Tras una reunión con directivos de la empresa, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, aseveró que esta decisión, que prevé una inversión inicial de 100 millones de euros y la posibilidad de superar los 400 millones en el futuro, supondría una gran noticia para la ciudad y para la industria gallega.
“Estamos hablando de una fábrica en la que trabajan 160 empleados y con una facturación anual de unos 460 millones de euros. Aquí hay, por lo tanto, unas bases sobre las que seguir creciendo y desarrollando nuevas posibilidades industriales”, explicó Feijóo, resaltando la apuesta de la compañía por conquistar nuevas cuotas y sectores.
Sería la primera fábrica de grafito de Europa, para la que se necesitarán 200.000 metros cuadrados de suelo. Las estimaciones hablan de producir 60.000 toneladas de grafito artificial al año.
“Sería una gran noticia que nos posicionaría en el sector de la automoción de las próximas décadas, porque desde A Coruña no solo se produciría grafito para las fábricas de baterías de un país, sino para cualquier fábrica de baterías del mundo”, abundó, reiterando la plena disposición de la Administración autonómica para hacer realidad esta inversión.