Tolsa ha pasado de empresa familiar a ser uno de los líderes globales en la extracción, tratamiento y comercialización de minerales. ¿Cómo se gestiona ese proceso de expansión sin perder la identidad y los valores que definen a la compañía?
Desde nuestra fundación en Toledo en 1957, hemos definido la estrategia pensando siempre en el largo plazo. Desde nuestros inicios apostamos por la innovación y la inversión en I+D+i, desarrollando más de 250 aplicaciones —muchas de ellas patentadas— que nos han permitido evolucionar de una pequeña planta de arcillas a una empresa multinacional de minerales industriales, aun de tamaño mediano, pero que puede tratarse de tú a tú con las grandes del sector.
El ser una empresa familiar facilita la toma de decisiones y permite esa visión a largo plazo, pero no evita el estar en un entorno tremendamente competitivo y sujeto a regulación creciente e incertidumbres de todo tipo, al igual que lo están todas las empresas de nuestro ámbito.
Y a ese entorno cambiante yo diría que no solo hemos ido adaptándonos, sino que en muchas ocasiones hemos liderado el proceso. Así, pasamos de ser una empresa casi exclusivamente de arenas para gatos a tener una división de aditivos industriales que hoy supone casi la mitad de nuestro negocio; y de producir únicamente en Madrid, a producir hoy en 10 países y vender casi en 100, todo ello en un proceso de acercamiento al mercado que nos ha llevado a la expansión internacional.
De esta manera, hoy somos un proveedor global de soluciones minerales, con muchos retos por delante: la irrupción de la IA, un mercado laboral altamente competitivo en el que la rotación del talento es la nueva realidad, crecientes conflictos geopolíticos, regulación cada vez más exigente, y a esto debemos sumarle que nos ha tocado vivir en la era de la información “o desinformación”, lo que hace más necesario que nunca, poner el foco en la gestión de los riesgos reputacionales para la defensa activa de nuestra marca y actividad.
El sector minero vive una transformación profunda, impulsada por la transición energética y la necesidad de materias primas estratégicas. ¿En qué punto se encuentra Tolsa dentro de esa nueva minería del siglo XXI?
Esta transformación es imparable y necesaria. Y por tanto continuará en el futuro. Y creo que Tolsa es un actor importante en esta transformación. Somos pioneros en sostenibilidad, una de las primeras empresas de Europa y la primera de África en ser certificadas en minería sostenible. Además, hemos reducido nuestras emisiones de CO₂ en un 40% desde 2019, incorporamos a nuestros procesos industriales energías renovables como la fotovoltaica, y aplicamos planes de restauración progresiva —Minería por Transferencia— en todas nuestras explotaciones. Gracias a nuestras buenas prácticas, contamos con certificaciones internacionales como ISO 14001 y UNE 22470, que avalan nuestra gestión responsable.
Nuestro objetivo es liderar la transición hacia una minería ética, eficiente y tecnológica, que aporte valor a la sociedad y al medio ambiente.
En España, la minería sigue despertando cierta controversia. ¿Cómo percibe la opinión pública el papel del sector y qué se puede hacer para mejorar esa relación entre minería y sociedad?
La percepción pública sigue siendo un reto, y aunque la sociedad reconoce cada vez más la importancia del sector, aún persisten ideas trasnochadas, quizá por falta de información. Porque es un hecho que, aunque no se sepa o no se perciba como tal, los minerales son imprescindibles para multitud de procesos industriales y, por supuesto, para todos los procesos más innovadores como los de transición energética y nuevos materiales.
La clave está en la transparencia y el diálogo. En Tolsa participamos en foros, publicamos informes de sostenibilidad bajo estándares europeos y desarrollamos proyectos sociales en países como Senegal, donde garantizamos educación y asistencia sanitaria a la población local.
Tolsa impulsa campañas de divulgación y colabora con asociaciones industriales para explicar el papel esencial de la minería en la vida diaria y para un desarrollo sostenible de la sociedad. Y tomamos la iniciativa para explicar a nuestros vecinos, socios, y partes interesadas, cómo desarrollamos nuestra actividad. Nuestro compromiso es educar y sensibilizar, mostrando que detrás de cada producto hay procesos responsables y sostenibles. Queremos demostrar que la minería puede ser una fuerza positiva para el desarrollo sostenible.
Tolsa trabaja con minerales que están presentes en infinidad de productos cotidianos, como nos decía, desde cosmética hasta construcción o alimentación animal. ¿Cree que los consumidores son conscientes del papel esencial que juega la minería en su vida diaria?
Probablemente no. Cuando se piensa en arcillas, se asocian a cerámica, pero su alcance es mucho mayor. Tolsa está presente en más de 250 aplicaciones: desde arenas para gatos hasta materiales para construcción, pinturas, tratamiento de residuos, alimentación animal, farmacia e incluso sectores técnicos como cables o baterías.
En muchos casos, nuestra aportación no se ve porque forma parte de fórmulas patentadas o procesos industriales complejos, pero está ahí, resolviendo retos concretos y aportando soluciones a necesidades de otros muchos sectores industriales. Nuestro papel es transformar un recurso natural en soluciones expertas que aportan valor real y mejoran la vida de las personas.
La sostenibilidad es ya una exigencia irrenunciable. ¿Qué estrategias está aplicando Tolsa para garantizar una gestión responsable de los recursos naturales y minimizar su impacto ambiental?
Adoptamos una metodología alineada con directrices europeas para medir, mitigar y reportar impactos. Ya hemos hablado de la minería sostenible. Y, además, Tolsa es una empresa certificada en Ecodiseño ISO14.006, que implica considerar, a la hora de idear un nuevo producto, los impactos que tiene su creación desde la elección de materias primas, diseño del envase, su proceso de producción, impacto logístico… Es decir, reflexionando sobre todas las fases del ciclo de vida del producto hasta que es reciclado por el consumidor.
Antes hablábamos de la Minería de Transferencia, que es la técnica considerada más sostenible y que tiene un impacto medioambiental inferior a la de otras industrias como textil o ingeniería civil, porque entre otras muchas razones, es una minería temporal, con ciclos muy cortos de explotación que después permiten devolver los ámbitos afectados a su uso original o a otros. Como ejemplo, señalar que el estadio Metropolitano está construido encima de nuestra antigua mina. Todo ello son ejemplos que forman parte de nuestra visión integral de la sostenibilidad.
Hábleme del compromiso social de Tolsa en las comunidades donde opera.
Trabajamos bajo el enfoque de Licencia Social para Operar, escuchando a las comunidades y desarrollando proyectos que sumen valor, más allá del desarrollo económico y de empleo en las comunidades en las que estamos presentes. En Senegal tenemos una escuela de primaria con más de 300 niños, contamos con una clínica que ofrece asistencia médica a la comunidad y proveemos de agua potable a las comunidades vecinas. En otras geografías fomentamos el deporte, reforestamos y revalorizamos espacios públicos que enriquecen el entorno de estas comunidades. Para nosotros, la responsabilidad social es inseparable de nuestra actividad. Y estos proyectos son una manera de compartir con la sociedad el gran valor de los minerales en la sociedad actual y del futuro.
En el ámbito de la innovación, ¿qué avances tecnológicos o líneas de investigación están marcando el futuro de Tolsa y del sector minero en general?
La innovación es parte de nuestra cultura. Apostamos por tecnologías limpias, por la digitalización, el análisis avanzado de datos y automatización de procesos. A nivel de negocio, estamos orientando esfuerzos hacia dos sectores clave: la producción de energías más limpias y de alimentos más saludables. Aquí, nuestra contribución se basa en mejorar procesos respetuosos con el medioambiente, aumentar eficiencia y potenciar la sostenibilidad de nuestros clientes. Para lograrlo contamos con un comité de innovación, programas de innovación incremental y disruptiva, y exploramos la innovación abierta para crecer junto a centros de investigación, públicos y privados, y empresas líderes de multitud de sectores.
España cuenta con un importante potencial geológico, pero el desarrollo del sector a veces tropieza con barreras administrativas y sociales. ¿Qué haría falta para que la minería española sea más competitiva, moderna y sostenible?
Es necesario simplificar la complejidad y reducir los plazos administrativos, sin comprometer la protección del medioambiente y social. Desde el sector, y desde luego desde Tolsa, trabajamos activamente en la implantación de iniciativas que, sin disminuir la garantía de una gestión sostenible máxima, permita que los proyectos mineros salgan adelante. Somos los primeros interesados en que las actividades mineras sean responsables y aporten valor no solo para las empresas, sino también para la comunidad, generando empleo de calidad, mejorando su entorno y aportando riqueza.
En el contexto actual, la exploración y aprovechamiento de las denominadas “tierras raras” y otros minerales críticos se ha convertido en un asunto estratégico a escala global. ¿Cómo valora Tolsa el papel que pueden desempeñar España y Europa en el desarrollo de una cadena de suministro propia y sostenible de estos recursos esenciales para la industria tecnológica y energética?
Los minerales están en el centro del panorama geopolítico, hay una carrera a nivel mundial para controlar los recursos naturales y Europa debe asegurar su suministro para no depender de terceros. Las tierras raras son uno de los ejemplos, pero no el único, de minerales que pueden poner a la UE en una situación de clarísima dependencia y debilidad frente a otras potencias estratégicas. El primer paso es que las instituciones de la UE y los estados miembros tengan claro esto y tomen partido de forma inequívoca.
Tolsa está preparada para desempeñar un papel clave en este futuro lleno de oportunidades y ser un actor clave en la cadena de suministro de minerales estratégicos en Europa.
La geopolítica y la presión sobre las cadenas de valor están redefiniendo los flujos de materias primas. ¿Qué estrategias está implementando Tolsa para garantizar su resiliencia y mantener la competitividad internacional en este entorno cambiante?
Invertimos en exploración geológica para asegurar el suministro y la calidad de nuestras materias primas, desarrollamos un modelo logístico robusto, que nos garantiza poder suministrar nuestros productos a nivel global y en condiciones competitivas, y nos esforzamos por establecer relaciones comerciales e institucionales valiosas y duraderas. Tolsa emprendió un proceso de internacionalización global hace más de treinta años y hoy es un actor relevante en el flujo de minerales industriales.
Por facilitar un dato, movilizamos más de un millón de toneladas de mineral al año y contamos con filiales en cuatro continentes, lo que nos permite afrontar las incertidumbres que afectan a las cadenas de suministro con solidez.
Y mirando al futuro, ¿cómo imagina la minería de los próximos 20 años y qué papel espera que juegue Tolsa en ese escenario global?
Estamos pasando de la era de los combustibles fósiles a la era de los minerales industriales. Las empresas del sector serán esenciales para la transición hacia un tejido productivo más sostenible y tecnológico, y nosotros queremos ser protagonistas de esa transición aportando soluciones innovadoras. En Tolsa, la innovación no es solo crear algo nuevo, es encontrar la mejor manera de resolver los retos de nuestros clientes y ese es nuestro propósito para los próximos años.
Estamos siendo testigos de cómo las relaciones comerciales y geopolíticas están cambiando, generando una incertidumbre sin precedentes. Esta inestabilidad nos acompañará por muchos años, pero no podemos afrontarlo como un inconveniente, sino como la mejor oportunidad para las empresas valientes y con propósito, que tomen decisiones operativas más rápido para atender mejor que nadie las necesidades y retos de nuestros clientes. Y siempre desde la innovación, la ética, el compromiso con las personas, la responsabilidad ambiental y la prudencia financiera.
