TRIBUNA

Metro de Madrid: un modelo de prácticas formativas laborales inclusivas y con impacto social

Redacción

Envera

Ante una multitudinaria audiencia online formada por mandos y técnicos de Metro de Madrid, emblemática empresa de la industria del transporte en España y referente en el mundo, su directora de Formación, Elena Lacalle, desgranaba el pasado 14 de febrero la historia de dos niños que patinaban sobre una laguna helada hasta que uno de ellos se hundió bajo la gélida capa resquebrajada y de cómo la víctima fue rescatada por su amigo, que le salvó golpeando con una piedra el duro hielo hasta poder agarrarla. “Cuando llegaron los bomberos –prosiguió- no entendían cómo el niño lo había hecho, pues el hielo era muy grueso y parecía imposible haberlo logrado con solo una piedra y sus manos tan pequeñas. Entonces -continuó la formadora-, un anciano que se encontraba por allí gritó: “yo sé cómo lo ha hecho: no había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo”.

Así arrancaba la presentación de la plataforma de formación para empleados de esta compañía pública bajo el lema “Rompe el molde” que, como muy bien subrayó Lacalle, es también “romper prejuicios”. El broche de oro a este evento interno de la empresa lo puso Lucía Pérez de Ayala, alumna con discapacidad intelectual del programa Gradúate en ESO de Envera, quien explicó a la plantilla de Metro congregada cómo la educación y la formación en diversos ámbitos, desde la gestión administrativa, a la cultural o el teatro, pasando por la enseñanza reglada escolar o competencias digitales en la universidad, habían sido y son el motor de su vida y la fuerza que cada día la impulsa a no ponerse límites, afrontar retos y no tener miedo ante nuevos desafíos.

Esta intervención de Lucía en el seno de esta icónica empresa tuvo lugar gracias al convenio que en diciembre de 2021 Envera firmó con Metro de Madrid para que sus alumnos con discapacidad intelectual pudieran hacer prácticas formativas laborales en sus instalaciones. El objetivo del acuerdo era derribar prejuicios e incluir dentro de la organización la diversidad de otros puntos de vista y conocimientos, innovar, mejorar el acceso al empleo del practicante y completar de este modo sus itinerarios de formación teórica con conocimientos acreditados del mundo real laboral. Cuatro meses después de la rúbrica de la colaboración, el consejero de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, David Pérez, por cuyo empeño personal se acometía este hito, entregaba junto a la consejera delegada de Metro, Silvia Roldán, las primeras certificaciones a los alumnos destinados al almacén y al servicio de salud. Luego, se incorporarían más al gabinete de la consejera o al departamento de RSC.

Metro de Madrid, que forma parte del grupo internacional CoMET junto a los metros más importantes del mundo como los de Londres, París, Hong Kong, Pekín o Nueva York, declara como propósito trabajar cada día por mejorar la vida de los ciudadanos, mejorando además su entorno. Un esfuerzo que el año pasado le valió a esta empresa pública, dependiente de la Comunidad de Madrid, situarse, por segundo año consecutivo, entre las 100 empresas españolas con mejor reputación, de acuerdo con los resultados del estudio ‘Empresas y Líderes’ realizado por Merco (Monitor Empresarial de Reputación Corporativa).

Sebastián, alumno con discapacidad intelectual de Envera, durante sus prácticas en el almacén de Metro de Madrid.

Conscientes de que hay que tomar decisiones para ser más sostenibles y más humanos, Metro de Madrid ha querido también ser referente en inclusión, haciendo posible que un 70% de su red sea accesible, con más de 13 1.712 escaleras mecánicas, 558 ascensores, y 53 personas con discapacidad intelectual entrenadas para viajar de forma autónoma. Todo ello como parte de un plan que permitirá en 2028 que el 84% de las estaciones puedan ser transitadas por todo tipo de personas, sea cual fuere su discapacidad permanente o transitoria, o simplemente mayores, en un país, España, donde según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística relativos a 2022, ya se contabilizan 133 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16 años.

Metro de Madrid rompió el molde facilitando hace dos años, y por primera vez en su historia, la incorporación de alumnos con discapacidad intelectual a la dinámica de su práctica laboral, como hace veinte años lo hizo la compañía Iberia en sus hangares de mantenimiento o MRO demostrando que todos podemos ser los mejores en algo e inyectando inspiración y talento en sus equipos. Es evidente que estas empresas bandera de la industria del transporte en España tampoco tuvieron cerca a nadie que les dijera que no podían hacerlo.

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