En este sentido, el presidente de la patronal de la industria cementera, Alan Svaiter, ha destacado en una conferencia de prensa que “sin tener en cuenta los datos registrados en 2020 -año de la pandemia-, 2024 será el quinto año consecutivo con el consumo de cemento estancado en el entorno de los 15 millones de toneladas”.
Estas previsiones toman como punto de partida un escenario ligeramente al alza en el mercado residencial, con 116.000 nuevas viviendas construidas, y la estabilización del no residencial, que se situaría en 4,8 millones de metros construidos, una cifra similar a la de 2023.
Resulta más complicado aventurar cuál será la inversión en infraestructuras para este año, ya que aún no se dispone de información sobre los presupuestos de las diferentes administraciones públicas. En este contexto, toman como posible escenario una tasa media de crecimiento del 1,5%. Debe tenerse en cuenta también que 2024 podría estar sujeto a mayores restricciones presupuestarias, como consecuencia de la reactivación de las medidas de déficit de la UE, por lo que el resultado final de consumo de cemento podría sufrir variaciones.
Svaiter ha desvelado que el consumo de cemento en España en 2023 cayó el 2,9% con respecto a 2022. En valores absolutos, el consumo de cemento se ha situado en 14,45 millones de toneladas, con una pérdida de 426.192 toneladas.
El presidente de la patronal cementera ha ofrecido estos datos, acompañado por el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, y el director de Comunicación de Oficemen, Dimas Vallina. Este último forma parte de la familia de iTALKERs como presidente de Fundación CEMA, una organización pionera en Europa donde la patronal de la industria cementera y los sindicatos velan desde 2005 por la prevención laboral, la valorización de los residuos y la sostenibilidad del sector.
“Si nos comparamos con otros países, podemos ver cómo el consumo de cemento per cápita de España, con unos 317 kilos por habitante y año, se encuentra un 34% por debajo de los 480 kilos por habitante y año de la media europea. Por poner como ejemplo a nuestro país vecino, con un consumo de cemento per cápita como el que actualmente tiene Portugal, España tendría un consumo anual de cemento por encima de los 20 millones de toneladas, una cifra más ajustada al tamaño, orografía y PIB de nuestro país que la actual, por lo que en el medio y largo plazo confiamos en la oportunidad de crecimiento del mercado local”, ha explicado el presidente de Oficemen a los periodistas.
Nuestro país, ha continuado diciendo Svaiter, quien también es el CEO de Votorantim Cimentos en España, tiene potencial para avanzar hacia la media de la Unión Europea, gestionando las oportunidades que en áreas como la vivienda social, la movilidad sostenible, las infraestructuras, la colaboración público-privada, la inversión en el ciclo de agua (que tan importante es para el cemento) o las energías renovables (“cada aerogenerador tiene 50 hormigoneras como cimiento”).
Oficemen ha destacado que los principales retos de la industria del cemento y sus derivados son la neutralidad climática, la economía circular, la tecnología CAUC (captura, almacenamiento y uso de CO2), el PERTE de descarbonización industrial, la biodiversidad y la digitalización. Svaiter ha subrayado la necesidad de crear en España un proyecto-país con respecto a esta tecnología “madura” en Estados y otros países del centro y el norte de Europa.
De hecho, ha enfatizado durante su presentación en que la Comisión Europea recomienda que la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC 21-30) de España incluya información más detallada sobre estas tecnologías. La propia Comisión, en un proyecto de estrategia, se plantea el almacenamiento de 50 millones de toneladas de CO2 al año, loque representarían 5 millones de toneladas para España.
“Necesitamos avanzar con más agilidad para garantizar la competitividad”, ha declarado Svaiter, dado que “habrá una guerra en el mercado sobre productos descarbonatados”, ha pronosticado Zaragoza.
