El consejero Luis Alberto Marín señaló que con estas ayudas el Gobierno regional “trata de incrementar la competitividad y sostenibilidad de la economía conforme a los estándares europeos, incentivando la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, así como la introducción de mejoras en la gestión del agua de uso industrial”.
Las ayudas se dividen en tres categorías. Por una parte, se subvenciona la contratación de consultoría para el cálculo de huella de carbono de la empresa, que incluya la preparación de un plan de reducción y su inscripción en el Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Por otra parte, el ‘Cheque Sostenibilidad’ financia también la consultoría para el cálculo la huella de carbono de producto, que es la cantidad total de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que se generan en cada una de las fases del ciclo de vida del producto (desde la extracción de las materias primas que lo componen hasta el destino y al abandono del producto). Por último, se subvenciona la consultoría para el cálculo de la huella hídrica, es decir, cuánta agua es necesaria para producir y prestar un servicio, asegurando que la información es exacta, coherente y transparente.
Las beneficiarias de estas ayudas son las pymes regionales y la cuantía puede alcanzar los 5.000 euros por empresa, de los cuáles 3.000 euros subvencionan el cálculo de cualquiera de las huellas realizado por la empresa de consultoría y esa cuantía se puede incrementar 2.000 euros más si se contratan los servicios de una empresa verificadora.
Marín destacó que “la sostenibilidad no puede ser entendida por las empresas como un freno sino como una oportunidad de aumentar su competitividad” y puso en valor la importancia de estas ayudas para seguir avanzando “en una región que puede presumir de contar con empresas sostenibles especializadas en la valorización de subproductos, que apuestan por el ecodiseño como una forma de minimizar impactos y generar ahorros en el uso de materias primas”. “Contamos con muchas empresas que ya trabajan en la optimización energética de los procesos y que además, como es el caso de las acciones para las que van destinadas estas ayudas, contribuyen a la neutralidad climática y el ahorro de agua”, añadió.
