¿Cuáles son las líneas maestras de su programa electoral en materia de industria?
Los sectores productivos son los que tiran del carro y hay que mimarlos. Además, somos conscientes de que vivimos un momento irrepetible por la cantidad de posibilidades que generan los fondos del Plan de Recuperación del Gobierno de España. Nuestro sector industrial, con la automoción como buque insignia, y nuestra industria agroalimentaria, porque ayuda a fijar población en el medio rural, tienen que ofrecer garantías de empleo digno a las personas y a las familias para que diseñen sus proyectos de vida en nuestro territorio. Es la única forma de sostener a la población actual, de evitar la fuga del talento de la generación mejor preparada de nuestra historia y de que vuelvan los que tuvieron que marcharse por falta de oportunidades. Y diré más: en este momento de revolución digital y sostenible donde se abren nuevas oportunidades, Castilla y León tiene que ser capaz de atraer nuevo talento y ser un lugar en el que querer vivir y trabajar.
Mi programa de gobierno recoge, en definitiva, todas las acciones necesarias para fortalecer y hacer crecer el peso de la Industria en nuestra Comunidad, como un elemento fundamental para generar riqueza y bienestar.
Por no extenderme en exceso, porque nuestro programa recoge muchos compromisos para desarrollar nuestra industria, destacaré las posibilidades en esta materia que ofrecen los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica, los PERTE, que son este nuevo instrumento de colaboración público privada que desarrolla proyectos de carácter estratégico, con un importante potencial de arrastre para el resto de la economía española y que tienen su razón de ser en la colaboración entre administraciones, empresas y centros de investigación.
¿Cómo está soportando la industria castellana y leonesa la crisis generada por la COVID-19?
Hemos vivido, y todavía no hemos acabado de salir, una crisis mundial sin precedentes, que ha azotado a todos los rincones habitados del planeta. Gracias a las políticas de apoyo del Gobierno de España a los sectores productivos y a los trabajadores y trabajadoras, se han mantenido en pie contra viento y marea la mayor parte de nuestras empresas. Es más, los indicadores económicos que vamos conociendo nos hacen pensar que la recuperación es un hecho. Hablo del aumento de la afiliación a la Seguridad Social, del descenso del desempleo, de los índices de producción industrial, de la movilidad, de los consumos energéticos…
Sin embargo, también se nota que esa recuperación está siendo más lenta en Castilla y León. No me extraña, porque el Gobierno autonómico del señor Mañueco está a otras cosas, a esta convocatoria extemporánea de elecciones, por ejemplo. Además, 35 años de gobierno del PP han generado taras estructurales que hay que corregir de inmediato. Se nota que ese aumento de la afiliación de la Seguridad Social es menor que en otras comunidades autónomas o que el PIB de Castilla y León, según los últimos datos de la AIREF, crece muy por debajo de la media nacional. Nuestra comunidad autónoma es la tercera con menor crecimiento de su Producto Interior Bruto en el último trimestre de 2021: un 2,8% frente al 5,2% en el que se sitúa la media nacional.
¿Qué le pide a la Administración central para fomentar el tejido industrial de la comunidad?
Hay muchas zonas en una comunidad autónoma de 95.000 kilómetros cuadrados que no tienen las comunicaciones viarias y ferroviarias que se merecen. Necesitamos infraestructuras de comunicación que unan estas zonas con los grandes ejes, con los centros industriales y empresariales del país. El corredor atlántico es una oportunidad para nuestra tierra que no podemos dejar escapar.
Necesitamos ayudas a la reindustrialización con criterios, con sesgos diferenciadores por motivos de despoblación. Y que se definan las ayudas a las empresas que pueden llegar en provincias como Soria por tener menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado.
De la mano de la Junta de Castilla y León, hay que terminar de una vez por todas de llevar al cien por cien de la población, de las empresas, la conexión a Internet ultrarrápida y, ahora que parece que se vislumbra en un horizonte próximo gracias al programa ÚNICO-Banda Ancha, explorar el abanico de posibilidades que las nuevas tecnologías abren para el emprendimiento y el empleo.
Necesitamos polígonos industriales y el apoyo de Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES) del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, para seguir poniendo suelo industrial a disposición de las empresas.
La Comunidad es sede de importantes empresas relacionadas con la automoción como Renault o Iveco. ¿Qué proyectos contemplan en este sector estratégico que también está vinculado con el de la movilidad?
Como he dicho, la automoción es nuestro buque insignia. Desde el gobierno de esta comunidad acompañaremos a esta potente industria en su transformación hacia la movilidad sostenible. Les he hablado también ya del PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado, como mecanismo de impulso y coordinación de estos proyectos prioritarios para que contribuyan a la transformación de la economía de Castilla y León como sector estratégico de futuro.
De las posibilidades de de los vehículos eléctricos hemos tenido un buen ejemplo con la instalación de Switch Mobility, en Valladolid, para la fabricación de autobuses eléctricos de última generación, que, en principio, supondrá la inversión de 100 millones de euros y la creación de 1.200 empleos y hasta 7.000 empleos indirectos.
La evolución hacia el vehículo conectado y autónomo abre un colosal abanico de oportunidades. Por ejemplo, requiere de infraestructuras para el diseño y testeo de los prototipos y participaremos desde la Junta activamente en el marco de la colaboración público-privada.
A nadie se le escapa la oportunidad de negocio que supone la I+D de las baterías. Incentivaremos la inversión para la localización en nuestra comunidad autónoma de los grandes fabricantes de baterías. Tendrá que ir acompañado de la formación necesaria sobre esta materia en los centros de FP y en las Universidades. En esta línea, habrá que pensar también en la segunda vida útil de estas baterías y su reciclado. Esa es otra oportunidad inmejorable.
¿Qué planes poseen sobre habilitación y promoción del suelo industrial? ¿En qué zonas y qué mejora de infraestructuras (comunicaciones) se llevarían a cabo?
Hablaba antes del papel de SEPES, del Gobierno de España, pero la puesta de disposición de suelo industrial para las empresas es una obligación inexcusable de la Junta de Castilla y León y hay carencias evidentes en muchas zonas de todas las provincias de esta comunidad autónoma.
Para responder a su pregunta, vuelvo al corredor Atlántico. Hay infraestructuras viarias y ferroviarias más sensibles, con sus principales nodos de comunicación, que tienen que verse recogidas en el Reglamento sobre las Directrices de la Unión para el desarrollo de la red transeuropea de transporte (RTE-E). La propuesta definitiva se aprobará previsiblemente en 2023. Contamos ahora con el apoyo añadido de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia puesto que en todas estas actuaciones aparecen las componentes tecnológica, digital y sostenible para la modernización de la red que se prima especialmente en el Plan España Puede.
Es muy importante contar con esos grandes nodos perfectamente comunicados por carretera y por tren. Pienso en Burgos, León, Benavente… pero, a la vez, es esencial impulsar y desarrollar los principales nodos de intercambio de mercancías presentes y futuros en el resto de nuestro territorio para mallar una red logística que mejore y complete el modelo autonómico de plataformas logísticas, puertos secos y centros de transportes. Y tiene que ser una red a distintas escalas y bien definida. Además, hay líneas de financiación que tenemos que explorar, como el Conectar Europa.
¿Qué proyectos de transformación digital para las pymes industriales están contemplando?
Desde la Junta vamos a promover esa transformación digital para la cual tenemos un importante aliado en el Plan de Digitalización de Pymes que está poniendo en marcha del Gobierno de España. En estos próximos tres años se pondrán en funcionamiento 16 acciones y programas digitales para empresas de todos los sectores. Servirán para la digitalización básica de las pymes, apoyarán la gestión del cambio, la innovación disruptiva, el emprendimiento digital y el apoyo a la digitalización sectorial.
Son programas muy concretos de los que estaremos pendientes, nosotros y nosotras desde la Junta de Castilla y León y, por supuesto, los empresarios y empresarias para que el mayor número posible de empresas castellanas y leonesas consigan la digitalización plena y el Sello Pyme Digital que las hará más competitivas en su sector. Pero, además, los complementaremos con instrumentos financieros específicos que impulsen esta transformación.
¿Prevén la creación de nuevos polos industriales o centros tecnológicos especializados? ¿Dónde y de qué sectores productivos?
Nuestras áreas industriales (Burgos o Valladolid), y nuestros focos industriales (León, Salamanca o Palencia) tienen que servir de nexo, de eje de expansión para otros focos en la comunidad. Estos nuevos emplazamientos se generarán al socaire de las oportunidades que están surgiendo, sobre todo derivadas de las nuevas tecnologías, de la digitalización. Con la mejora de las redes de transporte, la creación de nuevo suelo industrial y también con las medidas de atracción impulsadas directamente por la Junta de Castilla y León, vamos a diversificar y reestructurar la industria de nuestra tierra.
Es básico para lograr la cohesión territorial que forma parte del eje transversal de nuestro programa de gobierno. Castilla y León tienen mucho que decir en cuanto a centros tecnológicos especializados. Aquí hay mucho talento y para explotarlo tenemos que fomentar la I+D+i vinculada a los recursos, capacidades y necesidades del territorio, y su transferencia al sector productivo.
Desde el Gobierno autonómico desarrollaremos la Acción Piloto sobre La Transición Industrial. Se trata de elaborar una estrategia global para la transformación económica regional. Para ello es básica la estrategia de especialización inteligente (RIS3), los clústeres y Agrupaciones Empresariales Innovadoras (AEI) o los Hubs de innovación Digital (DIH) entre otros planes y programas.
¿Qué características ofrece Castilla y León al inversor internacional que busca instalar sus productos o servicios? En este sentido, ¿apoyan la adopción de medidas fiscales para favorecer a las empresas?
Ofrece de todo y muchas de las oportunidades que brinda las he ido desgranando en respuestas anteriores. Pero Castilla y León no se conoce lo suficiente. Esa captación de inversores internacionales debe ampararse también en la acción del gobierno de la Junta. Esto no se ha hecho. Ahora nos proponemos hacerlo de manera decidida con un Plan específico que dé a conocer las potencialidades de nuestra Comunidad.
Sobre la adopción de medidas fiscales, no puede aparecer de forma más clara en nuestro programa. En la Ley de Lucha contra la Despoblación, que es mi principal objetivo, se incorpora un Plan de Incentivos fiscales a la actividad económica que incluirá bonificaciones fiscales y ayudas equivalentes extraordinarias que permitan a los autónomos y empresas el establecimiento y mantenimiento de las inversiones en el medio rural.
¿Cómo caracteriza el alcance y la gestión del dinero previsto para el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia?
De cómo seamos capaces de aprovechar esta histórica asignación de fondos a nuestro país y a nuestra comunidad autónoma desde el Gobierno de España, depende el futuro de las siguientes generaciones. Después de que dobleguemos a la COVID-19, no hay nada más importante. Por eso creo que la convocatoria de estas elecciones, además en plena sexta ola de la pandemia, es una irresponsabilidad. La ciudadanía pide gestión en momentos claves como estos. Pero el PP tiene otras prioridades, lo que le interese a la gente de Castilla y León, es para ellos secundario.
A la Junta de Castilla y León han llegado ya 750 millones de euros del PRTR, gracias a unos criterios de distribución que contemplan factores de corrección que nos benefician por las características y necesidades que tiene de Castilla y León. Y todo este dinero y el que está por llegar es, tiene que ser, para transformar nuestro modelo productivo, para apoyar a todos los sectores productivos de esta tierra, a la gente de esta tierra.
La Junta no lo está haciendo bien. Vamos con retraso. Ya demostraron su inoperancia cuando recibieron en 2020 y 2021 un total de 1.600 millones de euros de fondos COVID para combatir la pandemia, para apuntalar nuestro sistema sanitario, para apoyar a nuestro tejido social y productivo. No han sabido hacerlo o no han querido y les ha sobrado mucho dinero. Han decidido meterlo en la hucha para tener superávit. Hemos pasado de 433 millones de déficit en 2019 a 447 millones de superávit en noviembre de 2021, que son las últimas cifras que han publicado.
En materia de energía, ¿cómo están apostando por la generación de energías renovables?
Las posibilidades que ofrece Castilla y León en esta materia son impresionantes. En biomasa, en eólica, en fotovoltaica. Y tienen que ser motor de desarrollo. Partimos con ventaja sobre el resto de comunidades autónomas por extensión, por clima, por situación. Ahora mismo hay varios cientos de proyectos en marcha con la inversión que eso supone y el empleo que genera tanto en puestos de trabajo directos como inducidos.
Pero tenemos que hacerlo con cabeza, no todo vale. Nosotros aprobaremos una Estrategia de Desarrollo de las Energías Renovables en Castilla y León, en colaboración con las entidades locales, el diálogo social y la participación pública, para asegurar un despliegue en el territorio sostenible, respetuoso con nuestros pueblos, con su patrimonio y con el medio ambiente y que favorezca el dinamismo de las áreas de prioridad demográfica para lograr la inaplazable cohesión territorial.