¿Qué principales cuestiones se abordarán en este nuevo Congreso de Automoción de la AEC?
Este año nos centraremos en las 3P, Producto, Proceso y Personas, en todas las perspectivas del sector, desde la visión de los OEM a toda la cadena de proveedores.
Se va a poder visualizar tanto los avances, como el bagaje, que hay en la gestión, industrialización y desarrollo.
¿Cuál es el futuro más próximo del sector industrial de la Automoción en España?
El futuro es el presente, este primer trimestre se están fabricando vehículos y a medio plazo hay varios lanzamientos que, posiblemente, cambien la tendencia y refuerce la electrificación.
¿Qué papel desempeña la innovación tecnológica en la mejora de la calidad en la automoción?
La automoción está unida a la tecnología desde siempre, y como no a la calidad, con su evolución, desde el control de calidad hasta la excelencia, pasando por el autocontrol y el aseguramiento de la calidad.
Todos los procesos de calidad desde los ensayos, tanto destructivos como no destructivos, el control dimensional y como no todo lo que supone evitar errores con la implantación de poka-yokes, son realizados con tecnologías. Igualmente, toda la gestión se apoya al 100% en esas tecnologías, sumando todos los desarrollos de industria 4.0 y la IA.
La creciente digitalización de los vehículos ha traído nuevos desafíos en ciberseguridad. ¿Cómo está abordando la industria este reto?
Esta respuesta es fácil. La regulación para Seguridad de la información en Automoción se ha realizado bajo una norma clara y auditable, TISAX.
TISAX® es una evaluación y un mecanismo de intercambio del nivel de cumplimiento de la seguridad de la información de las empresas y organizaciones, lo cual permite conocer el nivel de cumplimiento entre los participantes.
¿Cómo pueden las empresas del sector mejorar su competitividad a través de la calidad?
La respuesta a esta pregunta es precisamente nuestro congreso, ya que la calidad se diseña, se fabrica y se certifica, para lo cual necesitamos Producto, Procesos y Personas.
En cuanto a la parte competitiva y, más en concreto a la implicación en la cuenta de resultados, se deben asegurar los procesos con la inversión y la calidad, con el coste que eso supone, para evitar los costes de no calidad. En resumen, hay que diseñar procesos robustos y que no tengan dependencia 100% del factor humano.