A pesar de que se trata de un sector que está “muy centrado en el día a día” resulta fundamental “hablar y reflexionar sobre el futuro”, donde quieren saber “qué queremos ser y qué queremos hacer en 2030” según afirmaba Francisco J. Riberas, presidente de SERNAUTO. El sector del automóvil, para Riberas, “pasa tiempos difíciles” ya que afirma que los “volúmenes siguen estando alejados de antes de la pandemia” y la “inflación nos está haciendo mucho daño”, por ello considera fundamental “la colaboración público-privada”. En este sentido, Héctor Gómez, ministro de Industria, Comercio y Turismo, considera que el sector tiene una “enorme oportunidad” y que se trata de un área que “crece cuatro veces por encima de la media europea”.
En este contexto, Jordi Llidó, socio responsable de Automoción y Fabricación de Deloitte, considera que el entorno es “desafiante” y se está produciendo una transformación tanto en la “producción tecnológica” como en los “hábitos del consumidor”. Respecto a la primera variable, para que haya un desarrollo tecnológico, Llidó establece que es necesario “acelerar las inversiones en I+D+i” superando “los 270 millones anuales”, ya que a su parecer para “dinamizar la industria hace falta dinero”.
En lo que a transformación se refiere, establece dos tipos: la industrial y la del consumidor, las cuales relaciona afirmando que en “plena transformación debemos asegurar la industrial mirando al consumidor”, donde la “nueva movilidad debe desarrollarnos como industria”. Asimismo, establece que la industria está viviendo “cambios sin precedentes” y fija cuatro.
El primero es la sostenibilidad relacionada con la electrificación y los “nuevos productos”. El segundo es la digitalización donde, en el sector del automóvil, está viéndose influido por la conducción autónoma y el Big Data. En tercer lugar, cita los “nuevos modelos de negocio” con la “producción bajo demanda” y, finalmente, “factores externos” como la falta de materias primas. A pesar de todo ello, asegura que “la industria está preparada para estos retos”, idea que comparte con Gómez quien afirma que “no podemos dejar pasar las oportunidades que se nos presentan”, a lo que Riberas añadía que es el “momento de invertir en sostenibles”.
El sector ha aprovechado este evento para poner en valor su capacidad de adaptación estableciendo unas “palancas clave” como son la sostenibilidad, las tecnologías, la expansión internacional o el talento. Respecto a sostenibilidad aseguran que se trata de un sector “comprometido con la descarbonización”, asegura Eduardo Galindo, responsable de Descarbonización Renault Group España, quien anima a “colaborar con los proveedores” para “descarbonizar la cadena de suministro”.
El reto del talento
En cuanto a talento, al igual que en otros sectores esto supone uno de los problemas, ya que la electrificación y la conectividad requiere de una ciberseguridad, informa Francisco Andrés, director de Recursos Humanos de la Región de Southerm Europe de Beneteler. En la búsqueda del talento por parte de las empresas “tenemos que buscar el talento joven” así como “aprovechar el talento femenino” y “colaborar con las escuelas de formación profesional y universidades”.
Siguiendo ese “Horizonte 2030”, Alberto Gavilán, director de talento del Grupo Adecco, prevé “perder un millón de personas” si no somos capaces de “complementar la pirámide poblacional”, ya que para 2030 asegura que “el número de personas que trabajarán será menor que el que se jubila”. Como soluciones propone “la automatización” para que “seamos más productivos” o que España sea capaz de “atraer talento de otros países”. En cuanto a la primera solución considera que “no destruirá empleo”. En lo que a la atracción de talento se refiere, asegura que “no somos preferencia para las personas que buscan empleo” pero si lo somos “para las que pueden trabajar en remoto”, por lo que concluye afirmando que “lo que ofrecemos no es lo que están buscando”.
Para hacer frente a esta falta de trabajadores en el sector plantea cuatro vectores. El primero, Wroking planning, donde es necesario “que la demanda y la oferta” coincidan. El segundo upskilling-reskilling, donde las empresas deben establecer planes de reciclaje sobre sus propias plantillas o buscar una colaboración “público-privada”. En tercer lugar, establece la “cultura del reconocimiento” donde cada compañía debe trabajar en esto. Y, por último “talento” siendo capaces de atraer “todo el posible”, ya incide en que “necesitamos fabricar talento como país”.
