Dar vs darse (apoyo mutuo). “Si solo das te quedas corto. Es mejor darse”.
- La importancia de la empatía: escuchar al compañero.
- Alejarse de las relaciones tóxicas a nivel personal y profesional y buscar grandes compañeros de viaje, atendiendo a toda la cadena de valor, esto es, desde los proveedores hasta los clientes.
La responsabilidad también reside en la sostenibilidad, en cuidar el planeta, destacó el directivo de Mahou San Miguel. Y aquí citó tres líneas de actuación:
- Progreso económico, social y laboral.
- Hábitat natural (circularidad de los envases, reducción del consumo de agua)
- Bienestar y salud.
En la parte más social de su relato, Petrossi remarcó la Fundación Mahou San Miguel, de voluntariado y formación, para dar oportunidades a personas vulnerables; la Fundación trabaja con 1.000 alumnos repartidos por todas las comunidades autónomas.
Como conclusiones destacó la idea de poner el foco en las personas, ser una empresa a largo plazo y abogar por la prudencia financiera.