PROYECTO LIGNICOAT

Lignina del lúpulo, un nuevo horizonte en la fabricación de biorresinas para recubrimientos industriales

El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), en colaboración con el proyecto europeo Lignicoat, ha demostrado la viabilidad de utilizar lignina obtenida del lúpulo como base para fabricar biorresinas. Estas resinas ofrecen aplicaciones sostenibles en recubrimientos industriales, especialmente en sectores como el de la madera y los metales. Esta investigación, financiada por el Consorcio Bio-Based Industries (BBI) dentro del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, aborda la necesidad de sustituir productos de origen fósil por alternativas más respetuosas con el medio ambiente.

La investigación ha respondido a los desafíos de la industria de recubrimientos, obligada por normativa a reducir el uso de compuestos orgánicos volátiles (VOC, por sus siglas en inglés). Aunque los recubrimientos a base de agua han ganado terreno, incluso estos contienen un bajo porcentaje de material biológico, de apenas un 30%-40%. El trabajo desarrollado por Lignicoat, con una duración de tres años y medio, ha conseguido elevar este porcentaje hasta un rango del 60% al 90%, manteniendo las propiedades funcionales necesarias para recubrimientos industriales.

El proyecto no solo se centró en aumentar el contenido de material biológico, sino también en maximizar las propiedades de la lignina, como sus capacidades antimicrobianas, ignífugas y anticorrosivas. Para ello, los investigadores integraron aditivos como enzimas, quitosano y azúcares, lo que permite crear resinas personalizables adaptadas a diversos requisitos industriales.

El papel del lúpulo en la innovación

El Itacyl ha desempeñado un papel crucial al explorar las propiedades antimicrobianas del lúpulo, planta de cultivo abundante en la Ribera del Órbigo (León). Utilizando un proceso de extracción escalable, los investigadores han recuperado compuestos valiosos de seis variedades de lúpulo, entre las que destacan Nugget, Cascade y Chinook. Las resinas blandas obtenidas de esta planta han demostrado una alta eficacia contra bacterias y hongos, lo que refuerza su potencial para aplicaciones en recubrimientos industriales.

Además, Itacyl ha comentado para industryTALKS que han estudiado “las propiedades antimicrobianas de las seis variedades de lúpulo, además de los aceites esenciales del propio lúpulo y de otras 21 plantas aromáticas y medicinales. Los resultados mostraron que las moléculas obtenidas a partir de las seis variedades de lúpulo tenían propiedades antibacterianas, siendo las resinas blandas las que presentaron mayor eficacia frente a las bacterias testadas. Gracias a estos estudios, se desarrollaron resinas con mejora de su resistencia frente a microorganismos”.

Economía circular y valorización de residuos

Este proyecto representa un paso significativo hacia la economía circular, ya que promueve la valorización de subproductos agrícolas que hasta ahora han sido infrautilizados. El aprovechamiento de residuos agroforestales para la creación de materiales de alto valor añadido permite reducir los desechos y optimizar el uso de los recursos naturales.

La transformación de la lignina en resinas sostenibles también tiene un impacto positivo en la reducción de la dependencia de productos derivados del petróleo. La investigación abre nuevas vías para sustituir materias primas no renovables por recursos renovables, en línea con las metas medioambientales de la Unión Europea.

Pinturas basadas en resinas bio

Uno de los principales socios industriales de Lignicoat, Barpimo Coatings, ha sido clave en el desarrollo de las resinas bio-alquídicas basadas en lignina. Según explica Susana Alonso, i+D línea Industria de Barpimo Coatings, “el proyecto Lignicoat buscaba obtener pinturas basadas en resinas bio, desarrolladas a partir de materias primas biosostenibles, como la lignina, para sustituir productos derivados del petróleo. En Barpimo Coatings, trabajamos en la formulación de resinas alquídicas utilizando lignina extraída y funcionalizada, lo que representó un desafío considerable”.

Los laboratorios de Barpimo Coatings ajustaron tanto la composición como los parámetros de reacción necesarios para sintetizar una resina bio-alquídica con buenas propiedades funcionales. El resultado fue una pintura hidrosoluble de secado en horno que demostró tener propiedades anticorrosivas, especialmente adecuada para superficies metálicas como estanterías, vigas y bidones.

“El desarrollo de esta pintura ha sido el resultado de varios ensayos y ajustes en la composición, lo que nos ha permitido obtener un producto con características totalmente comparables con las pinturas estándar del mercado, pero con un impacto medioambiental reducido”, señala Barpimo Coatings para industryTALKS.

Castilla y León, referente en innovación sostenible

Este proyecto posiciona a Castilla y León como un referente en la investigación y desarrollo de soluciones sostenibles para la industria de los recubrimientos. La combinación de innovación en el uso de lignina con la sostenibilidad medioambiental ofrece un camino prometedor hacia la sustitución de productos derivados del petróleo por alternativas biológicas.

Además de las instituciones españolas como Itacyl, el consorcio Lignicoat cuenta con la participación de entidades internacionales como Tecnalia Research and Innovation (España), VTT (Finlandia) y NORCE (Noruega), así como empresas como Barpimo Coatings y Foresa Technologies, que han contribuido al desarrollo y validación industrial de las biorresinas.

En conclusión, el proyecto Lignicoat no solo aboga por la sostenibilidad, sino que también contribuye a la competitividad de la industria mediante la creación de productos innovadores que responden a las demandas de un mercado cada vez más consciente de la necesidad de soluciones más respetuosas con el medio ambiente.

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