¿Qué lugar ocupa la industria en los programas electorales de los partidos catalanes?

La reindustrialización, la descarbonización y la digitalización están muy presentes en los tres documentos examinados por este diario digital y que pertenecen al PSC, ERC y Junts. También se aprecian similitudes en la agilización y/o simplificación de los procesos administrativos y en la apuesta decidida por sectores industriales tractores como el quimico, el automotriz o el de los semiconductores. El fomento de los incentivos fiscales y la formación como pieza clave aparecen asímismo en las propuestas programáticas de las tres organizaciones.

Ni el PP ni Ciudadanos han presentado (todavía) sus respectivos programas. Los populares, capitaneados por Alejandro Fernández, han lanzado un flyer con 11 puntos; uno de ellos promete “la eliminación de burocracia para atraer inversiones frente a la fuga de empresas”.

Comuns (Sumar) sí cuenta con un documento ya público que incorpora propuestas concretas sobre digitalización e industria 4.0, modernización del sector del automóvil, economía circular, reindustrialización, fondo de inversión, liderazgo en la transición ecológica y autonomía energética.

Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC)

El programa electoral del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) se titula “Fuerza para gobernar”, consta de 149 páginas e incluye un apartado específico para la industria. Arranca con una introducción donde subraya que el sector “ha jugado un papel fundamental en la historia, el crecimiento y el progreso económico de Cataluña a lo largo de los años. Pese al retroceso de las últimas décadas, en la actualidad supone el 20% del PIB, o el 50% si se consideran los servicios a la producción” y apuesta “por una industria moderna e innovadora” para construir “una sociedad más próspera, sostenible, inclusiva y que mejore la calidad de vida de sus ciudadanos”.

Después de recordar que las economías con mayor peso industrial afrontan mejor las crisis económicas y muestran mejores datos de empleo y de salarios, de innovación o de productividad, entre otros y que por este motivo, la Unión Europea y el Gobierno de España llevan años impulsando la reindustrialización, el PSC considera más necesario que nunca que Cataluña apueste por un crecimiento industrial y que “las políticas públicas, administraciones y sector privado estén coordinados para conseguirlo”. En otras palabras, colaboración público-privada.

“Desde el Partido de los Socialistas de Cataluña apostamos decididamente por la industria, y por eso apostamos por un Acuerdo estratégico para la industria (2025-2030) que tenga por objetivo conseguir que la industria represente el 25% de la economía catalana. Un Acuerdo que deberá orientar las líneas estratégicas de la industria en nuestro país con medidas y recursos concretos”.

Entre las acciones propuestas por el partido de Salvador Illa destacan las siguientes:

1. Aprobar un Acuerdo estratégico para la Industria 2025-2030 que tenga como elementos esenciales los siguientes factores:

a. Orientación de las políticas que favorezcan el impulso de la industria en Cataluña. Tanto orientación a las palancas de competitividad como a los sectores de especialización o retos de oportunidad de país, que posibiliten la ayuda intensiva en algunos ámbitos concretos.

b. Gobernanza que permita a los actores implicados convertirse en verdaderos protagonistas del Acuerdo y de su implementación compartida, seguimiento y evaluación.

c. Favorecer la colaboración público-privada.

2. Impulsar dos fondos de financiación de apoyo a la industria (préstamo + subvención). El primero orientado a la atracción de inversión de alto impacto en términos de los objetivos de desarrollo sostenible y el segundo orientado a la inversión en I+D+i industrial, para fomentar la demanda tractora de innovación. Dotados con 250 millones de euros cada uno. Esto permitiría simplificar el esquema minifundista y disperso de ayudas actual y la gestión administrativa al estar permanentemente abiertas.

3. El fondo de I+D+i permitiría reforzar y consolidar la descarbonización y la digitalización empresarial y el impulso de las tecnologías de la información y comunicación entre las pymes industriales en sus diversos ámbitos (sensibilización, información, orientación, diagnóstico, formación, cooperación, asistencia directa, catálogo de soluciones) TIC, tramitación, internacionalización, soporte a la financiación de la implantación, etc.

4. Impulsar el interés y los incentivos para el fomento de las patentes y derechos de propiedad industrial en el ámbito del sistema universitario. Simplificar los procedimientos de tramitación.

5. Favorecer la colaboración público-privada para la innovación y la digitalización, dirigida a la mejora de los procesos industriales, el ahorro energético, la optimización del respeto al medio ambiente, el fomento de la economía circular y el impulso de la industria 4.0.

6. Incrementar de forma sustancial los estímulos destinados a implementar los resultados de la investigación y la innovación en las empresas, facilitando el acceso de las pymes a estos estímulos.

7. Aprobar una Ley de Polígonos de Actividad Económica (PAE) de Cataluña y un Plan Estratégico de los PAE, con los siguientes objetivos: fortalecer la competitividad empresarial, impulsar la dotación de las infraestructuras integradas en sus municipios y los servicios de valor añadido necesarios, definir una gobernanza profesional y eficiente, desarrollar mecanismos de colaboración pública y privada.

8. Impulsar una línea de 20 millones de euros de incentivos específica para clústeres industriales, complementaria a las ayudas estatales y europeas que haga crecer en ambición, tamaño y agregación de su demanda de innovación a los proyectos de la red de clústeres en Cataluña.

9. Prestar especial atención al sector químico en Cataluña, que, con el clúster de Tarragona al frente, representa al primer sector exportador del país, con una facturación de 18.500 millones de euros, que genera más de 37.800 puestos de trabajo. Si sumamos el resto del sector industrial electrointensivo (cemento, siderometalúrgica y residuos) la cifra asciende hasta los 50.000 puestos de trabajo y representa el 19,8%, el segundo sector después del agroalimentario.

En 2050, la actividad química debe ser neutral en carbono, Bruselas dixit, por lo que se comprometen a:

▪ Llevar a cabo medidas, juntamente con el sector, para contar con una energía eléctrica renovable, segura, sostenible y económica que facilite la electrificación de los procesos industriales.

▪ Impulsar el Centro de Descarbonización Industrial de Cataluña conjuntamente con el sector económico, los centros de investigación, tecnología y conocimiento como la Universidad Rovira-Virgili (URV), el Instituto Catalán de Investigación Química (ICIQ) y el Centro Tecnológico de Cataluña (Eurecat), así como con el tejido social y administrativo del territorio para desarrollar tecnología propia para capturar, almacenar y utilizar el CO2 de aquellos procesos industriales difíciles de abatir y que no pueden ser electrificados.

10. Impulsar la instalación del conjunto de la cadena de valor para la fabricación de semiconductores y microchips en Cataluña, con el objetivo de apostar por la industria 4.0, y de acuerdo con los objetivos de la Comisión Europea y del Gobierno de España con el PERTE Chip.

11. Apostar decididamente por facilitar la transformación del sector del automóvil asegurando el ecosistema completo desde la generación del conocimiento pasando por la capacidad de hacerse cargo de gran parte de la cadena de valor y, por tanto, facilitando establecimiento y la creación de nuevas empresas en el territorio. El programa reconoce que el sector “se encuentra en un momento de disrupción tecnológica que plantea avances que nos conducen hacia la electrificación, la conducción autónoma, el coche multiusuario y la digitalización de los vehículos, entre otros”.

12. Revisar la sobrerregulación existente e impulsar la simplificación administrativa que afecta a la industria, al igual que el resto de sectores de la economía.

13. Crear un programa de promoción de la automatización y de la integración de inteligencia artificial en las empresas industriales. Cada año 100 empresas introducen su primer robot en su cadena de producción o logística.

14. Promover la corresponsabilidad en la autonomía estratégica abierta en las empresas catalanas, creando una alianza con 50 empresas críticas y alineándolas con la estrategia española y europea.

El documento del PSC se detiene, en otro apartado, en las pequeñas y medianas empresas, dado que, en Cataluña, si no se cuenta con los sectores no de mercado, representan el 99% del total de empresas y el 68% del empleo. Por este motivo, resulta “de vital importancia dar apoyo de todo tipo a las pymes y autónomos para fomentar y garantizar la innovación y la transferencia tecnológica, la descarbonización y la transición energética, la digitalización y la integración de la inteligencia artificial, la profesionalización, el relevo generacional, la formación, el acceso a la financiación o la normativa favorable, entre otros”, reza.

En este sentido, destacan algunas medidas propuestas:

1. Priorizar normativas y procesos administrativos más ágiles y flexibles para facilitar la actividad económica de las pymes y autónomos y revisar las normativas actuales para mejorar su aplicación, así como su eficacia y eficiencia.

2. Aprobar un nuevo Plan de Facilitación de la Actividad Económica para cumplir con los objetivos que no se han alcanzado y dotar de más recursos a la Ventanilla Única Empresarial para facilitar los trámites y el acceso a recursos a las pymes.

3. Impulsar el Pacto Nacional por la Productividad, con un liderazgo transversal, para implementar la innovación, la descarbonización, la digitalización y la profesionalización que permita avanzar hacia un crecimiento empresarial, un trabajo de calidad y sostenible y un tejido productivo más resiliente.

4. Crear, a través del Servicio de Empleo de Cataluña (SOC), un plan para aportar talento a las pymes a través de jóvenes formados que doten a las empresas de nuevos conocimientos y capacidades para hacer avanzar su negocio. Este plan debe contribuir a cumplir tres objetivos: fomentar la experiencia profesional de los jóvenes, incentivar la incorporación de nuevos perfiles a las pymes y atraer talento internacional.

5. Incorporar nuevos perfiles profesionales y potenciar, en consecuencia, a través de programas formativos de reciclaje y de formación a lo largo de la vida, la formación de los trabajadores que forman parte de las pequeñas y medianas empresas, proporcionando nuevas herramientas y competencias, particularmente aquellas vinculadas a la digitalización, la descarbonización y las nuevas tecnologías.

6. Facilitar la financiación, la liquidez y el crédito de las pymes y los autónomos a través del Instituto Catalán de Finanzas (ICF) y la sociedad de garantía recíproca (Avalis) con especial énfasis en las inversiones estratégicas como digitalización, adaptación al cambio climático, transición energética o transferencia tecnológica.

7. Reducir los plazos de pago a proveedores a 30 días, y llevar a cabo el pago directo a empresas subcontratadas, tal y como permite la ley, a fin de evitar la morosidad entre empresas.

8. Facilitar, a través de la compra pública, los pliegos de condiciones en lotes para permitir el acceso de las pymes a los concursos públicos.

9. Impulsar la asesoría y la formación financiera a fin de mejorar el acceso a la financiación a empresas, tanto público como privado.

10. Revisar, racionalizar y facilitar la competitividad y continuidad de las pymes y autónomos en el ámbito tributario y fiscal.

11. Elaborar un Plan de Digitalización y Descarbonización de las pymes catalanas, que incorpore medidas de apoyo a la innovación, automatización, transición digital y ecológica y crecimiento de las pymes, así como un Plan de formación y atracción de talento al respecto. “En esta línea, será necesario contar con las organizaciones empresariales para que puedan ayudar a llegar a todo el tejido empresarial y asesorar en el proceso de digitalización y descarbonización”.

12. Elaborar y aprobar medidas específicas de apoyo a las pymes industriales, de acuerdo con los objetivos y medidas contempladas en el Pacto Nacional por la Industria.

13. Crear el Observatorio del Emprendimiento en Cataluña, juntamente con las organizaciones empresariales y administraciones afectadas, para fomentar la creación de nuevas empresas y el crecimiento innovador de las existentes.

14. Crear un Programa de Relevo Generacional para asesorar y ayudar en todo el proceso de cambio y asegurar la continuidad de proyectos empresariales viables y con futuro.

15. Reforzar la imagen de la empresa y el emprendimiento en los centros formativos y en los medios de comunicación, explicando experiencias empresariales de referencia, por sus valores, sostenibilidad o innovaciones, entre otros.

16. Fomentar incentivos fiscales, normativos y de acompañamiento por el fomento de las start-ups y empresas emergentes, especialmente por su orientación al impacto, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

17. Elaborar programas de desarrollo de competencias personales y profesionales del empresariado y las personas autónomas.

18. Ampliar los distintos programas existentes para la internacionalización de las pymes, como un elemento clave para el crecimiento y la competitividad.

19. Agilizar las ayudas de la Agencia de Competitividad de Cataluña (ACCIÓ) para los viajes y proyectos internacionales de las empresas para abrir nuevos mercados, alianzas o asistir ferias o eventos.

20. Crear un programa para la vuelta del talento y de directivos catalanas del extranjero a Cataluña.

Esquerra Republicana de Cataluña (ERC)

La reindustrialización “con puestos de trabajo estables y de calidad” forma parte del decálogo de compromisos de Pere Aragonès, el candidato de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) a la Presidencia de la Generalitat. El documento completo, titulado “Al lado de la gente, al lado de Cataluña”, contiene 169 páginas.

En concreto se comprometen “a seguir potenciando la reindustrialización del país, con un modelo que compita en valor añadido, basado en el conocimiento, la innovación y la investigación, con sitios de trabajo estables y de calidad, y con el objetivo de alcanzar un peso industrial del 25% del PIB del país en el año 2030”.

ERC, que actualmente controla el gobierno autonómico, considera que, en cuanto a la gestión de los fondos europeos Next Generation, Cataluña es el territorio del Estado que “ha conseguido movilizar más recursos, casi 3.000 millones de euros, cuyo grado de ejecución se sitúa en el 56%”.

“Sin embargo -añade el documento-, seguimos sufriendo la excesiva centralización del Estado; por eso, continuaremos reclamando que se nos transfieran los recursos que han quedado desiertos en las convocatorias estatales, con el objetivo de financiar proyectos industriales estratégicos en Cataluña”.

La introducción programática resalta que el “actual gobierno ha tomado una actitud proactiva, que se ha concretado en una definición y una implementación de políticas industriales decididas, desacomplejadas y efectivas. Todo ello, en claro contraste con gobiernos anteriores que habían hecho suya la máxima de ‘la mejor política industrial es la que no existe’, pues defendían que las empresas ya saben qué deben hacer y cuentan con los recursos necesarios para afrontarlo”.

ERC sostiene que una nueva política industrial catalana es más necesaria que nunca, dadas las necesidades de inversión masiva de las empresas en ámbitos estratégicos como la descarbonización y la digitalización de sus procesos. “Las empresas necesitan afrontar grandes inversiones en un contexto de disrupción y, por tanto, incierto. Es, pues, más necesario que nunca, cubrir los fallos de mercado con políticas claras e instrumentos bien dotados económicamente, que sirvan para acompañar en esta transición necesaria, preservando e impulsando la competitividad del tejido industrial catalán”.

“Las recientes crisis vinculadas a las emergencias sanitarias y climáticas, así como las crecientes tensiones geopolíticas, han evidenciado la relevancia de la industria local. El antiguo paradigma de costes energéticos bajos y de desprecio por el medio ambiente ha cambiado radicalmente y no se volverá atrás”, estima el texto. Los países han despertado de su inocencia ante la falta de semiconductores o de mascarillas en momentos críticos. En este sentido, Europa ha establecido su propia estrategia industrial, y se habla abiertamente de conceptos como la “soberanía industrial” o la “reserva estratégica”.

Para Esquerra, “las políticas industriales requieren de estabilidad y constancia”, En este sentido, Cataluña ha establecido una hoja de ruta de país, el Pacto Nacional por la Industria 2022-2025, que invertirá más de 3.000 millones de euros a lo largo de su vigencia, y que persigue incrementar sustancialmente el peso de la industria hasta situarlo a finales de la década en los niveles de las economías más industrializadas del mundo.

Los redactores del manifiesto consideran que “la prosperidad y la industria son dos términos que están entrelazados íntimamente, pues este sector es generador de puestos de trabajo más estables y mejor remunerados que los otros ámbitos de la economía. La industria, además arraiga en el territorio y genera valiosas redes de valor con su entorno, contribuyendo aún más a la prosperidad y la cohesión territoriales”.

Y ponen ejemplos concretos como la captación de 880 millones de euros de inversión extranjera, a través de ACCIO. Y específicamente la de la empresa surcoreana Lotte Energy Materials, que podría alcanzar los 1.200 millones de euros, para levantar en Tarragona hasta tres fábricas de láminas ultrafinas de cobre (elecfoil), un componente esencial para las baterías eléctricas. O la de 1.300 millones de euros que la farmacéutica Astra-Zeneca destinará a Cataluña, y que comportará la contratación de hasta 2.000 profesionales de la investigación biomédica, o el aterrizaje del centro de diseño de microchips en Europa de la firma estadounidense CISCO.

Este talante emprendedor implica también cuidar el tejido empresarial, ya sea con proyectos de cariz emblemático como la reindustrialización de Nissan, o el impulso del proyecto de transformación de la factoria de SEAT en Martorell (Barcelona), en referente del diseño, desarrollo y fabricación digitalizada y sostenible del coche eléctrico, conectado y automatizado. Pero también ocupándose de las micro, pequeñas y medianas empresas catalanas, en cuestiones tanto relevantes como la simplificación administrativa, el despliegue de la Ventanilla Única Empresarial, los proyectos de digitalización y ciberseguridad, el impulso del emprendimiento o la puesta en marcha del Fondo de inversión FITA.

ERC critica el hecho de que los 3.634 millones de euros de fondos europeos que los diferentes ministerios han traspasado a los departamentos de la Generalitat, no se han podido utilizar para hacer política industrial, dado que los únicos recursos para este fin se han gestionado por parte del Ministerio de Industria y Turismo (MITUR). “Esto es poco coherente dado que Cataluña representa más del 22,5% de VAB industrial del Estado español”, opinan los republicanos.

“En este sentido -agregan- el despliegue del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) está siendo ineficaz a la hora de dar apoyo a proyectos empresariales, especialmente en industria. Esto lo demuestra el alto porcentaje de recursos que quedan sin asignar en las convocatorias de ámbito estatal”.

Según los cálculos de la Dirección General de Fondos Europeos y Ayudas de Estado de la Generalitat de Cataluña, de los aproximadamente 17.250 millones de euros que la Administración central ha resuelto a fecha 31 de diciembre de 2023, alrededor de 5.000 millones han quedado desiertos, es decir, cerca del 30% de los recursos no han llegado a ningún beneficiario. Adicionalmente, en estos momentos hay convocados unos 10.970 millones de euros pendientes de resolución, de los cuales se estima que unos 3.184 millones podrían llegar a quedar también desiertos si continuara la misma tendencia. Por tanto, entre los recursos que ya han quedado desiertos de las convocatorias resueltas y los que se estima que lo harán de las convocatorias pendientes de resolver, la cantidad remanente sería de unos 8.190 millones de euros.

En el capítulo de propuestas en el ámbito industrial, estas son las iniciativas que ellos mismos más remarcan:

1. Desplegar un nuevo Pacto Nacional por la Industria (2026-2029) que dé continuidad al esfuerzo de impulsar la industria en Cataluña y llegar al año 2030 a alcanzar un peso industrial del 25% del PIB del país.
2. Conseguir un PERTE territorial para Cataluña, “largamente reclamado” dice ERC, que debe permitir movilizar 1.820 millones de euros para el tejido empresarial regional y “dar respuesta a las demandas de las empresas catalanas que no encuentran encaje en las convocatorias centralizadas por el Estado. Especialmente las empresas de tipo industrial pues “el 72% de las ayudas Next Generation para la industria no llegan a Cataluña”.
3. Despliegue de la Alianza de Semiconductores. El sector de los semiconductores es estratégico para la economía catalana. Aparte de las políticas industriales transversales (que apoyan a cualquier industria), es necesario poner un acento especial en esta tecnología habilitante, que tiene una influencia directa sobre toda la industria.
4. Continuar desplegando los mecanismos de facilitación de proyectos estratégicos, que establece la Ley catalana 18/2020, de 28 de diciembre, para reconocer los proyectos de inversión más relevantes por su impacto positivo y singular en la economía autonómica.

Pero también inciden en otros aspectos relevantes:

1. Consolidar y seguir impulsando la Ventanilla Única Empresarial.
2. Impulsar el “Programa PYME” transversal a las políticas productivas del Govern.
3. Dar continuidad al esfuerzo de internacionalización del tejido empresarial.
4. Seguir fortaleciendo la apuesta por la captación de inversión extranjera en Cataluña.
5. Combatir la morosidad y el fraude fiscal.
6. Seguir impulsando la promoción de procesos de colaboración entre empresas para favorecer su crecimiento y el aumento de la competitividad.
7. Continuar con los procesos de acompañamiento a la reindustrialización. ERC considera que, además de atraer nuevos proyectos empresariales, es fundamental poder ayudar también a las empresas industriales ya establecidas, especialmente a aquellas que están experimentando dificultades en sectores estratégicos. “En este sentido -reinvindica-, es crucial buscar de forma proactiva, e incluso participar directamente en su capital, si es necesario, iniciativas innovadoras que puedan ayudar a reactivar la actividad industrial. Sin duda, es necesario promover la renovación del parque de maquinaria industrial, quizás mediante incentivos fiscales o facilitando el acceso a créditos más flexibles”.
8. Mantener a Cataluña entre los 5 primeros hubs de start-ups a nivel europeo.
9. Continuar apostando por la economía regenerativa y la transición verde, con especial hincapié no solo en la gestión de residuos o en el ecodiseño, sino también en la descarbonización industrial.
10. Aceleración de la industria 4.0 y soporte a la investigación y el desarrollo industrial.
11. Plan estratégico de seguridad industrial. “La seguridad industrial ha sido observada, tradicionalmente, desde una óptica de control y vigilancia. Estos dos elementos deben seguir siendo esenciales para garantizar la seguridad de los elementos y sistemas industriales, especialmente para las actividades potencialmente peligrosas. Es necesario garantizar, pues, la función esencial de las políticas y normativa de seguridad industrial. Pero, además, es necesario impulsar una nueva visión de la seguridad industrial: promover el cambio cultural del tejido empresarial y de sus profesionales, de forma que se perciba esta necesidad como algo que aporta un valor diferencial a aquella organización que la aplica. Para ello, es necesario elaborar un nuevo plan estratégico que incorpore esta premisa y esta visión de transformación de la percepción y modelo de gestión en las organizaciones”.
12. Suelo y ecosistemas industriales de proximidad. Cataluña cuenta con un instrumento de capital importancia en la gestión del suelo (no sólo industrial) como es el Instituto Catalán del Suelo (Incasòl). ERC propone una actuación conjunta entre la Dirección General de Industria y el Incasòl para promover la transformación de suelos industriales (áreas de actividad económica preferente) a unos costes contenidos, de forma que se conviertan en espacios atractivos para nuevos proyectos de inversión. “Este acuerdo constituiría una herramienta básica para alcanzar un país industrializado”, argumenta el programa electoral.
13. Promover ecosistemas industriales. “La necesidad de identificación clave de los usos de los suelos destinados a la industria pone de manifiesto la urgencia del impulso de un portfolio territorial a disposición de las empresas que quieran crecer o venir a la zona. Esto requerirá una gran cohesión territorial. El objetivo fundamental será promover la industria en el debate territorial, institucional, social y educativo en territorios específicos. Se trata de poner la industria en un sitio relevante de la economía de la comarca, desarrollando servicios y funciones propias, a la vez que sirve de correa de transmisión de las grandes tendencias de política industrial (internacional y de país) a un ecosistema bien estructurado y cohesionado que tiene, como eje identificador, el territorio y la actividad industrial”.
14. Talento como pieza clave.

Junts+Catalunya per Catalunya

El programa electoral de Junts se titula “Programa de Gobierno. Un nuevo comienzo. La legislatura de la reanudación” y consta de 230 páginas. En su índice, el partido político de Carles Puigdemont indica que “Cataluña es un país que empuja la nueva revolución industrial, con la incorporación de tecnologías digitales y avanzadas y la generación de puestos de trabajo abundantes y de calidad”.

El documento se fundamenta en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. En el capítulo de industria (ODS número 9, esto es, “construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación”), Junts plantea seis ejes de actuación:

1.- Impulsar una política de reindustrialización orientada según la estrategia RIS3CAT, puesta al día para incluir nuevos desarrollos como la inteligencia artificial. La estrategia RIS3 o Estrategia de Especialización Inteligente en Investigación e Innovación está basada en la idea de que no se puede apostar por todo y las regiones europeas deben identificar las áreas de especialización tecnológicas y de conocimiento que les permitan generar actividades cada vez más competitivas y generadoras de riqueza y empleo.

1.1. Impulsar el desarrollo del sector de las ingenierías para la sostenibilidad, especializadas en la eficiencia energética, la microgeneración, la autoproducción renovable y la transformación sostenible de las actividades industriales y económicas en general, de cara a afrontar la transición energética de Cataluña.

1.2. Impulsar los préstamos participativos para la reactivación económica de la industria a través de la empresa pública de Promoción y Localización de Cataluña (Avançsa), la que se refleja en la SEPI estatal.

1.3. Crear un mecanismo de tramitación urbanística de urgencia para proyectos de implantación o transformación industrial, incluyendo incentivos para nuevas ubicaciones de suelo.

2.- Potenciar aquellos sectores industriales tractores de la economía y diferenciadores de Cataluña competitivamente.

2..1. Consolidar Cataluña como a hub logístico del sur de Europa, impulsando el ferrocarril con las conexiones a puertos y centros industriales clave y la aceleración del Corredor Mediterráneo en Cataluña.

2.2. Crear el Observatorio del Sector Químico y Farmacéutico de Cataluña como uno de los sectores estratégicos. “Cataluña dispone de este sector como uno de los vectores de alto valor añadido, en áreas de gran relevancia como los nuevos materiales, la descarbonización, soluciones para el tratamiento del agua o la alimentación, entre otros. Por tanto, es una industria de cabecera para conservar y desarrollar, siempre en un contexto de progresiva mejora de la seguridad y la sostenibilidad del sector”, asegura el documento.

2.3. Potenciar el hub farmacéutico catalán, “un polo de talento y de mayor beneficio para la ciudadanía por su papel clave en las soluciones de las enfermedades del futuro y en situaciones de pandemia”.

2.4. Realizar un estudio para posibilitar el aprovechamiento de los residuos de extracción de las minas de Sallent, Suria y Cardona, para la producción futura de baterías de sodio, menos contaminantes y peligrosas que las de litio.

2.5. Diseñar e impulsar un plan de desarrollo industrial con un impulso y acompañamiento en la modernización tecnológica del tejido industrial tradicional, tales como el textil, la piel, o el packaging, y en el aprovechamiento de la madera y la masa forestal de Cataluña, entre otros. Impulsar el Plan Nacional de Industria aprobado con los agentes sociales y económicos, con una revisión que le haga más ambicioso en los objetivos.

2.6. Impulsar un plan de polígonos industriales con dotación presupuestaria para sustituir todos los tejados de fibrocemento por placas solares, para impulsar comunidades energéticas, propuestas de transporte a demanda y la gestión mancomunada de residuos, así como para mejorar las infraestructuras básicas y la imagen de los polígonos.

3. Prestar una atención específica al sector de la automoción “para recuperar la posición de centro neurálgico de la movilidad en España y Europa”.

3.1. Captar un gran fabricante (OEM) que sirva de polo de atracción para el ecosistema de la movilidad, tanto proveedores como ingenierías, consultoría o logística.

3.2. Buscar oportunidades de establecimiento e inversión en Cataluña de los referentes en la nueva economía y industria 4.0: desarrollo y fabricación de baterías, de microchips, de software ADAS (vehículo autónomo y conectado), además de la gestión de fin de vida de todos estos elementos y el vehículo eléctrico.

3.3. Ayudar en la transición de los grandes actores ya establecidos: “tanto el traumático cierre de la Nissan como el de multitud de proveedores que han tenido lugar los últimos años podrían haberse evitado”. Crear un equipo de soporte dirigido a todo este tejido productivo clave para encontrar la manera de ayudar en la transición, impulsando un programa de apoyo a la transición del tejido de proveedores hacia la electromovilidad.

4. Fomento de la reindustrialización europea del sector de semiconductores en Cataluña, en línea con los objetivos del European Chips Act.

4.1. Negociar con el Estado español para garantizar que los criterios de elegibilidad y los procedimientos de concesión de subvenciones del programa PERTE de chips y semiconductores sean favorables a las empresas catalanas.

4.2. Fortalecer el ecosistema de fabricación de semiconductores en Cataluña para atraer a un inversor estratégico y así establecer una fábrica de semiconductores de vanguardia en Cataluña, con el foco en tecnología de nodos de 22 nm. a 28 nm.

4.3. Fomentar el desarrollo de una cadena de suministro sólida para componentes y materiales de fabricación de semiconductores en Cataluña, promoviendo la colaboración entre instituciones de investigación, universidades y socios industrial, e implementando programas de formación especializados para equipar la fuerza de trabajo local con las habilidades necesarias.

4.4. Implementar el Plan Director de Semiconductores presentado por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM) y el Instituto de Investigación del Valle de Hebrón (IRV), fortaleciendo y reforzando la Mesa de la Alianza de Semiconductores de Cataluña.

5. Alinear y acelerar la formación con las necesidades del sector industrial pues “hay una grave carencia de técnicos y de profesionales formados en las nuevas especialidades que limitan su desarrollo”.

5.1. Poner recursos en formación para las especialidades profesionales de alta demanda y proyección de futuro, desde técnicos instaladores hasta el mantenimiento y la reparación de esas instalaciones, impulsando el rol de los gremios, los clústeres y las organizaciones empresariales como referentes de las necesidades del mercado laboral.

5,2, Poner el Centro de Formación Profesional de la Automoción de Martorell (CFPA) al servicio del sector de la movilidad del siglo XXI. “Dañado durante estos últimos años, hay que conseguir que logre el su papel líder, incorporando la tecnología de las empresas y buscando la cooperación entre Administración y centros productivos. El CFPA debe ser, pues, el modelo a seguir en el resto de sectores”.

5.3. La potenciación de Cataluña como en centro de desarrollo de software. El desarrollo de software embedded (por ejemplo, productos con IoT) y de apps son dos de las áreas con mayor demanda y futuro de todo el panorama profesional mundial.

5.4. Consolidar Eurecat y el modelo de innovación y transferencia tecnológica que representa para las pymes.

6. Impulsar y desarrollar la marca “Made in Catalonia”.

6.1. Preparar un plan nacional de impulso y desarrollo de la marca “Made in Catalonia”: una certificación de calidad para los productos catalanes. Actores sociales como patronales y consejos reguladores tendrán que ser invitados a participar en la elaboración del plan nacional de impulso y desarrollo de la marca.

6. 2. Hacer de esta certificación de calidad un incentivo tanto empresarial como fiscal para los productores catalanes. La Generalitat y ACCIÓ tendrán que hacer un acompañamiento online y on-site sostenido.