Asimismo, en la Eurozona los indicadores adelantados apuntan a un enfriamiento de los niveles de actividad económica, especialmente en la industria y, por ello, Mapfre prevé un crecimiento del 0,5% para 2023 y del 0,7% la de 2024 (una y tres décimas menos que la anterior estimación, respectivamente).
De cara a futuro, el informe señala que se espera que las manufacturas sigan deprimidas, con la actividad industrial aún lejos de estabilizarse. Mientras tanto, el estudio apunta hacia una pérdida de dinamismo, acercándose a una mayor sincronía con las manufacturas y mostrando menores capacidades para trasladar aumentos de costes al cliente final.
De cara al cuarto trimestre de 2023, se espera “una continuación en la desaceleración”, como resultado de “la eficaz transmisión de la política monetaria del Banco Central Europeo”, la cual tiene como objetivo un enfriamiento de la actividad para controlar la inflación. La producción industrial bajó en agosto un -3,6%.
Por otro lado, el informe ha revisado al alza las expectativas de crecimiento económico para la economía española en 2023 hasta el 2,5% (5,8% en 2022) y a la baja en 2024, año en el que se prevé una desaceleración hasta el 1,3% en un contexto de condiciones financieras endurecidas y mayor incertidumbre “a consecuencia del conflicto en Oriente Medio y la guerra en Ucrania”. “El principal motor del crecimiento de la economía española ha sido el consumo privado, mientras que la inversión muestra síntomas de desaceleración”.
La inflación (que viene moderándose a lo largo del año) ha experimentado un pequeño repunte en los últimos meses, según el informe, alcanzando el 2,6% y 3,5% interanual en agosto y septiembre, respectivamente, pero lejos de la inflación media del 8,4% de 2022 y por debajo de los últimos datos de la zona euro.
Por ello, el BCE ha decidido mantener los tipos de interés y sigue reduciendo ligeramente el tamaño de su balance. Ante este entorno económico y de tipos de interés, el sector asegurador español sigue experimentando notables crecimientos, si bien puede sufrir una desaceleración que afectaría particularmente a los negocios más cíclicos vinculados al comportamiento del crédito, como son los seguros de Autos y de Vida riesgo, aunque todavía con importantes crecimientos en los seguros de Vida ahorro y de rentas vitalicias, y una mejora progresiva en las perspectivas de rentabilidad por la moderación de la inflación, el ajuste de las primas conforme se renuevan las pólizas y los mayores ingresos financieros.
En esta línea, en lo que va de año, hasta el mes de septiembre, el sector asegurador continúa con crecimientos positivos por encima de la inflación en todos los grandes segmentos de negocio, particularmente para el negocio de los seguros de Vida ahorro, el cual presenta un crecimiento en primas del 57,8% hasta el cierre del mes de septiembre (21,2 millardos de euros, frente a 13,4 del mismo período del año anterior), “gracias a las subidas de tipos de interés y el retraso en remunerar los depósitos bancarios”, lo que sigue abriendo posibilidades de negocio en la captación del ahorro que pueden ir descendiendo a medida que las entidades bancarias adapten sus políticas de retribución de los depósitos al nuevo entorno de tipos de interés.