Esta dotación, dirigida tanto a grandes empresas como a las pymes, busca que las compañías puedan adaptar sus procesos y bajar las emisiones de dióxido de carbono, según afirman. Los incentivos también buscan disminuir el consumo de energía para contribuir a “alcanzar los objetivos que fija la normativa de la Unión Europea”. El periodo de solicitudes está abierto y concluirá el próximo 30 de junio.
En cuanto a las actuaciones financiables se encuentran las acciones dirigidas a “modernizar o sustituir los actuales equipos por otros más innovadores” capaces de optimizar la producción, además de la “incorporación de nuevas tecnologías en los procesos industriales y en los auxiliares”.
En el caso de las pequeñas empresas, esta ayuda cubre hasta el 50% de la inversión, un porcentaje que se reduce hasta el 30% en caso de las grandes compañías cuyo importe máximo es de “dos millones por proyecto y un máximo de cuatro millones por cada beneficiario”. Según estiman, a estas ayudas se podrán adherir más de un centenar de empresas hasta 2025. En este sentido, desde 2020 se han beneficiado un total de 58 industrias según datos aportados por el ejecutivo.