Con un presupuesto total de 300.000 euros, el plazo de solicitud estará abierto hasta el 8 de julio. Las pymes y las grandes empresas que deseen optar a las ayudas deberán presentar “únicamente la documentación necesaria para solicitar la ayuda”. Además, informan que la redacción del plan se llevará a cabo tras “cursar la solicitud” y las empresas dispondrán hasta el 31 de octubre para presentar el documento final.
El fin de esta ayuda es que las pymes y grandes empresas puedan “analizar su realidad y trazar una hoja de ruta para iniciar” su proceso de descarbonización, el cual decidirán si acometerlo una vez redactado dicho plan. Estas medidas “no están incluidas en esta convocatoria”, indican, pero para ello las empresas “disponen de otra serie de ayudas como el Plan MOVES”, las “ayudas al autoconsumo” o las “destinadas a realizar actuaciones de eficiencia energética”.
El plan de descarbonización deberá “implicar todos los niveles y categorías de la misma bajo las premisas de una transición energética” basada en “eficiencia energética, la maximización de las renovables y la neutralidad en emisiones de gases de efecto invernadero”.
Las compañías que se beneficien “podrán recibir hasta un 58% de ayuda” en caso de las pequeñas empresas, un 48% si se trata de una mediana empresa y un 38% de ayuda para las grandes compañías. Respecto a la cuantía máxima, la sitúan en 10.000 euros, si el consumo de energía lo establecen donde se realiza el plan de descarbonización supera los 50.000MWh. Asimismo, la ayuda mínima es de 3.000 euros cuando las cifras sean inferiores a los 9.999MWh.
Sobre estas cantidades, en el caso de que la empresa “realice una auditoría o diagnóstico energético”, podrán incrementarse en un 30%.