Ante la preocupante situación en la que se encuentra actualmente el sector de automoción, la Comisión de Industria Constructora de la Asociación Española de Proveedores de Automoción (SERNAUTO) celebró una reunión extraordinaria en formato híbrido para analizar los desafíos, previsiones de producción y perspectivas de futuro a los que se enfrentan los fabricantes de componentes de automoción.
Asimismo, Julián Brouté, del Área de Industria y Medio Ambiente de la Asociación Española de Fabricantes de automóviles y Camiones (ANFAC), compartió los retos y previsiones del sector de la automoción ante una situación marcada por las consecuencias de la pandemia, las crisis de suministros, conflictos geopolíticos, huelgas de transportistas y el aumento generalizado de los costes de producción.
Además, para mejorar esta situación y cumplir con los objetivos establecidos como país en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y exigidos por la Unión Europea para 2030, Brouté insistió en la importancia de la colaboración de las Administraciones Públicas para fomentar la demanda y renovar el parque móvil español con una antigüedad de 13,5 años.
Por su parte, Jose Jaime Cruzado, presidente de la Comisión, coincidiendo también con el discurso de ANFAC, se mostró preocupado por la situación de incertidumbre en la que se encuentra el sector y las consecuencias de esta. “Lo peor no es el -18% de bajada en producción de vehículos y el -12% en ventas durante el primer trimestre de 2022, sino que predecir qué sucederá a corto o medio plazo resulta altamente complejo”, aseveró.
Como parte positiva, “las ventas de vehículos eléctricos aumentaron un 71% durante el primer trimestre del año”, compartió Cruzado, llegando a alcanzar las 8.530 unidades matriculadas en España.
Sin embargo, las cifras del mercado español se sitúan a la cola de Europa, lo que se explica principalmente por la falta de una red de recarga eficiente a nivel nacional. Tal y como defienden también desde ANFAC, el aumento del parque móvil de eléctricos debe ir acompañado de una red de infraestructuras de recarga con suficiente capilaridad, cantidad y calidad de potencia para aumentar la demanda de vehículos electrificados.
Actualmente, España cuenta con 283 puntos de recarga por millón de habitantes, una cifra aún muy alejada de los 583 puntos en los que se sitúa la media europea y de los objetivos impuestos a nivel nacional y europeos.
Para revertir esta situación, ambas asociaciones coinciden en que es fundamental impulsar planes de ayudas para estimular el mercado, desarrollar la infraestructura de recarga, focalizar la fiscalidad positiva y promover un modelo de descarbonización a largo plazo.