Por otro lado, los gases renovables, como el hidrógeno verde y los biogases, desempeñan un rol esencial en la industria moderna, al ofrecer soluciones sostenibles para la descarbonización de sectores clave como la energía, la química, y el transporte. Estos gases permiten reducir la dependencia de los combustibles fósiles, contribuyendo a la transición hacia una economía baja en carbono. Su flexibilidad para ser utilizados en diversos procesos industriales, como la generación de calor, electricidad o como materia prima en la producción de productos químicos, los convierte en una alternativa clave.
Susana de Pablo, directora general de Ingeniería, tecnología y digitalización en ENAGAS, ha explicado que «los gases renovables tienen un rol y un papel que es indiscutible» ya que «permite sustituir los combustibles tradicionales».
“La digitalización es clave en todo esto”, ha concluido.
Alberto González ha recordado que “la industria y la economía se debe descarbonizar en el 2050”, que no hay que hacerlo todo ahora. “El principal riesgo es la falta de divulgación de los gases renovables», ha añadido.
Pero es que la transformación de las redes energéticas es un proceso clave para adaptar la infraestructura de distribución y gestión de la energía a las nuevas demandas de sostenibilidad y eficiencia. Con el auge de las energías renovables, como la solar y la eólica, es necesario actualizar las redes para integrar de manera efectiva estas fuentes de energía intermitentes y descentralizadas
Asimismo ha señalado que “la Comunidad Europea llevaba 4 años trabajando en establecer un paquete de gas. Pretende facilitar una transición de las redes de gas europeas. Esa transformación de las redes busca la descarbonización de la economía».
La digitalización y la automatización de las redes permiten la monitorización en tiempo real, la mejora en la predicción de la demanda y la respuesta rápida ante cualquier incidencia, lo que contribuye a la creación de un sistema energético más resiliente y sostenible.