¿Qué le motivó a fundar Corresponsables hace 20 años, cuando la RSE aún era un concepto emergente?
Mi motivación nació de una convicción muy clara: los periodistas y los medios de comunicación debíamos cumplir mucho más nuestra función social y, para ello, debíamos romper el tópico periodístico que nos enseñaron en la universidad sobre el interés de la audiencia por las malas noticias, que hace que los medios prioricen la cobertura de sucesos negativos.
Las buenas noticias también pueden y deben ser noticia, pues inspiran y muestran el camino a seguir. Por eso nos llamamos Corresponsables, porque todos lo somos. Está muy bien criticar y juzgar, en eso los seres humanos somos expertos en cualquier parte del mundo, pero está mucho mejor actuar. Por eso, nuestra misión es dar visibilidad y poner en valor el trabajo e iniciativas de todas aquellas personas y organizaciones que tratan de aportar su grano de arena para mejorar este mundo tan controvertido y complejo, pero, a la vez, tan apasionante que nos ha tocado vivir.
Así pensaban ya algunos pioneros hace 20 años, en 2005, y a ellos precisamente les estamos rindiendo su merecido homenaje en las entrevistas que estamos publicando en www.corresponsables.com, con motivo de nuestro aniversario. Fueron ellos, junto con la investigación que realicé en mi tesis doctoral, lo que me animó a lanzar a finales del 2005 los medios de comunicación Corresponsables.
¿Cuál considera que ha sido el mayor hito en la evolución de Corresponsables desde su creación?
Hay muchos, pero quizá destacaría haber alcanzado nuestro 20º aniversario consolidándonos como el medio líder y de referencia en Sostenibilidad en habla hispana en todo el mundo. El camino no ha sido nada fácil, pero más allá de ello, destacaría también nuestra capacidad para construir el ecosistema de la Sostenibilidad más grande y multiactor —multistakeholder, en terminología del sector—, donde conviven grandes empresas, pymes, las organizaciones del tercer sector, la academia y la administración pública de todos los países de habla hispana. Todo ello nos ha permitido generar un diálogo honesto y transformador y, especialmente, muchas alianzas.
Ha sido clave la transformación digital que hemos ido aplicando durante todos estos años para estar a la vanguardia de la comunicación responsable consiguiendo un mayor alcance a través de nuestro portal, las redes sociales y el uso del streaming en nuestros eventos.
Asimismo, destacaría la creación en 2010 de la Fundación Corresponsables, cuyos Premios ya han superado las 15 ediciones, con más de 9.000 candidaturas presentadas de más de una quincena de países, ¡todo un récord! En la misma línea, hemos logrado escalar e internacionalizar Corresponsables, estar presentes en todos los países de habla hispana y sumar miles de aliados en este camino común por un mundo mejor.
Pero, como decimos en nuestro video de YouTube del 20º aniversario, todavía hay mucho por hacer y queremos seguir sumando a más compañeros de viaje; esto es imprescindible para lograr que este maravilloso paradigma humanista realmente se integre en todas las organizaciones.
¿Qué desafíos enfrentó en los primeros años y cómo los superó?
No negaré que los primeros años fueron muy duros, pero también apasionantes. En primer lugar, porque la empresa la creó un periodista sin experiencia en gestión comercial y sin dinero… (se ríe). Fue gracias, además de los pioneros de la RSE, al apoyo de entidades como ESADE y Secot, a un préstamo para jóvenes emprendedores y al dinero del premio del Centro de Estudios Financieros, que obtuve por un artículo académico sobre la RSE interna, lo que me permitió impulsar Corresponsables.
Pero más allá del desafío económico, había mucho escepticismo hacia la RSE, escasos recursos y mucha pedagogía por hacer. La clave fue la pasión, el esfuerzo y la perseverancia. Algunos de los pioneros de la RSE me recuerdan en las entrevistas el apodo que me dieron: ‘gota malaya’. También, claro está, ha sido fundamental el rodearme de un equipo comprometido y apostar por alianzas estratégicas.
Y, finalmente, otro factor fundamental, en mi opinión, fue que aprendimos a aplicar la RSE a nuestra gestión, algo inusual en los medios de comunicación. Nos certificamos con la SGE21, luego con el EFR. Y ahora somos empresa BCorp, que certifica, no a las mejores empresas del mundo, sino para el mundo. En este sentido, escuchar activamente a los grupos de interés nos ha permitido crecer de forma orgánica y sostenible, incluso cuando llegó la crisis, gracias a la expansión en América Latina.
¿Qué papel ha jugado Corresponsables en la transformación del ecosistema empresarial hacia modelos más sostenibles?
No es fácil hablar de uno mismo, siempre es mejor que lo hagan terceras personas. En ese sentido, destacaría lo que comentan de nosotros el más de centenar de pioneros en las entrevistas que hemos publicado en Corresponsables con motivo de nuestro 20º aniversario. La mayoría destaca que no hemos sido solo el altavoz de la RSE y de la Sostenibilidad, sino también el gran catalizador e integrador.
En nuestras Jornadas Corresponsables siempre hemos intentado unir a todos, hasta a los que no se llevaban bien, y hemos contribuido a que la Sostenibilidad no sea solo un asunto de grandes empresas, sino de todo tipo de organizaciones y en todos los territorios.
En este sentido, siempre hemos apostado en España por llegar no sólo a Madrid y a Barcelona, sino a todas las demás comunidades autónomas; y lo mismo en América Latina, donde hemos organizado más de 300 jornadas y diálogos, muchos de ellos a puerta cerrada. En definitiva, hemos contribuido a crear alianzas, como decía antes, y una comunidad cada vez más grande y comprometida con la transformación hacia modelos más sostenibles.
Corresponsables tiene un gran impacto en España, pero no es menor el que genera en Iberoamérica. ¿Qué diferencias observa en las empresas a ambos lados del Atlántico en relación con la RSE?
Sinceramente, creo que somos más parecidos de lo que nos pensamos. Compartimos buena parte de los retos y desafíos comunes: extender la cultura de la Sostenibilidad a toda la cadena de valor, integrar realmente la RSE en el ADN, lograr un mayor protagonismo del consumidor, mejorar la comunicación responsable, afrontar la lucha contra el cambio climático…
Creo que el gran desafío en América Latina es, sobre todo, combatir la enorme desigualdad y pobreza existentes, eso es vital. También mejorar la transparencia y la rendición de cuentas.
Al mismo tiempo, también hay experiencias y buenas prácticas increíbles al otro lado del charco, que destacamos tanto en nuestro medio como en los Premios Corresponsables. Lo bueno, como suelo decir, es que aquí podemos aprender unos de otros y enriquecernos mutuamente. Desde Corresponsables hemos visto cómo las experiencias latinoamericanas inspiran procesos europeos y viceversa. La clave es seguir fomentando esos espacios de diálogo y de benchmarking entre países, continentes…
¿Qué entrevistas o proyectos publicados en sus anuarios le han marcado especialmente?
En la 20ª edición del Anuario Corresponsables publicamos más de 3.000 buenas prácticas, así que resulta difícil destacar solo algunas… A lo largo de estos años me han marcado muchas historias, como vivir de primera mano la respuesta solidaria ante el Covid-19, el huracán Otis en Acapulco o la Dana que nos impactó a finales del año pasado. La mayoría de medios se enfocaba en lo negativo y nosotros en la fantástica respuesta solidaria. He conocido a personas maravillosas, grandes líderes visionarios, emprendedores sociales y personas anónimas que hacen cosas extraordinarias desde sus organizaciones.
Pero, sobre todo, me emociona cuando entidades pequeñas cuentan su experiencia y logran transformar su entorno. También me enorgullecen las entrevistas colectivas a los pioneros de la Sostenibilidad que estamos publicando con motivo de nuestro aniversario, así como las ediciones especiales que lanzamos junto a aliados estratégicos sobre una gran diversidad de temas y desafíos.
¿Cómo imagina la evolución de la RSE en los próximos 10 años?
Será una Sostenibilidad más estratégica, transversal y vinculada a los grandes retos globales: cambio climático, desigualdad, digitalización e IA ética. Tengo muy claro que las empresas que no integren la Sostenibilidad en el corazón de su modelo de negocio quedarán fuera del sistema.
Habrá más exigencia regulatoria, pero también más conciencia ciudadana. Y creo que veremos una nueva generación de líderes empresariales más comprometidos, empáticos y colaborativos. Quizá sigo siendo algo utópico, pero creo que sí es posible si todos aportamos nuestro grano de arena.
¿Qué rol deberían asumir los medios especializados en Sostenibilidad ante la polarización y el greenwashing?
Un rol crítico, pero constructivo. Debemos ofrecer ejemplos y buenas prácticas reales y contrastados de organizaciones privadas, públicas y no lucrativas que sí lo están haciendo bien. Frente al greenwashing, más transparencia, más rendición de cuentas y más rigor. Frente a la polarización, más diálogo y más puentes.
En Corresponsables creemos que los medios tenemos la responsabilidad de ser aliados de la transformación, no simples cronistas del problema. Todos debemos ser parte de la solución.
También es el alma mater de ObservaRSE. ¿Qué tipo de alianzas considera clave para seguir impulsando la RSE en el tejido empresarial?
Las alianzas multiactor son imprescindibles para lograr mejorar el mundo que nos ha tocado vivir, y no me cansaré nunca de decirlo. Necesitamos sumar muchos más esfuerzos conjuntos entre empresas, entidades sociales, administraciones, academia y medios. De ahí que el Anuario Corresponsables se siga estructurando por grupos de interés, porque todos somos Corresponsables.
El Observatorio de la Comunicación Responsable (ObservaRSE) nos ha permitido generar reflexión y conocimiento colectivo en todo lo relacionado a la comunicación, con más de 160 aliados, y reconocer cada año aquellas iniciativas más destacadas en la comunicación responsable.
El futuro pasa, sin duda, por tejer redes que multipliquen el impacto positivo.
¿Hay alguna frase, libro o referente que le haya inspirado especialmente a lo largo de estos años para avanzar en su proyecto?
Me han inspirado muchas frases, libros y personas, como muestro en mi novela Hijo de Malinche, que rinde homenaje a todas las personas que trabajan por un mundo mejor. Desde grandes referentes e iconos, hasta empresarios y personas anónimas con grandes valores.
Hay una frase que me acompaña siempre: “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”, de Gandhi. Porque habla de coherencia, de compromiso personal y de liderar con el ejemplo, algo que intento aplicar en mi vida y en mi día a día.
Otra que siempre tengo muy presente es la de John Lennon en Imagine: “You may say I’m a dreamer but I’m not the only one. I hope someday you’ll join us and the world will be as one”. Realmente inspiradora e integradora.
¿Qué mensaje le gustaría dejar a las nuevas generaciones líderes empresariales?
Que no tengan miedo de poner el propósito y la ética en el centro de su trayectoria profesional. Que ser rentable y ser corresponsable no son caminos opuestos, sino totalmente complementarios y necesarios. Que el liderazgo del futuro será sostenible o no será. Que sean verdaderos agentes del cambio, que siempre promuevan las alianzas y que, desde su posición, cada decisión cuenta, cada pequeño paso cuenta y puede marcar una gran diferencia. Y, finalmente, que nunca olviden que la Sostenibilidad siempre es un camino de mejora continua.