El Reglamento de Taxonomía de la UE establece los criterios para determinar si una actividad económica se considera medioambientalmente sostenible a efectos de fijar el grado de sostenibilidad medioambiental de una inversión.
En cuanto a la fabricación de cemento, es considerada una actividad de transición (art.10. 2). Es decir, no existe una alternativa baja en carbono, tecnológica y económicamente viable, pero apoya la transición a una economía neutra en carbono.
Asimismo, la reducción de emisiones de CO2 supone un desafío para la industria cementera, que requerirá de la adopción de importantes avances tecnológicos, actualmente en desarrollo, para su completa aplicación a escala industria, según el informe de Oficemen.
Además, los expertos participantes en la mesa redonda coincidieron en la necesidad de elaborar guías sectoriales, que contemplen todos los aspectos relacionados con la idoneidad de un proyecto a la hora de acceder a la financiación verde.
Del mismo modo, los participantes hicieron hincapié en que la finalidad de la taxonomía es acompañar y ayudar a las empresas e industrias en su transición ecológica, con objetivos realistas y alcanzables, que no comprometan la competitividad de las empresas, y que les ayuden en su camino hacia la neutralidad climática. Como dato destacado, se apuntó que alcanzar la neutralidad climática implicará inversiones equivalentes al 8% del PIB mundial.