Según una encuesta realizada por AECIM, para la industria del metal, concretamente para el sector mecanizado, “el 95% de las empresas han manifestado que este supone su principal problema”. Carlos Ballesteros, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos (ANESE), explica algunos de los tipos de contratos existentes, entre los que ha destacado el Energy Performance Contract, de rendimiento energético. Este contrato establece que la principal ventaja para la pyme es que “la empresa de servicios energéticos realiza la inversión”, por lo que “el cliente no se endeuda”, ya que “el activo se traspasa a la pyme una vez finaliza el contrato”, según ha comentado Ballesteros.
El segundo de los contratos que ha explicado es el Power Purchase Agreement de “compra venta a largo plazo”. Ballesteros ha focalizado el beneficio de este en convertir el “coste variable de la energía en coste fijo”. Además, ha citado Servitización, el pago por el uso de energía, en el que no existe inversión inicial, sino que el proveedor de la tecnología es el responsable de la instalación, así como el mantenimiento de los equipos, según ha explicado.
Ballesteros concluyó su intervención con Efficiency as a Service, un proyecto cuyo objetivo es desarrollar e implementar este modelo de servitización, además de unos mecanismos financieros que permitan la transición energética y la adopción de soluciones eficientes por parte de las pequeñas y medianas empresas.