Esta aceleradora, que cumple su tercera edición, se dirige a proyectos aún no constituidos como empresas, o de reciente creación, así como a proyectos de investigación en el sector con potencial para llegar al mercado. Las iniciativas deben encuadrarse en las primeras etapas de la cadena alimentaria y pueden abarcar desde la agricultura y la crianza animal hasta la transformación de alimentos y bebidas. Se valorarán las propuestas que busquen revolucionar esos campos con nuevas soluciones y tecnologías.
Un máximo de 20 proyectos serán los seleccionados para participar en la primera fase del proceso de aceleración, que se desarrollará en mayo y junio. En esta etapa, el trabajo se centrará en la definición del modelo de negocio, así como en el prototipado del producto o servicio.
Los 10 proyectos que sean valorados por su factibilidad operativa y potencial de desarrollo, así como por las competencias y compromiso del equipo, pasarán a las siguientes fases. Durante junio y agosto, y con el apoyo de entidades como el Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA) y el Centro Nacional de Tecnologías Agroalimentarias (CNTA), las y los participantes desarrollarán su Producto Mínimo Viable (PMV) y lo validarán en escenarios reales.
Será entre septiembre y noviembre cuando se despliegue el programa de aceleración intensivo en el que se abordarán, entre otros, ámbitos como las estrategias de diferenciación y crecimiento y la financiación, con el propósito de llevar al mercado el proyecto empresarial con las mayores garantías de éxito.
Durante todo el proceso, los emprendedores contarán, además de con el soporte del equipo de CEIN, con el apoyo de personal consultor experto, de entidades clave y startups del ecosistema y de mentores y mentoras especialistas.
Además, durante el mes de abril, se organizarán dos jornadas sobre tendencias actuales en los ámbitos “agritech” (tecnología agrícola) y “foodtech” (tecnología de los alimentos).
