El 20% del PIB industrial del país se fabrica con cogeneración, que supone el 11% de la generación de electricidad nacional y utiliza el 20% del consumo total de gas en España. No hay tecnología más eficiente ni más adecuada —en muchos casos es insustituible o con alternativas menos eficientes y competitivas— para los sectores calorintensivos. La cogeneración es clave en la industria alimentaria, papelera, química, cerámica, de refino o textil, que exportan la mitad de lo que producen y mantienen más 200.000 empleos directos, por tanto vitales para la economía nacional.
El retraso en la publicación de las retribuciones de la cogeneración es una dejadez regulatoria de graves consecuencias para el sector, que ha generado una total incertidumbre. Esta situación motiva ya una caída del 20,4% de la producción en abril en referencia al mismo mes un año antes, un descenso con impacto directo en el ahorro de energía primaria, que penaliza el proceso de descarbonización y genera un desequilibrio en los costes de producción de las industrias asociadas respecto a sus competidores directos de los países que nos rodean, y que seguro tomarán buena cuenta de ello.
El sector funcionaba con las previsiones de retribución del marco en vigor, hasta que el 30 de marzo RDL 6/2022 introdujo cambios relevantes de aplicación retroactiva con vigencia desde el 1 de enero, dejando la retribución en suspenso hasta la publicación de los desarrollos del RDL. Los cogeneradores gestionan sus plantas en situación de total incertidumbre y con el riesgo real de producir en pérdidas. Muchas instalaciones se ven obligadas a ir parando su actividad, mientras que otras deben mantenerla obligatoriamente para atender las necesidades de sus industrias asociadas. Un limbo regulatorio que impide la correcta gestión de la alta volatilidad de precios de los combustibles y de la electricidad.
ACOGEN colabora estrechamente con el MITECO para lograr lo antes posible una solución que acabe con la incertidumbre y restablezca la normalidad regulatoria con la publicación de unas retribuciones razonables y justas. El sector necesita un marco estable en el que las plantas puedan abordar las subastas —confirmadas por la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y la ministra de Industria, Reyes Maroto—, que se realizarán este año y que supondrán movilizar más de 800 millones de euros de inversión.
En este contexto de crisis energética, mercados convulsionados y continuos desajustes en la metodología de una retribución seriamente desfasada, el RDL 6/2022 impone ajustes retroactivos y de otro erosiona la confianza de los industriales, ya que para cuando las retribuciones de 2022 se establezcan, las plantas habrán operado más de tres meses en un marco anterior que será eliminado retroactivamente y con desconocimiento de las condiciones.
En este incierto clima, el 13 de mayo se publicaba además el RDL 10/2022 para reducir el precio de la electricidad, un camino audaz que imitarán seguramente otros países UE y que pretende dotar de herramientas para abordar la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania. El mecanismo para reducir el precio del mercado eléctrico actúa sobre la generación eléctrica con gas y la cogeneración (que consume el 20% del total de gas del país). Sin embargo, nuestra tecnología, que estaba inicialmente incluida, ha quedado excluida finalmente por la existencia de otro marco regulado, la Ley 24/2013, y del propio marco de producción, que aseguran la cobertura de los costes, al igual que hasta ahora a los ciclos combinados. No era cuestión de duplicar los marcos regulados de la cogeneración sino de que los que hay funcionen bien, el de los cogeneradores para la cogeneración y el del topado de gas para los ciclos combinados.
Por tanto, el RDL 10/2022 solo incluye las cogeneraciones sin marco regulado, ni el autoconsumo, intensamente reclamado por los industriales ya que puede hacer parar plantas y perder todos sus ahorros de energía.
ACOGEN pide al MITECO que publique cuanto antes en el B.O.E. las retribuciones pendientes del segundo semestre de 2020, del 2021 y del 2022, para recuperar la normalidad, cerrar las cuentas y seguir produciendo y aportando ventajas al país. Solo si se acierta en la regulación pendiente, podremos volver a tener la confianza necesaria para acometer los grandes retos de futuro e invertir los más de 800 millones de euros que darán más competitividad a las industrias y más ahorros de energía al país. Porque sólo el ahorro energético de la cogeneración supondrá este año más de 1.200 millones de euros a sumar a los 800 millones de las aportaciones al Estado por impuesto de emisiones. La cogeneración trae muy a cuenta al país.
Los industriales esperan las subastas en el convencimiento de que no hay mejor alternativa que esta tecnología para la transición energética de la industria calorintensiva. La larga cadena de suministros e industrias están expectantes para invertir y mejorar sus plantas. La industria calorintensiva que cogenera espera y desea certidumbre y futuro para seguir aportando sus ventajas.