Esta irregularidad, según UNESID, incumple la normativa aduanera y evita el pago de los derechos de salvaguardia que están establecidos por la Comisión Europea desde 2018.
En este informe se recopilarán los distintos argumentos que justifican que realizar algunas perforaciones en las piezas es un engaño para declararlos como estructuras solares y evitar así el pago de impuestos que ascienden al 25% del valor de la mercancía. UNESID elevará este documento al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas para solicitar que se tomen medidas al respecto.
Según describen las estadísticas de comercio exterior publicadas por la Agencia Tributaria, en los tres primeros meses de 2024 se han importado desde China materiales al mismo precio de los tubos (por debajo de 1.100 euros/tonelada), que alcanzan prácticamente 19.400 toneladas en 146 operaciones. Esta cifra representa casi la totalidad de las operaciones de importación sospechosas (aproximadamente 23.000 toneladas).
UNESID quiere señalar que, sin embargo, no son éstas las únicas irregularidades que se encuentran en Europa en relación con las instalaciones fotovoltaicas que perjudican tanto al consumo doméstico de acero como al empleo industrial. Así, la Comisión Europea ha iniciado varias investigaciones relacionadas con la regulación de subsidios extranjeros en instalaciones fotovoltaicas. Los casos iniciales han sucedido en Rumanía con respecto a proyectos parcialmente financiados por fondos europeos con la participación de la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones.