REPORTAJE

Los residuos no existen: el lema de la plataforma Recircular que está reinventando la basura industrial

Patricia Astrain fundó la plataforma Recircular hace más de seis años y medio, pero ella lleva nueve trabajando en el mundo de la economía circular y temas de valorización de recursos industriales, bastante tiempo antes de que se empezara a hablar de todos estos asuntos de una manera tan masiva como ahora.

La chispa que le activó a dar el paso emprendedor fue, principalmente, su background industrial y también haber vivido en China. Astrain es ingeniera química, y ha trabajado siempre en entornos muy industriales, en el sector del petróleo, en industria química, metalúrgica. Consciente del fuerte impacto medioambiental que todas estas áreas productivas provocan, de la cantidad de residuos que generan, comprobó que era necesario actuar.

“Y poco a poco fui viendo de qué manera podía unir esa inquietud más ambiental con mi background industrial. Y fue cuando me encontré con la economía circular. Vi que encajaba en lo que quería hacer y en lo que yo podía aportar al mundo industrial, desde el conocimiento de la realidad que hay en entornos industriales, las dificultades que enfrentan, traer un poquito de ADN sostenible y de innovación social a esos entornos, viendo que podía aportar soluciones tangibles desde la parte de valorización de residuos, soluciones reales para cualquier empresa que genere residuos y que pueda y que necesita materiales para fabricar”, confiesa Astrain en una entrevista con industry TALKS.  

Pero, ¿qué es Recircular? Es una plataforma colaborativa que informa a las empresas sobre cómo dar valor a sus desechos y las pone en contacto con otras que pueden utilizar esos restos como materia prima. Es una plataforma de simbiosis industrial que conecta empresas para valorizar residuos, subproductos y excedentes, transformándolos en recursos para otras organizaciones. Es muy versátil y trabaja con una amplia gama de materiales y productos, como aceites y combustibles, alimentos y bebidas, contenedores y almacenamiento, equipos eléctricos y electrónicos, herramientas y equipamiento industrial, lodos y tierras, madera y derivados, material de construcción y demolición (RCD), material informático y de oficina, metales y cables, papel y cartón, plásticos, cauchos y espumas, productos químicos, textiles y cuero, vehículos y piezas.

Registro gratuito

«El registro en nuestra plataforma es gratuito, publicar recursos es gratuito y nosotros cobramos unas comisiones a éxito. Es decir, si tú ganas, nosotros ganamos, que es parte del valor que queremos generar en nuestras empresas». aclara Astrain.

Su objetivo principal es dar una segunda vida a los residuos de las empresas y reducir los costes que tienen tanto a la hora de gestionar esos desechos como de comprar materias primas; destaca, por consiguiente, el triple impacto -social, económico y medioambiental- que origina esta iniciativa, surgida como una startup que ha participado en muchos programas como los que organiza la Escuela de Organización Industrial (EOI).

La plataforma Recircular recomienda productos y realiza pedidos.

La plataforma identifica qué se puede hacer con esos residuos o con esos materiales sobrantes, dado que también trabajan con excedentes de producción, con materiales almacenados, con equipos o productos usados que se pueden revender a otras empresas. En otras palabras, conectan estos recursos, que así los llaman, para que puedan ser reutilizados o reciclados, de manera que puedan tener una segunda vida. Su eslogan es ciertamente contundente: “Los residuos no existen”.

En materia de medioambiente, esta plataforma digital contribuye a reducir la extracción de nuevas materias primas, evita que los residuos acaben en vertederos o sean incinerados sin control y disminuye la huella de carbono y el impacto ambiental general.

A las empresas les genera ingresos pues venden lo que antes era un desecho y suponía un coste. También les reduce costes pues disminuyen los gastos de gestión de residuos y pueden acceder a materias primas más económicas. Les ayuda a cumplir con la legislación medioambiental cada vez más exigente; y en materia de sostenibilidad, a mejorar su imagen corporativa y demostrar un compromiso real con la economía circular y los criterios ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza).

Recircular, con sede en el País Vasco, está diseñada para todo tipo de empresas. Desde generadoras de residuos que pueden ser grandes industrias manufactureras hasta pymes de cualquier sector, pasando por reutilizadores y transformadores, es decir, empresas que buscan materiales secundarios para sus procesos productivos, hasta gestores de residuos que quieren encontrar nuevas vías de valorización para los materiales que reciben. Tienen negocio fuera de España, pero no delegaciones. Astrain anuncia que quiere poner la plataforma a disposición de empresas de Reino Unido «en los próximos meses».

La plataforma busca asegurar el seguimiento del rastro de los recursos (la trazabilidad) y generar informes sobre los impactos ambientales, sociales y económicos, como la reducción de huella de carbono, agua, energía, que se logran con estas valorizaciones. Funciona como un mercado en línea (marketplace), como una conexión B2B (Business to Business), donde los usuarios pueden descargar informes con indicadores que muestran los ahorros o beneficios producidos, para ser usados en reportes de sostenibilidad.

Revalorización

Desde 2019 y hasta la fecha, han ayudado a más de 500 empresas a revalorizar sus residuos, lo que ha supuesto trabajar con más de 25.000 toneladas de residuos y materias primas, evitando así la emisión de más de 15.000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono, cuyo exceso en la atmósfera, debido a la actividad humana, es la principal causa del calentamiento global

Este intercambio entre empresas o marketplace puede implicar cantidades muy pequeñas de productos muy comunes como palés, bidones o cajas de almacenamiento hasta miles y miles de toneladas de residuos como los productos de higiene femenina desechados, que son complejos de reciclar. También trabajan con lodos de distintos procesos de producción, lodos de depuradora, del sector cervecero o del sector metalúrgico. Esa gran diversidad de casos fomenta la adaptación a la hora de encontrar soluciones y formas de conectar y dar una segunda vida a todos esos recursos.

Esta propuesta innovadora en el ámbito de la economía circular fue reconocida por diferentes instituciones, como la Diputación Foral de Bizkaia, a través de distintas subvenciones, y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que incluyó a recircular en la 1ª Guía de Buenas Prácticas en Economía Circular.

La firma vizcaína emplea Inteligencia Artificial (IA) para hacer match, es decir, para conectar los recursos publicados en la plataforma con otras empresas que los puedas reutilizar o reciclar. Es lo que se llama emparejamiento inteligente o matchmaking. «Nuestro algoritmo hace magia, solemos decir», enfatiza Patricia Astran. La IA analiza las características de los materiales, como la composición, la pureza, el formato, la ubicación, el volumen, y los cruza automáticamente con las necesidades y procesos técnicos de las empresas potencialmente interesadas.

El año pasado renovaron completamente la plataforma, que data de 2020, incluyendo los aspectos de de la Inteligencia Artificial y realizando nuevos procesos de trazabilidad. La renovación fue posible gracias a una subvención conseguida a través del PERTE de Economía Circular que se nutre de fondos europeos.

El PERTE de Economía Circular fue aprobado por el Gobierno de España en marzo de 2022 . Las transferencias a este plan estratégico han ascendido, en la primera fase del Plan de Recuperación, a 192 millones de euros. Este plan estratégico se centra en dos líneas de acción. La primera se ocupa de las actuaciones sobre tres sectores clave: el textil, la moda y el calzado; el del plástico; y los bienes de equipo para la industria de las energías renovables. La segunda línea de acción se preocupa de las actuaciones transversales para impulsar la economía circular en la empresa. Incluye ayudas dirigidas a proyectos de impulso a la economía circular en cualquier sector, distintos de los tres anteriores, que requiera de apoyo para complementar sus esfuerzos. Las ayudas se distribuyen en cuatro categorías de actuación dirigidas a la reducción del consumo de materias primas y la generación de residuos, el desarrollo del ecodiseño, la gestión de residuos y la digitalización.

Astrain admite que la economía circular todavía no es una realidad y que cuesta convencer a las empresas tradicionales para que adopten este modelo que es «una estrategia a futuro”, “de sostenibilidad real”.

“Hay muchas empresas que se han quedado en lo básico”, reconoce a ser preguntada por este medio de comunicación. “Hablan de que reciclan un poco, que hacen un proyecto que genera impacto, y movimiento a nivel mediático movimiento, pero que después no se implementa de una manera real en las empresas”, estima.

“Nos encontramos con que, en el día a día, ese cambio cultural o ese cambio que tienen que hacer las empresas sigue costando”, opina Astrain. La economía circular no es todavía una prioridad. Habla de que las empresas suelen acudir a un gestor de residuos que trabaja con el marco regulatorio y que muchas optan por tirar esos residuos en el vertedero, aunque les cueste dinero, y que no optan por otras alternativas más sostenibles.  

Astrain pone en valor la digitalización y las nuevas tecnologías -léase la IA arriba mencionada- como herramientas imprescindibles o muy necesarias para la transición a una economía circular, porque permite hacer cosas que antes no eran viables. La digitalización les permite dar visibilidad a todos esos residuos y productos fuera de uso que se han desmontado por un cambio de línea.

La digitalización también les facilita el proceso de dar trazabilidad a todas esas valorizaciones, gestiones de residuos o de recursos, porque desafortunadamente ese proceso es “muy opaco”, revela Astrain, dado que no todas las empresas y gestores “actúan de la mejor manera que debieran, por decirlo suavemente”. La trazabilidad puede quedar registrada gracias a la tecnología blockchain u otras herramientas que permiten que todo sea más transparente.

Más allá del medioambiente, la economía circular también tiene una dimensión social y un impacto positivo, por ejemplo, en la creación de empleo o en la inclusión de comunidades, la vertebración territorial.

Para Astrain, la economía circular es eminentemente social, porque “al final salvar el planeta, yo siempre lo digo, está muy bien, pero lo hacemos por y para las personas, para que todos tengamos un futuro y las generaciones futuras también lo tengan.” La plataforma, asegura, también canaliza la posibilidad de realizar donaciones a entidades sociales que son usuarios de Recircular aunque no tan habituales como empresas manufactureras o gestores de residuos. Algunas de estas entidades sociales emplean equipos electrónicos, portátiles y pantallas desechados para que sean reacondicionados, dando así formación y empleo a colectivos vulnerables.

Además, continúa diciendo la fundadora de Recircular, la economía circular integra a distintos agentes y áreas productivas en una nueva forma más sostenible y más responsable de hacer las cosas.

Otras plataformas

Existen plataformas similares a Recircular tanto a nivel nacional como internacional, iniciativas con distintos enfoques. Unas son más sectoriales, es decir, sólo trabajan con plásticos, con metales, con material orgánico o desechos de construcción; otras son parecidas en amplitud, pero no son tan abiertas, es decir, no están diseñadas para que cualquier empresa se pueda registrar sino que están más pensadas para entornos privados, administraciones pública, programas de simbiosis industria.

Así, Circular Place es un marketplace social para donaciones de aparatos eléctricos y electrónicos (AEE) entre productores y distribuidores, por un lado, y entidades educativas y ONGs, por otro. Bastante más cercano al modelo de Recircular, es ScrapAd, dedicado a la compra-venta de materiales reciclables, especialmente chatarra.

O la herramienta digital Contenedor Online, de la consultora de soluciones medioambientales PreZero España, para pymes que buscan valorizar residuos, recogida y traslado, incluyendo la opción de que algunos residuos valorizables generen ingresos para la empresa si tienen valor de mercado. Sitrans es una plataforma digital más centrada en la gestión documental y la trazabilidad y menos en el marketplace puro.

Y Envalora-Envanet, un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) para envases industriales y comerciales. Aunque no es exactamente lo mismo que Recircular, porque está mucho más centrado en cumplir normativa de envases, compite en la digitalización y en el canal del mercado del residuo/envase.

Desde su experiencia, Astrain remarca que las administraciones públicas pueden hacer mucho más para impulsar de manera más efectiva la transición hacia una economía circular. Una medida, explica, es que el uso de los vertederos sea cada vez más caro, para disuadir a las empresas. Otra pasa por agilizar los procedimientos de consideración de subproductos por los que estos dejan de ser un residuo y son aprovechables. «Necesitamos apoyar la economía circular más allá de los inicios o de un proyecto», manifiesta a industry TALKS, «pero desafortunadamente conozco muchos casos de startups como yo, que ya llevamos unos añitos trabajando en temas de economía circular y que por distintos motivos han tenido que cerrar porque no han encontrado el apoyo del mercado que se esperaba».

PreZero lanzó en 2023 la plataforma digital Contenedor Online para ayudar a las pymes a cumplir la normativa de residuos. Firma: PreZero.

Otras decisiones que se podrían asumir, alude, sería reducir el IVA a reparaciones y a productos que se reutilizan, porque así se fomenta que tenga más sentido comprar algo reutilizado y reparado que nuevo.

¿Cómo será el panorama de la gestión de recursos dentro de nueve años? «No quiero ser negativa, pero las cosas no están avanzando como queremos», se sincera. «Hubo un momento inicial donde parecía que todo el mundo estaba implementando un montón de iniciativas circulares, que todo el mundo se lo estaba tomando en serio, pero la realidad es que se han quedado muchos casos en iniciativas puntuales, proyectos bonitos…» «Me gustaría pensar que la situación va a cambiar muchísimo y le va a dar una vuelta, pero lo que he visto en los últimos años es que todo va mucho más lento de lo que necesitamos como sociedad», finaliza.

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